Mauricio Castaño H
Historiador
Colombiakritica
La pregunta por el origen del hombre, si venimos del mono o no es equiparable a determinar de qué fue primero si el huevo o la gallina, todo ello nos lleva a un callejón causal sin salida o mejor aún nos hace presos de la estupidez en tanto que esta forma de proceder elimina la comprensión de ricos procesos diferenciados y complementarios dados en la evolución en este vasto universo y en esta variada vida. Válido es, para hacernos comprender mejor, poner aquella discusión en términos de la siguiente suposición imaginaria. Un hombre se encuentra con un robot al que considera más evolucionado que la especie hombre, en tanto que éste lo supera en ciertos procesos de agilidad mental, imaginad o recordad la supercomputadora que venció en ajedrez al campeón mundial Kasparov. Y el ejemplo puede multiplicarse en otros campos de agilidad mental para manejar, para combinar miles de datos, gigas, teras de información.
El hombre, seguimos con la narrativa, pregunta al robot si él es más dotado, más inteligente que la especie homo sapiens, que cómo, que por qué, que quién fue primero, si éste o aquél, etc, etc. Notemos, rápidamente, que insistir en las particiones lleva por atolladeros de la perdición, del estravío, a callejones sin salida y sobre todo se pierde la comprensión de ricas complejidades de los procesos, en este caso de la evolución que produce variaciones, mutaciones en un mismo ser. En el ejemplo se puede apreciar procesos diferentes de inteligencia, el humano delega o se libera de lo memorístico, del procesamiento y almacenamiento de datos, función ésta ejecutada por el robot. Mientras que el humano está disponible para otras labores propias de la creatividad y de la invención, una y otra son complementarias.
Por ello nuestro énfasis en el que vamos a insistir es pensar más en las relaciones, en las especies o especialidades o en lo humano que es la no especialización como puede verse en esta comparación ejemplificada con el robot quien domina y cobina datos a la ene potencia, mientras que el hombre está obligado más bien en saberlos usar, no ya a memorizarlos como en la antigüedad o en la edad media. Por el contrario, está obligado a no memorizar, a ser inteligente, a ser innovador, pues su característica es en no ser especializado como si lo son otras especies: la araña teje a la perfección más que cualquier artesano, y así como muchas otras especies.
Estas palabras iniciales para recalcar que los métodos que inducen a las particiones tajantes dejan delado las complejidades, complementariedades dados entre seres, especies y entorno, entre vivientes y su medio, ambos solidarios, enmarcados en la co evolución, somos un todo interdependiente. Y He aquí, un discurrir a partir de Hominiscencia, libro de Michel Serres que propone una nueva comprensión de la humanidad como un todo que comprende más allá de la tradicional historia escrita y del tan sólo egocentrismo humano. Somos una co evolución que comprende tanto la totalidad de la vida animal como la vegetal, seres y entorno son solidarios de esta aventura llamada vida, de este Gran Relato que nos comprende como universo. Empecemos con ese movimiento constante o mejor devenir constante que es, la evolución, que es la vida, incluida esa bípeda humana.
Devenir
El concepto Devenir define más al hombre que el acostumbrado verbo Ser, éste último da a entender que se es de una vez y por todas, de golpe y porrazo, el hombre hecho por siempre, una entidad acabada y estática, muy definida ella, eso que nos pone en quietud engañosa y peligrosa. Mientras que aquel primer término, Devenir, está más en la perspectiva de la evolución en tanto devela, va develando un proceso de una riqueza en construcción inacabada, todo allí está abierto, en movimiento y puede tomar cualquier camino, cualquier ramaje tal y como se bifurcan las ramas de un árbol a partir de un tronco cualquiera. Vamos por la vida en serendipidad, sin metas. El método es no tener método.
El genial Michel Serrres, quien inspira estas líneas con Hominiscencia, nos precisa el verbo devinir: somos y nos definimos más por el devinir que por el acostumbrado verbo Es o Ser. En la evolución o mucho mejor, en la co evolución constantentente todo está en proceso de transformación, nada está hecho de una vez y por todas como suele decirse, uno siempre está deviniendo, naciendo. Nacer viene de naturaleza, natur, nacer. Y a su vez, nacer está asociado con el verbo cultivar que quiere decir hacer nacer, ambos conceptos están emparentados, son lo mismo: el campesino cultiva los campos, hace nacer plantas, sembrados, batalla para mantener con vida sus cosechas amenazadas por plagas y las mismas adversidades de otras especies, porque la tierra misma es un escenario de combate en donde los seres animados e inanimados luchan por mantenerse con vida, unos engullen a otros en esa conocida cadena alimenticia, el más fuerte devora al más débil, el alimento depende de la fuerza y del medio favorable en donde se encuentre.
Cadena alimenticia llaman a esta la lucha constante de unos contra otros para procurarse vida. La cultura comienza por la naturaleza, la naturaleza es la cultura misma. Natur, nacer, cultivar hacer nacer. La naturaleza está en constante nacer. Cultivar es hacer nacer, cultivar, cultura, naturaleza y cultura son lo mismo. Los seres y el entorno se modifican mutuamente en una especie de acuerdo implícito: yo cultivo lo que el medio me permite, yo ensayo varios microclimas en los cultivos. Naturaleza y cultura, el hombre y su medio en constante relación. Recordemos ésta unión tan olvidada, Contrato Natural dice Serres, ésta relación decimos, debería tomarse en serio, la Naturaleza es sujeto de derechos, para ejemplificar recordemos ciertos fenómenos naturales o metereológicos en los cuales se hace sentir la madre tierra, tales como el deshielos de los cascos polares y las inundaciones en las poblaciones humanas. Y cómo no recordar el cambio climático por la acción del hombre que compromete su propia vida y la de las demás especies. El humano es la única especie sobre el planeta que destruye su entorno, su medio.
"Devenimos inesperados, aventureros, imprevisibles, buscadores, desobedientes… o sea posibles y contingentes. (...) Desde que se levanta su cuerpo se pliega; desde que marcha, corre, danza, evita, inventa lo contrario, nunca va allá donde creemos; desde que habla, su verbo se doblega; las preposiciones, las declinaciones, en general la inflexión, esculpen todos los lenguajes del mundo. El relámpago de la flexión gobierna la hominización. Si no, volveríamos a ser bestias, volveríamos a sumergirnos en la co-evolucion. El hombre tiene horror del ser." P. 35.
Naturaleza y Cultura
Entonces, insistimos, el hombre es un devenir constante, es naturaleza y es cultura. Está acepción de hacer de lo natural y lo cultural dos procesos que son lo mismo, dos palabras sinónimas, es un llamado de atención a esa tradición tan acostumbrada de separar lo uno y lo otro, conciben la naturaleza como algo terminado, un mundo ya ido pero añorado, un mundo de ensoñaciones, un querer volver a un paraíso perdido, es una idea equívoca muy arraigada en las sociedades de ayer y de hoy. De paso mencionamos la separación que se desprende de allí, una decisión política administrativa, qué se debe cuidar y qué no, por un lado tenemos los parques ecológicos, los zoológicos, lo allí enmarcado debe protegerse, lo que está por fuera de este proteccionismo, entonces puedes hacer con ello lo que quieras, puedes explotarlo. Mírese cómo esa participación autoriza un abandono a una integridad, esto puedo cuidar, aquello no. El rico hace donaciones para un parquecito ecológico pero destruye y envenena miles de hectáreas de bosque.
Co evolución
Todo lo contrario sucede cuando se comprende el concepto de co evolución, el co es solidario de los procesos de transformación, existe una necesidad y un azar. Una existencia se desarrolla en un medio favorable determinado, devenir implica una existencia que habita un espacio en un tiempo. Y otra palabra clave es la transformación, nada se queda estático, todo está en constante movimiento, los átomos están en permanente agitación, en caída libre y de forma laminar. Esa caída libre asimilable al vértigo o angustia existencial que el bípedo humano siente al saberse que morirá. Vida y muerte son la misma cosa, vivir es estar muriendo, la muerte es vida gastada, las células envejecen y mueren, apoptosis es una especie de suicido de las células, mediante un programa regulado, ellas, las células se suicidan, ver renglones abajo ejemplo de la apoptosis.
Cultura de Asesinato
La muerte dada o decidida como se práctica en la sociedad, las estadísticas por año nos muestran una epidemia que todos hacemos como no vista: 124 millones mueren de hambre, 48 millones por accidentes de automovilísticos, 8 millones a causa del cigarrillo. Y la precaria salud y el sistema económico con unos pocos ingeniosos que pasan toda su vida para presumir su mejor chequera en la banca ante el mundo, tanto ingenio reducido a una cuenta bancaria, raya con lo ridículo, no sorprende, dice Serres, que nos deleitamos menos en la mesa que con la sangre derramada. Recordar que a la edad de quince años un adolescente ha visto en la televisión 20 mil asesinatos, ya está familiarizado, ya ha sido inducido al asesinato, a una cultura de muerte.
Pero recordemos también la paradoja que hoy estamos mejor que ayer, antes la enfermedad era cotidiana, ahora es un derecho que procura su restablecimiento, ser Rey era estar achacoso y en agonía permanente. Antes la expectativa de vida y de talla era menor a la de hoy. Hoy el promedio de vida es de 70 años para hombres, para mujeres es de 75, aunque en cada país varía dependiendo de su calidad de vida. “Mezclo fechas y hechos a propósito para resolver la pregunta: ¿Se trata del cuerpo de quién? Escojo el de los reyes de antes, en su plaza excelente, para mostrarlo miserable y hacer ver la gloria del cuerpo común hoy: esta doble maximización en número y calidad hace aparecer invariante bajo las diferencias sociales. De ahí esta estabilidad, al menos estadística: la esperanza de vida de una mujer en el siglo xiii no había cambiado significativamente desde hace siglos. Hay que remontar a los neardentalenses para encontrar cuentas más severas: 50% nacían muertos, la mitad de los sobrevivientes desaparecían antes de los nueve años y el resto, rara vez alcanzaba los nueve años.” En Serres. Hominiscencia. P.15
Desde ahí el cambio de ética. Las antiguas morales ejercía la voluntad de vivir en las coacciones inevitables del sufrimiento y de la muerte precoz; La nueva moral emana de la libertad adquirida contra ellas.
Apoptosis
Con relación al ejercicio, al movimiento que mantiene la vida, pues la quietud mata: “Esta verdad del cuerpo global se sumerge en sus pliegues más pequeños: si usted oculta la luz de un ojo desde el nacimiento, las células visuales y los nervios ópticos desaparecen por apoptosis en tres meses: se suicidan por falto de entrenamiento. Deje de pensar, las neuronas concernidas se bloquean: una página diaria de lectura difícil rejuvenece más que la gimnasia matutina. La interrupción del trabajo precipita al jubilado en el riesgo de la chochez: nada más peligroso que el reposo. Las señales del organismo llevan a la muerte sin piedad los elementos de sensación y de motricidad, cuando se les priva de ejercicio. Así el metabolismo mismo sólo se perpetúa adecuadamente por el entrenamiento.
Criado en el suroeste de Francia donde el trabajo no reina como amo tiránico, es lo menos que se puede decir, debo confesar, aunque lamentándolo, que en el fondo de la pereza y de la inactividad duerme la muerte. El secreto de la obra, es cierto, sino de la juventud y de la salud, que digo de la vida misma, reside en el empleo del tiempo sostenido. Repose, duerma bien, pero no haga mucha pereza, sino usted se volverá achacoso.” (p. 23).
“Si usted decididamente no ama la palabra entrenamiento, puedo sustituirla por ejercicio cuyo sentido, vecino, beneficia además de una etimología más que perfecta para mi propósito, puesto que el verbo latín arcere significa desviar, luego, unido al prefijo ex, no dejar en reposo. Puedo entonces ejercitarme en la misma demostración sobre la desviación respecto al equilibrio y así acarrear su adhesión. Por último, ¿Qué es la existencia sino esa desviación frente al equilibrio o frente al reposo que define en total este incoactivo, inquieto, que nombro hominiscencia?” p.26
Nos construimos a nosotros mismos.
Desaprovechados las mejores técnicas en nuestras manos: teléfonos inteligentes para comunicar estupideces, chats banales, juegos que empobrecen y no están a la mente.
Somos Virtuales
Pagus, paisaje, página, voz
El cuerpo se moldea, cambio sus objetos que construye y manipula. Las comunicaciones por ejemplo después de los años 70 hace que todos estemos más cercanos, el teléfono nos pone en cuerpo presente así estemos a kilómetros del otro al que contactamos. Hermes, el dios de la comunicación, se impone ante Prometeo, dios del fuego, de la forja, de la producción. Suave aquella, duro éste.
Un yo sin espacio y sin distancia, llenó de virtualidad, de nuevas relaciones sociales tan necesarias para la existencia, para la vida. Yo soy el otro en el que me reconozco y me reafirmo, soy un nosotros, somos seres sociales. Es estar en comunión. Nadie nace antes de que el otro le diga: te amo. Nadie sobrevive a la carencia de amor. El amor salva a la existencia, nos recuerda Serres.
En este mundo virtual ya no almacenamos cosas sino relaciones. Estamos en el No Derecho, en la no Ley, en lo no Recto, en lo no Directo, en lo no Rey, en lo no legislativo, lo virtual nos tira por senderos bifurcados en serendipidad, fuera de la ley, cualquier sendero nos lleva por parajes desconocidos en donde nos reinventarnos y así en lo sucesivo en este vasto amplio universo.
Dirección, rectus, empadronar, calle por calle, domicilio por domicilio. Rectus, directo, Rex, Rey, potencia en dominar a cada quien en su dominio de lugar. Desde que se abandona el aquí y el ahora, todo comienza de otra manera. El desarraigo es lo propio del humano virtual. " Del inglés término web designa incluso una tela de araña globalmente centrada sobre vela unos predadores temible para todo viviente que pase ¿Confesión? Serres p129
Pedagogía de la Desconexión
Dirección espiritual y física.
Conjunto de conductas antropológicas, pagus, paisano, paisaje, próximo, prójimo. Cuadro de Pensamiento, ayer campesino, hoy citadino, o mejor virtual. Ayer Paideia griega, hoy Paideia virtual, sociedad pedagógica de la virtualidad, del aquí y del ahora, de cabezas bien puestas a bien llenas, de una humanidad inventiva, obligada a ser inteligente por estar libre ya de la memoria.
Ante el peligro de intoxicación, de alienación, advierte y propone Serres una pedagogía de la desconexión: " Al igual que Descartes, al lado de su estufa, dudaba, de esa misma manera Yo me desconecto a menudo. La enseñanza mediante las nuevas tecnologías se completa pues con una pedagogía de la desconexión y por una ética del desapego. El futuro pertenece a las órdenes contemplativas. Nos salvará de la caída evolutiva hacia las sociedades de insectos quien invente una nueva generación deonasterios: esa palabra significa una asociación paradójica de solitarios y de solidarios. Tendremos necesidad de un San Benito, de un nuevo yo y de otros prójimos." P 146
Las Fábulas
Zócalo Biológico de la Existencia
El León es rey de las selvas. El Lobo, el Zorro, el Oso y el Tigre son los aristócratas. Todos ellos parásitos, todo lo toman y muy poco o nada dan a cambio. Todo ello nos dice o nos recuerda nuestra biología animal, nuestro piso biológico, nuestra bestialidad y la carencia de una cultura del amor… está sociobiología nos muestra también esa simbiosis del campo a la ciudad, el perro libre en el campo y el perro atado al collar en la ciudad, ratón campesino y ratón citadino. Pero la bestialidad aparece con el prestigio, su disputa hace que todos pierdan la consciencia y se lancen a la guerra, a devorarse unos a otros para sólo quedar el más fuerte.
Animales metamorfoseados en humanos, éstos en aquellos. Una simbiosis que dicen bien la biología o el piso biológico que asiste a todo el reino animal, por supuesto que se incluye al hombre. La aclaración es pertinente porque la tradición llamada humana, abortó este parentesco animal que somos todos, al grupo de los homínidos se separó al humano, fue así como a la palabra homo se le añadió Sapiens, hombre que sabe, que saborea a través de sus cinco sentidos. Así, saber es conocer, informarse del mundo, del medio que le rodea. Pero acá se falla en la definición, pues todos los demás seres, las otras especies más especializadas que el humano, también saben, conocen: los monos, gorilas chimpancés conocen sus alimentos, distinguen lo comestible de lo venenoso. Ellos también se comunican, tienen reglas sociales, forman familias unos, otros no, otros son polígamos o monógamos. Los chimpancés engañan, asesinan. Y así podemos seguir con las demás especies como los pájaros, para citar la vida volátil, ellos también conocen lo que deben comer de lo que no, se emparejan, se reproducen, se comunican entre ellos. En fin, todo esto para poner por lo menos eso ridículo de lo egocéntrico proclamado por el mismo hombre, el rey o centro del universo, el que todo lo tiene y lo toma sin muchas veces dar nada a cambio: explota los recursos naturales finitos y sin importar si compromete con su egoísmo los recursos y el mismo territorio de las demás especies existentes. Este olvido de lo mal llamado humano tiene ese particular de lo egocéntrico destructor de su entorno y de los otros seres vivientes e inertes. Por eso nuestra presentación o motivación por la Hominiscencia.
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