Historiador
Colombiakritica
Crédito: France 24 |
El Covid, como muchos otros virus, enseña precisamente esa complejidad de la vida, sacude nuestros estilos de vida y en especial evidencia lo obsoleto de los gobiernos y sus tomadores de decisiones. Lo que está en crisis son los sistemas políticos, no el sistema de salud. Ésta pandemia nos muestra la ignorancia que se tiene de la vida y todo cuánto hay en ella comúnmente llamada naturaleza. Todos los seres vivientes tienen y hablan su propio lenguaje, tienen su propio espacio. Un temblor de tierra, un ciclón no son más que el lenguajes de las propias cosas, hay vida en todo, la naturaleza es vida.
Los gobernantes ignorantes de la ciencia están apurados tratando de salir de la amenaza anunciada hace años por científicos y que ahora es real, siguen sus decisiones burocráticas con terror por su lógica lineal.
Decir virus o bacterias es decir economía de la vida, unos y otros nos constituyen y nos definen. Nuestras virosis provienen en el 99 por ciento de nuestra necesaria e histórica convivencia con seres animales, compañeros de viaje, acá en el planeta tierra, en esta aventura llamada vida. Somos virus, somos bacterias, la vida es imposible sin ellos… más que evolución, se precisa hablar de coevolución, connotando la interdependencia de todos con todos, seres animados e inanimados.
Somos caos, somos turbulencias, somos planeta desequilibrado, nada de puntos medios ni de mundos equilibrados, nada es normal, todo es anormal. Las estructuras de pensamiento lineales nos volvieron estúpidos, nuestros gobernantes lo son más e insisten en callar la diferencia y desconocer la hermandad y cuidados a tener con nuestra pacha mama, nuestra oikos, nuestra casa común de todos llamada Tierra.
No hay seguridades, lo propio es lo inestable, todos vamos por la vida en la cuerda floja tratando de no perder el tan inesistente equilibrio. Mejor acostumbrase a la zozobra, a las sacudidas telúricas y bióticas. Todo es vida, el bípedo un animal una más y parte ínfima parte de este universo biótico. Bien puede la naturaleza continuar sin nosotros, no nos necesita. La advertencia: Antropoceno se dice sobre la acción desmedida del hombre que destruye, despilfarra los recursos comprometiendo su propia existencia y la de muchos otros seres.
El llamado entonces es a revisar las prácticas irracionales de un desmedido consumo, de unos valores que sólo promueven el egoísmo y la ganancia, nada de solidaridad, amistad, compasión, amor, ayuda, vecindad, gratuidad y mucho menos respeto por esa infinidad de vida que nos rodea, que nos constituye. El planeta está vivo, sentirlo, respetarlo, no volverlo mercancía, una vulgar plaza de mercado donde todo se vende y todo se compra, en donde todo tiene precio, todo tiene valor porque necesito tener la chequera más broca del mundo, vaya ingenio bobo desperdiciado. No conocemos la gratuidad de la vida.
Gracias a la crisis, la naturaleza puede recuperarse rápidamente con o sin nosotros, con o sin sistema político. La naturaleza se recupera muy rápidamente como los están haciendo muchas especies en ésta crisis que relentizó la economía disminuyendo la contaminación, por ejemplo los pájaros, entre muchas otras especies, han salido por el amplio espacio como muestra de estar recuperando un territorio arrebatado por su alta contaminación.
El humano tiene suficientes herramientas para optar por lo mejor inteligente. Esperemos poder frenar está carrera lineal que tan sólo ve ganancias a explotar en todo su alrededor. Bienvenido Covid a esta, tu casa, eres nuestro huésped, estaré dispuesto a alojarte, eres parte nuestra, gracias por ponernos en alerta y recordarnos el caos, que siempre estamos balanceándonos en la cuerda floja.
Adenda: Estas líneas fueron estimuladas por la entrevista audiovisual hecha al profesor Carlos Eduardo Maldonado y que acá linkeamos motivando su escucha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario