Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombiakritica
La expresión está en El Informe Lugano y se corresponde con una solución buscada para el control del exceso de población mundial y por el agotamiento de los recursos naturales que se precisan son finitos. Está estrategia develada en el libro es atribuida a los dueños del mundo, al 1% de los hombres más ricos del planeta reunidos en Davos. Y las acciones a implementar para tal podamiento son en esencia el hacer matar a las personas unas a otras en las diversas guerras que pueden motivarse bien sea creando conflictos fronterisos entre países o internos como la segregación de odios entre grupos poblacionales como por ejemplo las asociaciones de neonazis que pululan a lo largo y ancho de esta extensa tierra. Valga decir que en esta estrategia de guerra implementada está hecha para ganar por doble partida. La primera expresada desde el principio es la de controlar el exceso, según ellos, de población; y la segunda hacer negocio con la muerte, se mata y se gana dinero con ello en la venta de armamentos y municiones, recordar simplemente que la guerra es uno de los renglones o negocios más jugosos de la economía mundo. Otros hechos de millones de muertes al año que generan ganancias son: los 124 millones que mueren de hambre, los 55' de accidentes automovilísticos mundiales, le sigue 8' por tabaquismo. Estos dos últimos generan un negocio millonario no sólo por la venta de sus productos, sino por sus servicios asociados a seguros y demás servicios relacionados.
En el capitalismo todo se vuelve negocio, cualquier movimiento es motivado por la ganancia. Y si esto es así, vale preguntarse cómo la pandemia del Covid-19 puede ser fuente de enriquecimiento. Dos ejemplos saltan a la vista: los sistemas de salud se están escudando en esta crisis para no prestar sus servicios bajo pretexto de estar enfocados en sus unidades de cuidados intensivos llamados UCI, por sus siglas, incluso muchas muertes no causadas por esta contingencia pero endosadas a ella. Y hay más, los servicios VIP o complementarios de salud en donde su asociado paga un valor de más y muy superior a la cuota obligatoria, tampoco se está presentando el servicio bajo la misma excusa. Toda ésta parálisis del servicio son gastos ahorrados para los grandes empresarios de la salud, ellos sin duda estarán felices con tanto incremento de sus riquezas sin hacer mayor esfuerzo. Y pronto se ve venir un negociazo de paquetes exclusivos y costosos para los viejos o gerontos que pueden pagarse cuidados para que la pandemia no los mate.
El otro ejemplo es el sistema bancario, el gobierno colombiano les metió billones a sus bolsillos para oxigenar a pequeños empresarios que están a punto de la asfixia económica. Pero ésta medida que se pretendió social, no lo ha sido porque los bancos así lo quisieron y en su lugar acuden a lo que siempre han sabido hacer: el negocio expeculativo. Y no hablemos de la corrupción que tanto sacia a la empresa politiquería, sólo recordar las cacareadas noticias de mercados que no llegan a los hambrientos y con, por ejemplo, latas de atún que valen cinco veces más: el precio comercial son 5 mil pesos, casi dos dólares, pero que los mandatarios facturan por 25 mil. Otro ejemplo son los respiradores artificiales que las universidades públicas los producen 5 veces más baratos (13 millones) que las expulativas empresas internacionales y que hacen sentir su poder obligando a los gobiernos a restringir licencias a estas causas solidarias.
Dejamos para lo último con lo que comenzamos: el podamiento de la población. Vemos en toda éstas muertes Covid prevenibles años antes, algo que puede estar rentando mucho para las cajas registradoras del sistema pensional y de salud mismo, así como de los gobiernos. En los primeros, las muertes significan alivios por cesar las pagas a las cargas pensionales, y en los gobiernos el morir de esa mayoría de pobres es una carga menos en el consumo de recursos. Hacen morir la gente sin disparar un solo tiro, sin gastar una sola bala de cañón que tanta explicación o tanto escándalo puede demandar, por eso decimos que los dueños del mundo, los dirigentes gobernantes están muy felices matando dos pájaros de un sólo tiro. Y lo del llamado confinamiento o cuarentena, se nos hace una metodología sospechosa si ha de entenderse que los grupos de alto riesgo son los longevos octa y septagenarios hombres primero y luego mujeres, luego los que tienen comorbilidades (el Covid es mataviejos). Entonces no hay razón para encerrar, para declarar toques de queda o de excepción, nada distinto a contener la población, a evitar que se reúnan y generen masa crítica, que crezcan como una bola de nieve que se vuelve imparable y dañen el negocio de aquellos. En resumidas cuentas esta es la idea de podar, de hacer podamiento con la población mundial. Aplican al pie de la letra que la muerte no se le niega a nadie.
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