Perder el sentimiento de existir
«Las gentes que pierden el
sentimiento de existir votan por el Frente nacional »
Bernard Stiegler
LE GRAND ENTRETIEN
Nolwenn Le Blevennec | Periodista
27/06/2014 à 18h19
Con el fin de contrarrestar el ascenso del FN, “es urgente que la prensa retome su papel”, y que emerjan modelos económicos alternativos, explica el filósofo Bernard Stiegler. Entrevista.
Leyendo el libro de Bernard Stiegles, Amar, amarse, amarnos (Galileo, 2003) uno puede experimentar un sentimiento de desánimo.
El filósofo explica en su libro que los electores del FN son, como muchos de nosotros en esta sociedad enferma, víctimas de trastornos narcisísticos. Para salir de ellos, tienen la particularidad de designar chivos expiatorios. Es un síntoma, una manera de evacuar el malestar.
Es imposible discutir con perturbaciones y síntomas (solos los psicós saben hacerlo). Los periodistas pueden pues continuar agitándose, “fact-checker”, indagando, tratando de comprender a punta de retratos; no enchufan con nada, me dije.
Me fui entonces a preguntarle a Bernard Stiegler lo que puede y debe hacer la prensa al
día siguiente de las elecciones europeas, que han visto al FN alcanzar el 25% de los votantes.
Rue89: En Aimer, s’aimer, nous aimer, Ud. dice que los electores del FN sufren de una falta de “narcisismo primordial”. Entonces, ¿pueden ellos cambiar de opinión como una persona racional?
Bernard Stiegler: Yo me hablo con gente del Frente nacional, incluso hay algunos a los que quiero bien. Se lo digo muy francamente; algunos son más bien simpáticos. La mayor parte no son racistas ni antisemitas, sino gentes muy desafortunadas. Pero en cuanto a su pregunta, la respuesta es no. Nunca he tratado de disuadirlos de que no voten por el Frente nacional. Entre más tratara de hacerlo, más votarían por el Frente nacional. Es completamente inútil.
Es tanto más ineficaz en cuanto que, por una parte, no se están equivocando al expresar un sufrimiento. El paranoico, el psicótico, el neurótico nunca cuentan estupideces. Hay siempre un fondo de verdad. El problema es que ese fondo de verdad, que se vuelve patológico, expresa una enfermedad que no solamente es la de esos electores, es la de nuestra sociedad.
Lo que es específico en la patología de los electores del Frente nacional es que por su voto –que lo quieran o no– ellos se aferran a chivos expiatorios.
¿Cómo comprendió Ud. lo que los hacía sufrir?
En el libro que Ud. cita yo hablo de Richard Durn1. Me interesé en el sujeto luego de leer un extracto de su diario íntimo citado en Le Monde, y en el que Durn decía “haber perdido el sentimiento de existir”. Estas palabras me han golpeado enormemente. Yo a veces también he tenido el sentimiento de no existir. Y yo también pasé al acto; robé bancos…
Leyendo el artículo me dije: ese tipo era extremadamente peligroso,
pero… somos millones como él. Me dije que un día, la gente cada vez más numerosa que pierde el sentimiento de existir terminarán por votar por el Frente nacional en lugar de matar a otros o de robar bancos.
Me escandalizó la actitud de Eva Joly, al día siguiente de la primera vuelta de las presidenciales, que calificó el resultado del Frente nacional como una “mancha indeleble sobre los valores de la democracia”. Este tipo de afirmaciones son vergonzosas.
¿Cómo explicar esta liquidación del narcisismo primordial?
Viene de la organización ilimitada del consumo via el marketing y la
televisión. ¿Ha visto la película “el Festín de Babette”? Es una historia magnífica; una francesa que vive en Dinamarca decide hacer una comida inmensa, suntuaria. La película cuenta la preparación de esa costosa cena por parte de una modesta persona, es extraordinaria.
Cuando era niño, el almuerzo del domingo era importantísimo. Era
corriente en las clases populares hacer festines, como lo hace Gervaise y su ganso en la Taberna, de Zola. Es muy importante recibir a la gente, reunirse.
Es lo que el consumismo destruyó concretamente; ya sólo hay trajes listos para ponerse, comidas listas para comer, comida chatarra y yo no hay fiesta.
¿Cómo hacerles entender a los votantes del FN que ese sufrimiento
no está conectado con las cifras de emigración?
No sirve para nada decírselos; nunca lo entenderán. Precisamente,
entienden otra cosa si Ud. les dice eso. Entienden que Ud. no ha escuchado su problema. Y tienen razón. Aferrarse a un chivo expiatorio 2 es un síntoma.
Horroroso, extremadamente peligroso, y el nazismo es la explotación de ese síntoma a escala de la gran pesadilla del siglo XX. Un tal horror puede regresar; es incluso mas que probable; si nada decisivo pasa, será lo que terminará por llegar. Y de nosotros depende que eso no ocurra; pero no es insultando a los electores del FN como esto se va a arreglar.
Es totalmente vano decirle a la gente que deje de sintomatizar; hay que cuidarlos, quiero decir ponerles atención (en el sentido que le doy a esta expresión en Prendre soin, 2008 3), ocuparse de ellos, darles perspectivas, proponerles otro discurso distinto al de François Hollande y al de Nicolas
Sarkozy…
¿Cómo pueden los periodistas participar en estos cuidados?
Pienso que es urgente que la prensa retome su rol que es el de defender ideas, de hacerlas que se confronten, y por ahí, construir opinión. Esto quiere decir hacer escogencias políticas, estéticas, intelectuales, sociales, etc. y asumirlas. Le Monde diplomatique continúa haciendo ese trabajo, y es por esto que no dejo de leerlo, incluso si a veces me enerva.
Actualmente la desesperanza es el fondo de comercio del Frente
nacional. Para devolver la esperanza se requiere dar la palabra a los que tienen algo que decir, y que están dispuestos al debate público, y por acá reconstruir un pensamiento, conceptos y perspectivas, y socializarlas.
La idea de que las personas no quieren pensar es totalmente falsa;
cuando el Collège de Francia puso en línea sus cursos, millones de horas de cursos fueron descargadas. Ars Industriales, que hace conferencias a menudo difíciles, tiene una amplísima audiencia. Lo que las gentes rechazan no es el pensamiento, es la jerigonza de donde viene.
Si el capitalismo consumista se hunde, y si no hay un trabajo de invención de una alternativa a lo que fue la base de ese consumismo, a saber: el fordokeynesianismo (el “crecimiento”) que definitivamente está agotado, la extrema derecha se impondrá por todas partes, mucho más allá de Francia y de Europa.
¿Ud. piensa que está a punto de llegar?
En los años 80 pasó algo muy importante. Se operó la “revolución
conservadora”, fundada sobre la idea de que bien valía la pena liquidar el Estado y financiarizar al capitalismo, dejando que la producción se desarrollara por fuera de Occidente; este fue el comienzo del desempleo de masas.
Esta liquidación creó una insolvencia de masas disimulada por los
sistemas de sub-primas y de “credit default swap” muy provechoso para los especuladores, pero ruinoso para la economía, un hiperconsumismo extremadamente tóxico en el plano medioambiental, una gran miseria simbólica en el plano mental, y una precarización generalizada que provoca un sentimiento de inseguridad bien real y una desintegración social.
Es esta desintegración la que hace imposible la integración, no de los
inmigrantes, sino de la población misma en su conjunto, claro que siendo los inmigrantes los más expuestos evidentemente.
La crisis de 2008 ha puesto en claro esta insolvencia y esta fragilidad
extrema y estructural. Y ha arruinado de forma duradera la confianza, a lo que Snowden, pero también Fukushima y muchas otras catástrofes, han sumado sus efectos.
Un sistema económico no puede funcionar sin confianza, y este no tiene ya confianza. ¿Cómo se le puede tener confianza cuando el 55% de los jóvenes españoles están en el desempleo y todo el mundo se burla del asunto, mientras que la automatización está camino de reducir más el empleo en todos los sectores y en todos los países? ¿Quién ha hablado de esto en el curso de la campaña sobre Europa?
Las cajeras desaparecen…
Sí, ya no se tiene necesidad de cajeras, y dentro de muy poco ya no
necesitaremos choferes de camión, ni muchos de los técnicos, de los ingenieros, etc. Lo que está ocurriendo es la desaparición del empleo. Y si le creemos a la prensa, ni una palabra sobre toda esta cuestión en el recientísimo reporte Pisani-Ferry, como tampoco sobre el reporte Gallois que se presentó hace ya casi dos años… ¡Cuánto tiempo perdido! ¡y cuánto furor acumulado!
La automatización va a desarrollarse de aquí en adelante masivamente, especialmente porque lo digital permite integrar toda suerte de automatismos hasta ahora aislados, y que de ello resulte una baja rápida del costo de los robots.
Jeff Bezos, el patrón de Amazon, está buscando instalarlos por todas
partes en sus empresas. Arnaud Montebourg anunció hace un año que iba a lanzar un plan de robótica francesa.
El costo de la automatización va a disminuir, y las Pymes francesas van cada vez más rápido a poderse hacer con ello, incluso si no lo quieren, a causa de la competencia; y el desempleo se va a disparar. Sólo hay una solución para contener el ascenso proporcional del FN, es crear una alternativa al modelo keynesiano, un modelo contributivo.
¿Puede Ud. dar un ejemplo concreto de modelo contributivo?
En la economía contributiva, no hay salario ni propiedad industrial en el sentido clásico. Para darle un ejemplo, trabajé hace algunos años con estudiantes de diseño en un modelo de empresa de modo contributivo. La empresa se volvía un club de aficionados a la moda, en el que algunos contribuían con sus ideas, otros con sus compras, otros con el trabajo de confección, otros en todos estos frentes a la vez o alternativamente.
En épocas lejanas, que hoy se han vuelto míticas y totalmente
desaparecidas, la FNAC era una especie de cooperativa donde los vendedores eran ante todo apasionados de la música y de la fotografía, y donde los compradores de la FNAC no eran consumidores sino aficionados.
Hay gentes que se expresan extremadamente bien en su manera de
vestir. Tienen gusto, saben llevar sus trajes. Pienso que su saber bien podría ser compartido y valorizado.
¿Y cómo serían remunerados?
No es a escala micro-económica de la firma donde hay que plantear y resolver este problema; es una cuestión de macro-economía que debe superar la pareja valor de uso/valor de cambio, y promover lo que llamamos valor práctico (es decir saberes) y valores societarios (es decir que refuercen funcionalmente la solidaridad).
Es la valorización mutua, y por medio de una potencia pública
reinventada, de lo que Amartya Sen llama las “capacibilidades” <capacidadeshabilidades>, es decir el saber hacer, el saber vivir y los saberes formales, que constituyen la base de una economía contributiva. Es de hecho la generalización del modelo de los “intermitentes del espectáculo” que cultivan sus saberes con la ayuda de sus ingresos intermitentes, y que los valorizan cuando entran en la producción, y que se les querría destruir en el momento mismo en que se requiere por el contrario generalizar un tal estado de espíritu tan inteligente.
Yo insisto ¿qué rol puede jugar la prensa en esta reflexión sobre el
modelo económico actual?
Ante todo, ella misma debería inventar, por sí misma, dispositivos
distributivos. El fondo de ayuda a la prensa debería servir para esto, y los periodistas debería luchar por ello. Luego, es necesario que la prensa hable de la automatización, y más generalmente de lo digital en un sentido profundo, y no como “tendencia”, o en la rúbrica “geek”4, y que no esté en la denegación. La automatización viene, hay que asumirla, y dejar de decir que se va a invertir la curva del desempleo. Por el contrario, este va a aumentar considerablemente.
Toda suerte de personas reflexionan en escenarios que permitirían entrar en un nuevo mundo; en América latina por ejemplo, pero también en Norteamérica. Es necesario darles la palabra. Y se requiere solicitar la inteligencia de los lectores antes que presuponer que ellos sólo buscan el scoop5 o la información sensacionalista y vulgar.
De aquí en adelante el FN se presenta también como uno de esos
escenarios alternativos al ultraliberalismo…
Sí, es muy maligno. Esta mañana tuve la gran sorpresa de leer una
declaración de Florian Philippot6 que defendía la huelga de los ferrocarriles franceses en Liberation, a nombre del servicio público. Imagínese la desazón de los sindicalistas de la CGT y de SUD.
El Frente Nacional es una ideología ultraliberal disfrazada de anti-ultraliberalismo.
Jean Marie Le Pen es un ultraliberal. Todo el tiempo lo ha dicho, y
hoy lo es más que nunca. Está absolutamente contra el Estado, contra los funcionarios.
En cuanto a Marina Le Pen, diga lo que diga, ella tiene necesidad del
ultraliberalismo para desarrollarse; es su terreno, porque lo que atrae a sus electores hacia ella es la designación que ella hace de los chivos expiatorios, y lo que provoca esta búsqueda de chivos expiatorios es el ultraliberalismo al servicio del capitalismo financiarizado, pulsional y especulativo. ¿Qué es el FN?
Es el gran especialista en invertir causalidades.
El FN vive en la idea de que el sufrimiento es atribuible a los inmigrantes porque nadie tiene el coraje de ofrecer los verdaderos esquemas de causalidad nuevos que se imponen.
El FN destila miedo hablando de los millares de Mohamed Merah en latencia. Pero esos chicos que parten para Siria ¿no sufren del mismo trastorno narcisista que los electores del FN?
Por supuesto. A eso lo he llamado el complejo de Antígona. Antígona es un texto absolutamente fundamental.
Yo sostengo que los terroristas integristas, “beurs”7 o blancos, nacidos y educados en Francia, que de repente se volvieron musulmanes, son pequeñas Antígonas. No quiero defenderlos diciendo esto. Lo que quiero decir es que un adolescente tiene necesidad de sublimar, y de hacerlo como siempre “a nombre de la ley.” Antígona es una adolescente que defiende la “ley divina”. Merah es también un adolescente.
En un momento, esos chicos tienen necesidad de identificarse con su
padre; luego con una figura de ruptura con el padre al que acusan entonces de no encarnar correcta y sinceramente la ley. Buscan entonces otras figuras identificatorias. Pero si no encuentran ya posibilidades de identificación en la sociedad, y si viven en una sociedad que está a punto de hundirse, están dispuestos a comprometerse en lo que se ha llamado una sublimación negativa,
que puede conducir a lo peor. Estos siguen siendo síntomas.
Ud. puede hacer todo lo que quiera; esto se desarrollará aún por mucho tiempo e inevitablemente, si la sociedad no produce rápidamente capacidades nuevas de identificación positiva sobre ideas republicanas, constructivas y verdaderamente portadoras de porvenir.
Traduccido por Luis Alfonso Paláu, Medellín 27 de junio de 2014. Se publica con su autorización expresa.
Notas
1 Responsable de la matanza del concejo municipal de Nanterre, en 2002, n. de la r.
2 Lo que Bernard Stiegler llama un “pharmakos”, en la Pharmacologie du Front nacional,
Flammarion, 2013. n. de la r.
3 Poner Cuidado, sobre la juventud y las generaciones. Traducido por Luis Alfonso Paláu C.
Medellín, junio de 2008 – junio de 2012.
4 Geek es un término que se utiliza para referirse a la persona fascinada por la tecnología y la
informática...
5 Una nueva forma de reunir información para mostrarla y compartirla de una forma visualmente
atractiva en Internet…
6 Vicepresidente del FN. n. de la r.
7 Suena ‘ber’ como beurre (mantequilla). En árabe al poniente se le dice Magreb; de África noroccidental
vinieron los trabajadores explotados en Francia. Se invierte la palabra y se llama ‘ber’
a los hijos y nietos de lo inmigrantes magrebíes…
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