Por Mauricio Castaño H
Historiador
colombiakritica.blogspot.com
La política colombiana ni huele ni hiede. Nada que augure un giro de 180 grados. Para las próximas elecciones se nos ocurre el siguiente mapa político. Se advierte que no referiremos las llamadas encuestas, ellas sirven más bien a un maketing político, su estrategia es subir o bajar, inflar o desinflar a tal o cual candidato para producir un efecto esperado en la población de votantes, y mucho mejor, ellas bien sirven a los intereses de quienes las pagan, son traje hecho a la medida, por eso se pueden ver para todos los gustos, contrarias entre sí, ya muchos dicen que la verdadera encuesta es la que sucede el día de las votaciones allá en las urnas.
Germán Vargas Lleras es el más opcionado. Tiene a su favor ser el candidato del actual gobierno, toda la burocracia estatal le trabaja a toda máquina, está orientada hacia su campaña, también tiene la ventaja de haber contado con la chequera oficial durante el tiempo en que estuvo como alto funcionario de Estado, como vicepresidente repartió miles y miles de viviendas, inauguró importantes vías entre otras obras de infraestructura. Esto lo hace un candidato fresco y de fácil recordación en la memoria de la gente. Además de estos milagros del poder, cuenta con lo que coloquialmente se conoce como la maquinaria política, en sus filas está el grueso del clientelismo, se le han sumado 42 senadores de los partidos en especial de la U, Conservadores y liberales, los llaman los varones electorales porque son caciques políticos regionales que cuentan con más de 100 mil votos. Existen entidades estatales con mucho poder que están a su favor, esto le garantiza filar o disuadir algún indeciso so pena de que se lo aprisione alguna tenaza del poder. Y otro punto no menos importante es el respaldo de la élite bogotana, es su hombre de confianza y tiene mucho poder sobre las demás élites regionales, como la costeña o la paisa. Por lo demás, Lleras se ha quedado con muchos de los votos del Uribismo en esencial de sectores incluso que son catalogados de derechas.
De los candidatos paisas Iván Duque, vástago y sombra del expresidente Uribe, es el más sobresaliente, sus críticos lo asocian con un títere que habla y gesticula según sea el tinglado que pulse su patrón. Sus votos son sólo de su jefe y de nadie más, le calculan de 2 a 3 millones y por esta razón sus copartidarios senadores no suman. Y como lo mencionamos más arriba, muchos votos del uribismo fueron a parar a las filas del llerismo, la región de la Costa y Córdoba por ejemplo.
El otro paisa candidato es Sergio Fajardo, se ha mostrado en los debates y medios de comunicación flojo y sin preparación, repite un estribillo de la decencia queriendo decir anticorrupción pero cuando se le pide como llevar eso a la práctica no sabe responder. Su poca votación está en Antioquia que es uribista, y algunos votos de opinión que en últimas se los resta a Duque y a Petro. De la Calle es otro candidato solitario, es el candidato de la memoria del olvido, su partido liberal en cabeza de su jefe César Gaviria le secuestró su candidatura, no le aflojaron dinero para hacer su campaña como tampoco le avalaron acuerdos políticos interpartidistas. Su gran bandera de la paz fue su gran fortaleza, pero también su gran debilidad. Una vez hechos los acuerdos con las guerrillas de las Farc, esto se volvió parte del paisaje, las gentes les resbala el tema de la paz y el meridiano político pasa por otros temas.
Gustavo Petro es el otro candidato, fue riguroso legislador y alcalde de Bogotá querido por muchos y odiado por otro tanto. De izquierda realmente no es, sí es un reformista liberal, su plataforma política tiene que ver con las garantías de un Estado Social de Derecho: Salud, Educación, dignidad laboral, y otros temas con los que se ha conectado con los jóvenes y sectores con lo ambiental y el transporte masivo responsable. Ha dado la sensación de que conoce y ha estudiado los grandes temas del país. La gran dirigencia aún no le perdona su pasado en la guerrilla y que no es hombre dócil para los grupos económicos.
El censo electoral aumentó por los veinte millones. Por lo que se sabe la maquinaria electoral, el clientelismo ha manejado votos amarrados que fácilmente llegan a los cinco millones más algunos de opinión. La izquierda con Petro alcanzó los casi tres millones de votos en la consulta partidaria, se espera aumente con los jóvenes y sectores sensibles a los temas ambientalistas, energías alternativas y movilidad masiva. La otra votación estará en los otros candidatos y el cálculo de dos millones de votos nulos, el diez por ciento que se calcula en toda elección. Así las cosas, existen dos candidatos que pueden pasar a la segunda vuelta, Lleras y Petro, dos orillas en esta fauna electoral.
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