Historiador
Colombiakrítica
La hipótesis es la siguiente. Las familias son tan diversas como lo es la vida, sólo que con el nacimiento del Estado Nación y más allá con la sociedad industrial, se tomó partido por la Familia que estimulaba el amor para siempre en el seno de papá, mamá e hijos. Allí su intención no era otra que garantizar la reproducción de brazos y manos baratos para la fábrica. Era el modelo ejemplar, a seguir, lo demás era reprochable. Por lo pronto, en este mundo, el miserable, el indigente era quizá el espejo que les esperaba a los rebeldes del amor Mariano o divino.
La maniobra funcionó y funciona aún hoy, pero con una variante que tiene la edad de la píldora anticonceptiva, que liberó a la mujer de su confinamiento en las cuatro paredes de su alcoba familiar para llevarla al encierro del mundo fabril. Contrario a lo que se ha creído, esta píldora fue en pro de ampliar el ejército obrero con la mujer libre de las tareas hogareñas. La idea es de Oliver Tinland.
Está participación económica de la mujer en la sociedad, desató cambios sustanciales en la estructura familiar. El universo diverso de las familias colombianas, puede apreciarse en las siguientes cifras oficiales del Departamento Administrativo de Estadística (Dane). Por ejemplo, en Colombia el 43,1% de los hogares colombianos tuvieron en 2021 como jefe de hogar a una mujer. Y de una población de 51,2 millones de habitantes, se agrupan en 17 millones de hogares que viven en 16,2 millones de viviendas.
En su estratificación socioeconómica se tiene lo siguiente: 21% de los ciudadanos pertenecen al estrato 1; y 32% pertenece al estrato 2, mientras que el 29% pertenecen al estrato 3. Y 11% al estrato 4. Únicamente 7% de los ciudadanos pertenecen a los estratos 5 y 6. Otros datos significativos son: la población económicamente activa es de 8 millones y sólo una de cada tres personas en edad jubilarse lo logra. Y para alimentarse bien una mujer debe invertir alrededor de setecientos mil pesos y un hombre ochocientos mil.
Pero nos interesa resaltar las siguientes inferencias obvias. En esos dos extremos de pobres y ricos, la clase media amortigua o recae sobre ella el mayor esfuerzo económico en la sociedad. En cuanto a los hogares o familias, es cosa bien sabida, la variedad en la composición familiar: hogares monoparentales, familias, extensas, reconstituidas, conyugales, poliamorosas y hasta multiespecie, al punto que muchos prefieren a su mascota que a su pareja a la hora de elegir con quién se quedan.
Hace algún tiempo entrevisté a unas funcionarias de Comisarías de Familia de Medellín y resaltaron los siguientes aspectos. Muchos de los usuarios son mujeres reclamantes a sus exparejas de sus derechos económicos para sus hijos o cuotas alimentarias, regulación de visitas de hijos comunes, agresiones por celopatía. Otros aspectos tienen que ver con la pobreza, agresiones y hacinamiento en la vivienda donde conviven varias familias; abuelos abandonados y desprotegidos.
Pero es la familia y la mujer el foco en el que se centró el mundo del capitalismo para generar toda su riqueza. Son dos actores que no sólo conocieron la dureza de toda una vida dedicada a su producción, sino que ahora son botados a la calle como lo hace el mal padre con sus hijos. Gracias a la robótica, a la inteligencia artificial, la fuerza humana para la fábrica se volvió obsoleta, cada día miles y miles de trabajadores son despedidos de sus empleos o simplemente quien empieza a buscarlos ya no los encuentra. Pero no es para sentarse a llorar. Toda pérdida trae una ganancia. Por años, por siglos se ha pasado por alto la distribución de la riqueza y de los recursos que a todos pertenecen, como dicen los economistas sociales, la Renta Básica es derecho fundamental por el sólo hecho de existir en este mundo, y no sólo el nuestro, el humano, sino el de todos los seres que nos acompañan en este planeta y en esta aventura llamada vida.
En suma, estar atentos a esas mil variadas formas en que se organiza la sociedad, hasta en la indigencia hay reinvención, recuerdo a Bataille en su expresión que el miserable, el indigente es la protesta silenciosa contra el capitalismo, porque nada más improductivo que ese ser que vive de las sobras arrojadas a la basura. Por lo demás, el amor para siempre estalló en mil pedazos para dejar ver la variedad diversa en el vivir
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