Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombiakrítica
Prender la radio, la televisión, navegar por las redes sociales, allí están los caminos trazados por donde la opinión pública debe virar, transitar. Día y noche somos formateados por los mass media, desde que salimos hasta que se entra de nuevo a la casa. Ante tanto pasquín mediático, buenas son las fuentes directas. Voy al Twitter, busco las tendencias que son flujos de opiniones en pro o en contra, todo depende de la capacidad de mover recursos económicos o ideológicos, las llamadas bodegas o cuentas falsas o robotizadas también sirven para inclinar la balanza, todo depende de qué tantos recursos se tenga o qué tan inescrupuloso se es, aunque no hay Poder que no lo sea.
Las temáticas allí en las redes sociales son variopintas, van desde la novedad de la muñeca barby, pasan por el fútbol hasta por la fauna política. En este tema es dónde más se evacúan odios. Allí hay que caminar con sigilo nietzcheano para que el polvo de la batalla no opaque la verdadera victoria. Sí, donde hay mucho ruido, prestar todos los sentidos a lo que se quiere ocultar. Así funcionan las llamadas tendencias en Twitter, poner de forma masiva a sus súbitos y peones, muy en la madrugada, desde las 5:00 AM, a dar me gusta, retwittear, comentar; desde cinco mil y mucho mejor después de veinte mil, incluso treinta mil, se logra ser tendencia en el país. Allí estarán ubicados los temas en primera plana en las redes sociales. Lo que no aparezca de forma masiva es como si no existiera.
Todos juegan como al gato y al ratón, todos hacen las fuerzas según sus capacidades, si tienen periódicos, telediarios, mayor será la ventaja. En ésta época de agite en la doméstica colombiana, los principales opositores al gobierno nacional, son los grandes medios de comunicación nacional, que como bien se ha dicho, son armas corporativas para elogiar o desprestigiar a quien a bien se tenga. Dicho de otra manera, los medios de comunicación son aparatos de poder de los grandes empresarios, con ellos ensalzan, ablandan o doblegan a quien no piensen ni modulen como ellos.
Es curioso que hemos utilizado un lenguaje de mundos pasados, en especial del mundo del vasallaje, cómo si aún viviéramos en tiempos del esclavismo con unos cuántos señores dueños del país y que sólo ellos pueden hablar a través de sus voces alargadas en periódicos y telediarios, que ordenan a sus trabajadores qué decir y, muy a su pesar, a votar por los gobernantes más retardatarios para la democracia. Recuerdo un estribillo de que nunca fuimos modernos, si por ello ha de entenderse la comprensión del mundo de la razón moderna y del que se le escapó a ella, para muestras está un botón: estamos amenazados en morir en el planeta por una explotación irracional. El hombre como ombligo de la tierra (universo?) ha fracasado, también lo han dicho los que han transitado por los senderos de la pacha mama.
La vida por sí misma es sabia, dicta sus reglas, lo vivimos con el covid 19, amos y señores, obreros y patrones encerrados a la espera de la comunidad de reabaño, a la espera que la vacuna hiciera su milagro. Hoy las olas de calor, los movimientos de tierra generan nuevos desplazamientos. La alerta la ha dado la misma razón humana en su expresión antropoceno, un planeta explotado de forma irracional que compromete su propia existencia y la del mundo entero, es morir matando que dice el estribillo. Fue la caída del Muro de Berlín con la Perestroika que desenterró al amo y hundió los sueños de la emancipación, pero otros mundos, otras lógicas, otras liberaciones nos esperan. ¿Estaremos dispuestos a un formateo más solidario o por lo menos sensato? Ya veremos.
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