Mauricio Castaño H
Historiador
Colombiakrítica
Un paso a la vez. Soy larva, soy oruga, soy crisálida, ahora soy mariposa. Metamorfosis quiere decir más allá de la forma, sus variaciones nos recuerdan los procesos de cambios a los que estamos sujetos: niños, jóvenes, adultos y ahora seniles. El tiempo que pasa pero que a la vez queda, tiempos acumulados, tiempos idos, que retornan y regresan, van y vienen. Un día nuevo, un nuevo amanecer es una nueva batalla por dar, ir hacia adelante, en zigzag, quizás retroceder un poco, coger fuerzas, afianzar impulsos esquivos.
De niños la familia es pilar para romper el cascarón, queremos salir a buscar nuestros propios caminos, la edad adulta significa ganar independencia, el individuo se reafirma caminando a contracorriente, uno se reafirma en la negación de los propios modelos parentales, por ejemplo. Crecer es ganar independencia hasta poder fundar la propia familia que nos identificará incluso hasta la tumba, busco a otro en el cual me reafirmo, no importa si se pasa de uno a otro, ensayo y error no es rareza hasta encontrar la media naranja como suele decirse.
El encontrarse así mismo es el motor vital que nos impulsa a seguir hacia adelante, a sacar de adentro, de lo más hondo de nuestra existencia, ex- istir quiere decir afuera, ese algo que nos da cierta plenitud, nuestro sentido de la vida pasa por esas pasiones que logramos identificar y lucharlas, las mismas que nos mantienen con vida, sin ellas la vida fallece, está seca, vacía, vamos de aquí para allá dando tumbos, dándonos contra las paredes hasta encontrar ese algo huidizo.
El ser es social nos vivifica, en la soledad nos perdemos. La vida es mejor en compañía así sea con nuestros propios fantasmas, no importa que al final, en el acto final de la muerte estemos solos, aunque sería mucho mejor decir: en ese acto final nos entregamos a la transformación, a la metamorfosis, todo es del gusano, seremos humus, tierra, del polvo vienes y al polvo te convertirás. Pero sobre todo, la vida es movimiento, es motivación, algo porqué luchar. Todo tiene que ver con todo, la hormiga que cruza mi andar puede ser el resurgir de mi más próximo, de mi prójimo, incluso del ser que ya es nada, es decir, es metamorfosis.
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