El Demócrata y El Fascista de Cafetín

Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombiakríticaa

Fluidez del Poder



El agua entre las manos se escapa por más que se le quiera retener, ella percola, fluye por los intersticios entre dedo y dedo. Así mismo sucede con el Poder, por más que se le quiera tener todo el tiempo se está escapando, son muchos flujos difíciles de controlar. Nadie se baña en las mismas aguas de un río. Sala de crisis suelen llamar los hombres de poder. Los mitos que se derrumban.


El día de mañana no está bajo nuestro control, bajo nuestra gobernabilidad, cada día trae sus propios afanes, tiempos y hechos por venir, inéditos. Todo es probable, eslogan de las compañías aseguradoras. Lo contingente, la hacceidad fluye, es constante. Gilles Deleuze bien define el Poder desde líneas de fuga, flujos constantes venidos de acá y de allá, de todos lados, todo tan en movimiento, todo tan cambiante, para nada inmóvil, para nada absoluto. Y mucho menos binario: bueno malo, blanco negro; más bien múltiple, multiplicidades.


Micropolítica y Segmentaridad


Definir el Poder no desde un dualismo de bueno o malo, falso verdadero sino por unas multiplicidades relativas, quizá fugaces, momentáneas, provisionales. Acudimos a la lectura de Mil Mesetas en dos de ellas: Micropolítica y Segmentaridad, y Tres Novelas cortas o ¿Qué ha pasado?. Se llaman mesetas en vez de capítulos porque la tierra así está conformada, son capas, una sobre otra, mesetas, es toda una evocación a la tierra misma, a la geología en donde nos desplegamos, replegamos, allí nos vivimos, allí dejamos nuestras huellas, nuestros rastros que nos retrotraen, nos llaman, las raíces están ahí para hacer vínculos de flujos, dejar pasar a uno y otro lado, incluso retener, los mojones son una especie de afianzamiento. Por lo demás la vida misma es un proceso de demolición, derrumbe, hecha de fragmentos, de tiempos que fluyen y fluyen. Mis asuntos, tus asuntos, el atardecer que nos asombra, un nuevo día que promete lo peor.


Líneas duras, Flexibles y Abstractas


Por ejemplo, en un espacio coexisten tres tipos de líneas totalmente entramadas: tribus, imperios y máquinas de guerra como en las sociedades nómadas sin Estado, no así carentes de organización social, sino cómo explicar sus acampadas, sus tiendas de almacenamiento, sus jerarquías para decidir, para tomar ésta o aquella decisión de ponerse en marcha o permanecer por algún tiempo en determinado territorio. Van y vienen acorde a sus variables nómadas. Las dos primeras, tribus e imperios, son familiares a diferencia de las máquinas de guerra que refieren a sólo fuerzas incluso sin Estado, como en las sociedades nómadas.


El Tiempo que Pasa


Así como el agua que fluye y se escapa, así mismo, otro tanto sucede con el tiempo, las cosas que pasan, que suceden en cada momento, el poder está hecho también de fragmentos de tiempos, de flujos. El tiempo que fluye, el tiempo que pasa, todo el tiempo está pasando, deja huellas pero sigue. Viene a bien  la distinción entre cuento y novela corta para definir dos tiempos, el tiempo que pasa y el tiempo de suspenso de algo que pasará. En el cuento se mantiene el suspenso todo el tiempo de que algo va a pasar y sólo se conocerá hasta el final. Mientras que en la novela corta todo el tiempo algo está pasando, mis asuntos, tus asuntos, la vida como proceso tal vez de demolición a decir de Fizgerald.


Flujos de Deseos y Creencias


En la línea de fuga siempre huye algo. Son tres líneas, tres segmentos: duro, blando y abstracto. Flujos de deseos y creencias son la base de toda sociedad. Los grandes hombres de poder son los que se conectan con flujos… el verdadero hombre de Poder es el que se conecta con flujos y deseos de las gentes, si Hitler conquistó el Estado, o mucho mejor El Estado Mayor, fue porque se conectó con los flujos de deseos y costumbres del pueblo, de las gentes. 


El maquinista de la Alemania nazi que todos los días se alentaba, se impregnaba de ternura y amor de esposa e hijos para pilotear los vagones gaseados de muerte judía. Es el micro fascismo que uno mismo encarna, con el que se conecta el gran fascista que hace del Estado un traje a su medida, nada es gratuito, nada es ingenuo. Diferente es el burócrata de Estado, el hombre de Estado tipo estalista, es todo un entramado de maquinaria estatal, la toma de una decisión pasa por varios burócratas como lo describió Kafka en el Proceso.


Estado Fascista versus Estado Totalitario


«Daniel Guérin tiene razón cuando dice que si Hitler conquistó el poder, más bien el Estado Mayor alemán, fue porque disponía previamente de micro organizaciones  que le proporcionaban ‹un medio incomparable, irreemplazable, para penetrar en todas las células de la sociedad,› segmentaridad flexible y molecular, flujos capaces de impregnar cada tipo de células. Y a la inversa, si el capitalismo acababa de considerar la experiencia fascista como catastrófica, si ha preferido aliarse con el totalitarismo estalinista, mucho más sabio y tratable a su gusto, es porque este tenía una segmentaridad y una centralidad más clásicas y menos fluentes. 


El Fascismo es movimiento de Masa


Si el fascismo es peligroso  se debe a su potencia micro política o molecular, puesto que es un movimiento de masa: un cuerpo canceroso, más bien que un organismo totalitario. El cine americano ha mostrado a menudo esos dos núcleos moleculares, fascismo de banda, de gang, de secta, de familia, de pueblo, de barrio, de automóvil, y del que no se libra de nadie. Nada mejor que el micro fascismo para dar respuesta a la pregunta global: ¿Por qué el deseo desea su propia represión? Por supuesto, las masas no sufren pasivamente el poder; tampoco ‹quieren› ser reprimidas en una especie de histeria masoquista; ni tampoco son engañadas por un señuelo ideológico. 


El Deseo de Ser Fascista de Ti y de Mí


Pero el deseo siempre es inseparable de agenciamientos complejos que pasan por niveles moleculares, micro formaciones que ya moldean las posturas, las actitudes, las percepciones, las anticipaciones, las semióticas, etc. El deseo nunca es una energía pulsional indiferenciada, sino que es el resultado de un montaje elaborado, de un engineering de altas interacciones: toda una segmentaridad flexible relacionada con energías moleculares y que eventualmente determina al deseo de ser ya fascista. Las organizaciones de izquierda no son las últimas en segregar sus micro fascismos. Es muy fácil ser antifascista al nivel molar, sin ver el fascista que uno mismo es, que uno mismo cultiva y alimenta, mima, con moléculas personales y colectivas.» (219)


Cuatro Peligros a Evitar


Si la vida se la juega en cada momento, en cada instante porque todo es devenir, líneas de fuga, Segmentaridades, flujos de costumbres y deseos, viene a bien la advertencia de cuatro peligros a evitar. La referencia es a Gilles Deleuze en Mil Mesetas en la página 231 de la edición Pre-textos. Los cuatro peligros a evitar son: el Miedo, la Claridad, el Poder y el Hastío, todos ellos arrastran el deseo de destrucción de uno mismo pero acabando con todos los otros, es la realización de la fórmula del quiero morir matando. Pero es el Hastío en donde se realiza el deseo de la destrucción, la pasión de abolición fascista, si voy a morir entonces que todos mueran conmigo, son los ríos de sangre, los baños de sangre, es el estúpido canto de viva la muerte de Hitler, del fascismo.


El Miedo


Constantemente tememos perder nuestra seguridad, todo es tan frágil, estamos tan bien, pero todo se puede venir abajo, caer en donde toda la vida esquivamos, luchamos a diario para no caer, para no ir al precipicio, no tocar fondo. 


La Claridad


Son las micro percepciones sonoras y visuales que revelan espacios y vacíos, franjas imprecisas, es algo así como la claridad del microscopio que nos devela lo que no alcanzamos a ver con nuestros propios ojos, es quizá, visitar los socavones del horror a los que tanto tememos caer. Emerge el fascista en nosotros de juez con la misión de justiciero, de un policía, de un gánster, en los miedos nos refugiamos en nuestros agujeros negros.


El Poder


Del olor a muerte está infestado el hombre que se cree salvador y en la derrota quiere arrastrar a todo un pueblo a la tumba. Corresponde al demagogo de cafetín pero también al alto funcionario fascista. El Estado totalitario controla todo a diferencia del Estado Fascista que su poder es de barrio, esquina, el ama de casa, el obrero, todos ellos son fragmentos que suman, se conectan con su gran líder salvador.


El Hastío


El Hastío es el más peligroso de todos. Es la pasión de abolición. Si vamos a morir, que la nación perezca. Es el deseo de matar y morir, pasión de abolición, morir matando, matar y comer del muerto. El Poder: Es el demagogo de cafetín pero también el alto funcionario fascista que quiere arrastrar consigo a todos al matadero.


Es la pasión de abolición, de destrucción, es esa pasión del nihilismo realizada en el fascismo. Es el éxtasis de muerte… Se quiere la propia muerte pero que lleva implícita la de los demás, morir matando. Es el führer que arrastra a las tinieblas y a la nada, visitación de las tinieblas, del abismo y de la nada, se anhelan ríos de sangre por todos los caminos, es el suicidio no como castigo sino como coronamiento de la muerte de los demás. Allí se encuentra el grito estúpido y repugnante de ‹viva la muerte› de un Estado Suicida. (p. 34)


Todo fluye, todo deviene, nada se queda estático


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Constelación del Yo

 Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombiakrítica
Imagen: Caminos de Cipreses Vincent Van gogh

Vida y Territorio

Configuración Socio Material del Yo


Toda existencia se desarrolla sobre un espacio, allí nos desplegamos, nos replegamos, allí quedan nuestros rastros, nuestras huellas, suele a bien llamarse a todo esto la configuración socio material del yo, allí se devela ante la mirada atenta, todo un entramado de socio dinamismo que constituye al ser, porque somos vínculos, interdependencias entre nosotros mismos y todo lo demás que nos rodea, seres, cosas y todo lo que constituye la vida. Por ejemplo, el hombre que trabaja, se divierte, reza, habla con amigos, todo esto en espacios diferenciados forma un tejido, un flujo físico, socio material. El afuera desarrolla los dramas del adentro, el cuerpo sirve para ocultar aquello que no queremos mostrar.


 El Ser y sus Vínculos

Socio Dinamismo


El yo depende de un desarrollo socio material, caminar, habitar, todo tiene que ver con todo, es un socio dinamismo, el ser siempre en movimiento, el yo, salvo una patología, no se encierra sobre sí mismo, está en constante interacción, el afuera nos constituye más de lo que creemos. Somos seres sociales que nos desarrollamos sobre el espacio, es la configuración social y espiritual sobre el territorio, toda una cartografía que nos devela en lo que somos. Y la casa más que el paisaje, encierra la sociedad entera.


El Yo y su Constelación Socio Espacial


El yo interioriza una constelación socio espacial, toda una cartografía si se quiere subterránea. Todo está y se desarrolla sobre el territorio, todo está allí, a flor de piel, no es necesario visitar profundidades, todo está, todo se desarrolla sobre la superficie. El adentro sale, se exterioriza en el afuera, sobre el territorio se vierten las costumbres, valores, patologías y todo el viviente se nos presenta a los ojos atentos que le saben mirar, escudriñar, leer. Es todo un tema de física espacial. Son parámetros socio dinámicos los que definen al ser.


El Otro en el que me Transfiero


Sólo se Odia lo Querido 


Nos exteriorizamos, nos transferimos en un otro o en el afuera. Amamos a quien nos reafirma. Y lo inverso también, el amor invertido en odio, sólo se odia lo que ha sido más amado, yo tengo al otro pero de manera negativa. Se ama lo que se absorbe.


La máscara da un juego ambivalente, me muestro pero a la vez me escondo, por ejemplo, el neurótico se instala, se esconde en un juego, en un goce autístico, allí se instala en la enfermedad para resolver sus problemas y transgredir sus prohibiciones. Incluso negarse así mismo en una auto acusación despiadada, es el goce autístico, una melancolía realizada, trabajada. Luego viene liberarse, disolver lo que se ha introyectado y liberarse de la ultra posesión (el duelo). (p.31).*


Depresión, Melancolía, Duelo


Dagognet cita a Freud. «Frued acercó la ‹depresión a la conducta de duelo: la misma angustia, el mismo desgano de vivir, incluso el mismo negativismo, es decir, pérdida del sueño, del apetito, de las iniciativas. No obstante, uno de los dos invierte al otro y lo muestra en espejo: en lugar de evocar al muerto, en mantenerlo así presente alucinatoriamente (exterioridad positiva), aquí, en la melancolía, uno se lamenta de sí y de su oscuridad, se desgranan las razones de despreciarse corporalmente (interioridad negativa). Amo lo que ya no tengo pero de manera negativa, a manera de un envenenamiento… Sólo se detesta lo que se ama, lo que se ha amado, lo que se ama demasiado. Por ello hay que licuar, disolver, liquidar, destruir lo que está, lo que se ha apoderado de mí. Lo destructivo, lo agresivo se volverá entonces posesivo.»


Desplazar la Violencia hacia un otro


Se mata para integrar mejor a un yo que amenaza deshilacharse. Lo que no es una reabsorción ultra posesiva. De allí que uno nunca se suicida, uno mata al intruso que hay dentro de mí, que se ha apoderado de mí de manera abusiva. Incluso también en el asesinato está esa violencia indirecta, desviada, mato a un otro sobre el cual desplazo una venganza que viene de un tercero, la víctima, es decir, quien está en reemplazo de otro, recordar que víctima quiere decir inocente, vice, el que sigue, el segundo, quien está en lugar de otro para saciar una sed de venganza. Es el homicidio, el asesinato, toda una cantera por descubrir. Por lo demás, el cuerpo, nuestro cuerpo sólo sirve para ocultar, para enterrar. Mientras más quiero ocultar, más me muestro, mientras callo, hablo con la punta de los dedos. todo deja rastro, huellas, un grano de arena, un fragmento de roca nos entrega el universo entero a la mirada atenta que le sabe leer. Así, el  Mundo entero se convierte en un texto sin autor.

Depresión


Las Conductas de Duelo


Se está claramente en presencia de dos conductas tenebrosas, funerarias, quejumbrosas, pero esta es una diferencia decisiva, el deprimido no llora a un desaparecido: se lamenta de sus deterioros inferiores, de su afeamiento corporal, de sus incapacidades notorias, de una culpabilidad moral que está en el origen de un tal desastre personal. Se ha insistido quizás en la atmósfera psicológica irrespirable (la indignidad, los escrúpulos y las confesiones humillantes) pero nunca faltan al menos las premisas de un delirio visceral: órganos envenenados, taponados, deteriorados, gastados.


Socio Dinamismo, el Ser y sus Vínculos


La ciudad, a diferencia de los pueblos chicos, ya no se regulan por el campanario parroquiano de curas y monaguillos, es otro dinamismo el que la mueve como el del mundo mercantil. Por lo menos es lo que que más jalona a nuestra sociedad actual, el homo ludens festivo, ruidoso, alucigenado.


Somos Seres de Vínculos que nos Constituyen


El hombre no puede concebirse por fuera de un dinamismo socio dinámico, el va de aquí para allá tejiendo una trama, ocupa este territorio, luego aquel otro, lo motivan unas distancias con respecto a otros, ora se siente atraído, motivado por una cierta intensidad de los pasajes, es todo un juego de desplazamientos posibles, una pura topografía psicológica, es toda una lógica del diagrama y del mapa. 


El yo depende de una configuración socio material, es toda una tecno economía que si no determina, por lo menos es solidaria de un adentro pero también de un afuera, de un yo socio dinámico.


A nuestro manera, sea éste un homenaje a Francois Dagognet, estos flujos, éstas lineas que dibujan una cartografía del yo sobre su geografía, referimos el libro *Una Epistemología del Espacio Concreto, Neogeografía. Universidad Nacional de Colombia, Medellín, 2002.


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Trama Social de la Guerra

Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombiakrítica 
Imagen. Goya. Tertrat Fernando VII

La Guerra es Trama Social


«En una sociedad en la que la palabra paz es desconocida, en la que los únicos rituales colectivos son los que anuncian y concluyen el ejercicio de la violencia colectiva, la guerra no es para nada un accidente desgraciado sino claramente la trama misma de la vida social.» (Phipe Descola, op. p. 272)

El hombre es un depredador. Ayer con lanza y trampas cazaba a la presa. Hoy la lleva del supermercado a la mesa. Es cierto, lo común al hombre es la depredación. La caza... y su símil: la guerra es la ocupación frecuente de las sociedades. Son flujos de guerra, amor, paz. Porque todo hace parte de unas velocidades que fluyen de esa realidad llamada humana. La guerra hace parte de la trama social humana, es una constatación antropológica que nos enseña cómo se forja el carácter, la valentía, es una  formación de la personalidad que bien sirve a lo diario funcional de la vida, a la sobre vivencia y a las creencias cosmogónicas que se viven en cada individuo, en cada comunidad dada para enfrentar adversidades.


El Hombre es un lobo para el hombre


Pero la depredación no sólo lo es para la caza, para proveerse alimentos, también funciona con los seres de su misma especie, el hombre es un lobo para el hombre. El hombre acumula Poder matando, cada asesinato, cada cadáver es un trofeo a exhibir en las propias tropas y en la sociedad sedienta de sangre, de triunfo. Los soldados son la logística del pueblo entero que los aclama. Regocijo pero también terror produce el asesinato ante el enemigo que ve su tropa disminuída. Terror ante las cabezas exhibidas como trofeos por su adversario o simplemente usadas para diversión que hace las veces de pelota de fútbol pateada una y otra vez hasta hacer el gol.


Diversión, trofeo para unos, miedo para otros. Se acumula poder con las bajas enemigas, con el miedo y terror que desmoraliza y espanta a los adversarios. Mientras más se mata, mientras mayor es la crueldad y dolor infringido, más poder se acumula por el terror que se derrama, que se esparce a lo largo y ancho de la geografía, el rumor es tan veloz y más aún si es de crueldad, nadie quiere sufrir, nadie quiere ser alcanzado por la garras enemigas, nadie quiere dolor, mejor huir, escapar, al miedo no le han puesto calzones, reza el refrán popular. Y más vale un cobarde con vida que un valiente en el cementerio. En camino largo hay desquite. La venganza no cesa.


La Fiesta de la Guerra


Para alguien familiarizado con la confección de las sociedades humanas, no será extraño que la guerra es una trama de la vida social, un recurso que tienen los grupos humanos para forjar la valentía, y sobre todo la potencia de fuerza que proteja y garantice una cierta victoria. La superioridad es lo deseado y la victoria es la meta a alcanzar que todos desean.


Y aquello tan sólo, por decir lo menos o lo más, es un recurso depredador de nuestros tiempos remotos, de nuestro origen animal. Seguimos siendo ese animal que a falta de la caza se inventó la guerra. Se va a la guerra engalanado, igual a como se va a una fiesta, nadie puede negar la sed de sangre que asiste al guerrero, cortar cabezas o cualquier miembro del enemigo es un trofeo de guerra que da regocijo en la propia tropa y en la sociedad que los espera para alzarlos en hombros. Solo la hipocresía apenas sí simulará que es cosa extraña y horrorosa, pero en los pasillos y círculos cerrados celebrarán a los cuatro vientos. Así es la mojigatería de pulcritud y rezandería. Las viejitas rezanderas que dan dedo para ver el muerto caer y luego lavan el pecado con rezo y hostia en el misal. Son violencias acumuladas que apenas logran saciarse, antes iban a ver a la bestia, al toro morir con el oleeee de la espada, hoy prohibidas las corridas de toro apenas si sacian con el desfile de muertos en los noticieros noche y día, todo el tiempo.  Nada... cosas de todo día. 


El Poder Acumula Fuerzas


Toda relación es una medición de fuerzas, esto es una relación de Poder. Quien en últimas es más fuerte, tiene mayor dominio. Es una verdad de perogrullo. Pero lo que es diferente es la manera de resolver las diferencias, mediante mecanismos pacíficos, de diálogo o mediante el ejercicio de la fuerza, de la violencia hasta someter o liquidar al otro. Ello es otra cosa bien sabida. Pero lo interesante del asunto es el por qué llevamos tanto tiempo en estos ensayos de violencia y de muerte, sin lograr poner freno a los baños de sangre que se han vuelto tan de diario vivir, incluso algo que puede sonar incómodo o por lo menos inescrupoloso: a muchos divierte el dolor ajeno sino de manera abierta, por lo menos en voz baja en pasillos y cafetines. 


Zoo Politikon


Pero también es cierto que luego vendrá el freno del zoo politikon, el animal político que hace reglas y cuya expresión máxima es el Estado, la cosa pública del bienestar general. No quiere decirse con esto que la historia es lineal, por el contrario, lo contingente, los devenires son en el aquí y en el ahora. Cada lugar, cada época y cada sociedad viven sus propias experiencias, y cuando más, decir con Gilles Deleuze que todo se repite de diferente manera, diferencia y repetición es un buen principio. Pero lo cierto es que la forma Estado, La Nación fue el camino tomado, definición de unos límites territoriales que encierran un sentir nacional en costumbres e identidades, el sentimiento de una nación suele decirse para significar aquello que los agrupa. Y que estar por fuera es vivir la extrañeza, el apátrida es quien está despojado de esa configuración nacional.


Feudo, Dominio, Límites


Un feudo, un terruño, unos límites. El mundo es ancho pero ajeno. Una historia bastante conocida. Desde la aparición de la especie homo sapiens, los hombres viven en grupos humanos, juntos mucho mejor para enfrentar las adversidades, vivir es luchar para contrarrestar las fuerzas que se oponen a la marcha de la vida, cazar pero también el camping para el descanso y dar protección a las inclemencias del clima, y claro de los intrusos que merodean listos para atacar y disputar la presa cazada, guardada, almacenada. Es cuestión de supervivencia.


En suma, alimento pero también territorio es la ecuación existencial. El gran poder acumula Tierra, grandes extensiones de tierra fue lo propio del Feudalismo. Mientras más territorio se tenga más se ostenta Poder. En otrora los Reyes y sus reinos se fundaban, se sustentaban con el mayor territorio acumulado. Tener Poder era en proporción a sus fundos, a su mayor extensión de tierra acumulada. Fundo, fundar, fundación, linderos, mojones, dominios, dominar, de esta última palabra deriva el don de dominio, de dominar, el poder del rey otorgaba en trazos, en demarcaciones el pedazo de tierra a fulano o mengano, para agraciar a quienes bien le servían, era una compensación. 


El Don, el dominio hace acreedor a quien se entrega el titulo, será amo, señor y dueño, a él se le conservarán y darán todos los respetos debidos, estilados, quien viole los límites de su propiedad, puede pagar con su propia vida. El Don, el dominio quiere decir que tiene un dominio absoluto sobre el territorio asignado. En ese territorio, en su territorio no mandará nadie más  que él. En los mojones, en las fundaciones nos recuerda Michel Serres siempre hay debajo un muerto que funda, sangre sacrificial derramada que inaugura y ofrenda a los dioses. También el don, el donar atañe a la generosidad que aplasta, apabulla. El principio de economía no es el ahorro sino el gasto. Fue Marcel Mauss quien estudió unas tribus de Norte América que se guerreaban por medio de la donación, quién más donara ganaba la guerra de los dones, ganaba Poder y respeto ante los otros. Dar es humillar al otro que recibe.


Nunca fuimos modernos


Nunca fuimos modernos. Son lejanías los grandes flujos de la Ilustración, Revolución Francesa e Industrial. Acá lo más preponderante fue el hacha y el machete para tumbar monte y asentarse lo más hondo que se pudiera en la agreste selva. Pero esas fueron herramientas del colono, y aún impera aquello de halagar dominios, propiedades de linaje de reyes y príncipes, hay quiénes se reclaman herederos de esos linajes. Por supuesto también reclaman derechos de posesión sobre tierras de tiempos inmemoriales.


Estado Fallido, Nación Insuficiente


Las expresiones de Nación Insuficiente, Estado Fallido, Estado Mafioso, Estado Criminal, hacen referencia a la no materialización de unos deseos soñados desde Aristóteles con el zoo politikon, el animal domesticado acorde a reglas y normas que salvaguarden del estado salvaje de todos contra todos, superar la condición de matar para lograr o expandir límites territoriales. Por esa misma razón se advierte que es un Estado rezagado en el feudalismo, el patrón con su gran hacienda y todos los demás a su alrededor son peones que sólo guardan y sólo deben obediencia. 


Por eso también la expresión de nunca fuimos modernos, ni la llamada Ilustración, ni la Revolución Francesa, lograron cambiar las costumbres, la idiosincrasia de las gentes de arriba y de abajo, ni siquiera la denominada Revolución Industrial logró con su gran torbellino irradiar nuevos mundos que nos sacaran de esos sentimientos primarios de matar, asesinar para sobrevivir y sobre todo para acumular poder con tierra, con linderos fraudulentos. Es una condición feudal miserable que persiste aún en nuestros días. Insisten en los deberes de los esclavos y no en los derechos de los ciudadanos.


Cuatro Peligros a Evitar


Con Gilles Deleuze en Mil Mesetas en la página 231 de la edición Pre-textos, aprendimos cuatro peligros que hay que evitar: el Miedo, el Hastío, la Claridad y el Poder. 


El Miedo: Constantemente tememos perder nuestra seguridad, todo es tan frágil, estamos tan bien, pero todo se puede venir abajo, caer en donde toda la vida esquivamos, luchamos a diario para no caer, para no ir al precipicio, no tocar fondo. La Claridad: son las micro percepciones sonoras y visuales que revelan espacios y vacíos, franjas imprecisas, es algo así como la claridad del microscopio que nos desvela lo que no alcanzamos a ver con nuestros propios ojos, es quizá, visitar los socavones del horror a los que tanto tememos caer. El Poder: Es el demagogo de cafetín pero también el alto funcionario fascista que quiere arrastrar consigo a todos al matadero. El Hastío: es el deseo de matar y morir, pasión de abolición, morir matando, matar y comer del muerto.


No todo está perdido. La vida se reafirma pese a sus miserias que muchos quieren propagar.


Comentario


Trama Social de la Guerra

Este es un ejercicio que aparece en varios de tus post y que se caracteriza por que abordas demasiados temas y lectura sin un hilo narrativo que controle el sentido. Pues es muy difícil definir si la intencionalidad es pedagógica, estética, filosófica o científica. En consecuencia parece desembocar en una práctica de técnica escritural.

Partamos de una tesis: la violencia es inherente a las especies para sobrevivir, pero en el mundo animal, y enfoquémonos en los mamíferos esta violencia se regula mediante las conductas heredadas y aprendidas mediada por un habita bajo el flujo de la deriva evolutiva como una condición necesaria de su supervivencia, campo de estudio de la etología, y cuando estas conductas se rompen debido, por ejemplo, al hacinamiento suele aparecer el efecto sumidero conductual que es un mecanismo corrector asociado a la violencia.

Por ejemplo, Gaston Bouthoul trato de dar una explicación científica al fenómeno de la guerra mediante un concepto, la polemología Serres con las Fundaciones exploró en el Mediterráneo tres rutas dentro de dos grandes flujos, el uno asociado a las culturas del libro y el otro al de las piedras para entender la violencia regulada por el religare y el fracaso de los monoteísmos hebreo y griego en la conjura de la traición tecnocrática manifiesta en los horrores de Hiroshima y Nagasaki Gilles Deleuze y Guattari anclándose en Pierre Clastres sobre las sociedades primitivas y la conjura del Estado y la fractura de la ecumene primitiva articulada a la crisis climática que dio paso del Pleistoceno al Holoceno y coincide con la emergencia de las condiciones de favorabilidad para que irrumpa el neolítico en la Eurasia Central posibilitando el medio favorable a las formas de reterritorializar el espacio con una forma dominante que lo estría bajo el diagrama del Estado.campesino al cual le resistirán el espacio liso de los nómadas, el agujereado de los metalúrgicos y el comercial de los Ciudades sin Estado.

Termino con Immanuel Wallerstein con su modelación de la Economía del Sistema Mundo y el Estado como un operador de la regulación de la violencia dentro del sistema capitalista la cual podríamos complementar con la lectura de la Parte Maldita de Bataille y la expresión de la noción de gasto.


En suma, el tema es mayor y demanda un tratamiento más cuidado que debe partir de tener claridad sobre la intencionalidad de la escritura.

Sabaneta, 7 de agosto de 2025


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Almas y Naturaleza

Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombiakrítica
Imagen. Indígenas Tzeltales




Las extravagancias existen. En la tribu mexicana Tzeltal, cada cuerpo tiene diecisiete almas. Otros más moderados, los Kikumu en el África les asignan tan sólo nueve. Y si nos referimos a la tradición aristotélica se cuentan cuatro almas: la Vegetativa, Sensitiva, Cognitiva y por último la correspondiente a la Memoria. Y en nuestras culturas más comunes y religiosas tan sólo hay una para cada cuerpo. En algunos dogmas religiosos el alma puede reencarnar en otro cuerpo como en los budistas o brahmanes. Y por ello mismo rehúsan asistencia médica en la enfermedad para no interrumpir las penas a purgar y así cumplir la misión y finalmente estar en paz espiritual.


Pero en la cristiandad el alma sale del cuerpo para reunirse en el más allá, en el reino de los justos si la piedad no le es ajena y si no alcanza a lavar los pecados en el purgatorio, lo pecaminoso le asegura un puesto, un lugar en el infierno. Pero para otros y desde la tradición estoica, el alma y el cuerpo es una sola unidad, la materia impulsada por la energía, por eso su pragmatismo de perder el miedo a la muerte, al más allá: para qué preocuparnos si cuando estamos, no está (la muerte). Y cuando Está (la muerte) ya no estamos.


Digamos a grandes trazos que todo esto corresponde al filum, a la matriz mítica de cualquier cultura humana que se debate en un aquí de la vida y en la prospección de un más allá de la muerte, cuando ya no se es, cuando se deja de ser, cuando cesa la vida con el último suspiro. Por lo demás, recordémoslo, espíritu, spiritus se emparenta con respiración, por eso mismo se da cuenta del nacimiento con el primer suspiro y se muere con el último, cuando cesa la respiración. Pero más allá de ese drama que es sabernos finitos, de tener consciencia de que algún día se morirá, lo que está de relieve es la relación naturaleza y cultura, el ser en el mundo. Y todo dependerá de nuestro ropaje, de nuestra investidura cultural. Una vez más, repitámoslo, nadie está a título personal en su propio cuerpo, o en la versión etnológica de Levis Strauss: no son los hombres quiénes piensan a los mitos, sino lo inverso, son los mitos los que se piensan en los hombres sin que siquiera lo noten.


El Ser y el mundo


Acá queremos dar cuenta de un plumazo de la relación naturaleza y cultura, una y otra complementarias, para nada duales. Y para decirlo de una vez, el dualismo aristotélico ha envenenado todo aquello disímil y diverso de la vida. Por el contrario, Umwelt es un término que hace referencia a un todo que nos constituye, la naturaleza y la cultura son una sola, la una es, si se quiere, el anverso de la otra. Si bien hoy nos es ajeno todo esto complementario, en las culturas aborígenes se constata esa matriz, ese filum en donde ser y mundo son uno solo, por lo menos solidarios el uno del otro. «A mil leguas del ‹dios feroz y taciturno› de Verlaine, la naturaleza no es aquí una instancia trascendente o un objeto que hay que socializar, sino el sujeto de una relación social; prolongando el mundo de la familia entera, ella es verdaderamente doméstica hasta en sus reductos más inaccesibles.» (P. Descola, p.11)


Naturaleza y Cultura


Natus es nacimiento, se emparenta con el hacer de la agricultura, el hombre y el entorno que se complementan, es una especie de simbiosis y para nada separatividad. Los conceptos de pacha mama, gaya ciencia, madre selva, madre naturaleza, dicen bien de esa complementariedad. Por acá mismo desprendemos un continuo relacionamiento entre los mismos seres y el mundo, la ekumene que los rodea, por allí mismo viene que todo es relación y también de allí la palabra relativo, todo es relativo porque todo está en relación. Y claro está el cuestionamiento al concepto individuo, que refiere indivisible y por eso mismo la corrección por dividualidad, lo que es divisible y relativo, somos seres de relaciones, somos seres sociales, vivimos en comunidad, no existen islas de individuos, en aislamiento morimos.


Fronteras borrosas de Naturaleza y Cultura


No es la misma naturaleza para un indígena o un campesino que los árboles y la propia selva pueden ser más o menos parte de su habita, están en su madre selva, la feroz naturaleza es domesticada, es controlada por la mano que adiestra, que abre caminos aquí y allá, que baja monte para abrir paso a siembras queridas, deseadas.  Para un citadino sólo es un paisaje de árboles contemplado desde la lejanía desde su balcón. Los jardines evocan una naturaleza, es la representación depurada del cosmos. Para los chinos la montaña es mágica, alberga los espíritus, ella hace parte de un todo, por lo mismo los jardines la evocan e invitan a una cierta contemplación, algo así como una experiencia espiritual, de paz, de compenetración consigo mismo y con el afuera, con el entorno al cual me debo.


Quien no ha escuchado expresiones que involucran una configuración cosmogónica en donde todos los seres existentes sobre la tierra bien sean personas, animales, cosas o vegetales tienen sentires, incluso almas flexibles que pueden trasladarse, ocuparse otros cuerpos diferentes a su forma predeterminada, a su naturaleza misma. Quien no ha escuchado la Madre Naturaleza, Gaya Ciencia, Pacha Mama. Quien no ha escuchado en ciertas culturas en esencia aborígenes de animales que poseen almas humanas, de almas vegetales ingeridas por la boca de la madre gestante y que se quedará allí para siempre en aquel ser que pronto nacerá.


Empresa Taxonómica, Relativa y Contextual


Taxonomía, Transformación, Metamorfosis


Miremos un ejemplo que trae Philipe Descola en el libro Al otro lado de la naturaleza y la cultura (2005) del pueblo makuna en la Amazonía de la selva oriental colombiana, donde se presenta un no dualismo. «Como lo hacen los achuar, los makuna categorizan los humanos, las plantas y los animales como ‹gente› (masa) cuyos principales atributos: la moralidad, la vida social y ceremonial, la intencionalidad, el conocimiento, son idénticos en todo punto. Las distinciones internas a esta comunidad del viviente, reposan sobre caracteres particulares que el origen mítico, los regímenes alimenticios y los modos de reproducción confiere a cada clase de seres, y no sobre la más no menos grande proximidad de estas clases al paradigma de realización que ofrecerían los makuna… Las categorizaciones ontológicas son sin embargo mucho más plásticas aún entre los achuar, a causa de la facultad de metamorfosis reconocida a todos: los humanos pueden volverse animales, los animales convertirse en humanos, y el animal de una especie puede transformarse en un animal de otra especie. La empresa taxonómica sobre lo real es siempre relativa y contextual, el trueque permanente de las apariencias no permite atribuir entidades estables a los componentes vivientes del entorno.» (p.13)


Citemos otro párrafo en donde se visualiza la matriz, el filum de categorías que dan cuenta de las cosmogonías, de la relación naturaleza y cultura, de hombres que se metamorfosean en animales y lo inverso también:


«Muchos rasgos del paisaje son ante todo dotados  de personalidad propia. Identificados con un espíritu que los anima con una presencia discreta, los ríos, los lagos y las montañas, el trueno y los vientos dominantes, la barrera de hielo y la aurora son otras tantas hipótesis reputadas y atentas a los discursos y a las acciones de los hombres. Pero es sobre todo una concepción del mundo animal donde los indios de la floresta boreal canadiense testimonian la mayor convergencia. A pesar de la diferencia de lenguas y de las afiliaciones étnicas , el mismo complejo de creencias y de ritos gobierna por todas partes la relación de cazador con la presa... 


Enfaticemos los animales concebidos como personas dotados de un alma:


Así como en el Amazonas, la mayor parte de los animales son concebidos como personas dotadas de un alma, lo que le confiere atributos completamente idénticos a los humanos, como la conciencia reflexiva, la intencionalidad, la vida afectiva o el respeto de preceptos éticos… según ellos, la sociabilidad de los animales es parecida a la de los hombres y se alimenta en las mismas fuentes: la solidaridad, la amistad y la deferencia con los ancianos, en este caso con los espíritus invisibles que presiden las migraciones del animal de caza, administran su dispersión territorial y tienen a cargo su regeneración….


La apariencia es lo que difiere de hombre a animal, solo la envoltura corporal es diferente:


Si los animales difieren de los hombres, es pues únicamente por la apariencia, una simple ilusión de los sentidos puesto que las envolturas corporales distintivas que ellos lucen de ordinario no son sino disfraces destinados a engañar a los indios. Cuando ellos visitan a estos últimos en sueños, los animales se revelan tan y como son en realidad, es decir, bajo su forma humana, así mismo como hablan en las lenguas indígenas cuando su espíritu se expresa públicamente en el curso del ritual llamado la tienda temblorosa. En cuanto a los mitos bien corrientes que ponen en escena la unión entre un animal y un hombre o una mujer, no hacen sino confirmar la identidad de unos y de los otros. Una tal conjunción sería imposible, se dice, si un tierno sentimiento no le hubiera abierto los ojos al compañero humano, permitiéndole ver bajo los oropeles animales la verdadera figura de un cónyuge deseable.» (p.18)


Las almas de animales vagabundean iguales a la de humanos


«Los propios poseen un alma, idéntica en su principio a la de los humanos, a saber un principio de vida relativamente autónomo de su soporte material, lo que le permite al espíritu del animal de caza vagabundear, especialmente después de su muerte, y de asegurarse de que sus congéneres lo vengarán, si de ello hay necesidad. La organización social de los animales es en efecto parecida a la de los hombres; la solidaridad entre miembros de un mismo clan, mientras que las relaciones entre especies son descritas como relaciones entre tribus.» (21)


Si en algo se ha podido constatar la hibridación de la llamada naturaleza y cultura es en cierta antropología con sus categorías de totemismo que refiere a la continuidad material entre humanos y no humanos; el analogismo que son una red de discontinuidades que estructuran relaciones de correspondencias; esta el animismo que concede a los no humanos una interioridad humana pero son diferentes en su cuerpo; el naturalismo liga a los no humanos por medio de continuidades materiales pero separables en lo cultural.


Pero más allá y más acá, está el aristotelismo que lo envenenó todo con el dualismo. Y más acá, está el surgimiento de la inauguración de una cierta razón y de los cantos de la cosa pública, de la República, una y otra dieron carta abierta para establecer un poder único, un dominio del hombre sobre todas las cosas, naturaleza y animales serán su fuente de energía irrefutable, por el momento. El surgimiento del Estado Nación en occidente fue el gran acuerdo, el gran pacto de normas, de reglas para los hombres garantizaran la subsistencia, pero también fue la licencia para dar vía libre al mismo hombre como amo, señor y dueño del mundo, vía libre de explotar el planeta sin ninguna sumisión. Y en términos aristotélicos es el zoo politikon, el animal político el triunfador.



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Funciones Expresivas del Ser

Por Mauricio Castaño H
Historiador 
colombiakrítica

El Sufrir de Cuerpo y Alma

Ayer, con los griegos, la filosofía se alistaba a remediar el dolor, la enfermedad, el sufrimiento y el miedo a un más allá, a apaciguar el alma y a contener el cuerpo en sus excesos que podían acelerar el destino final no sin la satisfacción del goce, con el morir contento que dibuja una sonrisa en los labios del ser ya ido, ya yerto. Rememoramos el festín de sabores del banquete de Platón traicionado, estropeado por el habla sin parar que no degusta, no saborea. Al saber está anexo la degustación por los cinco sentidos, por ese sentir, por esa empiria, por esas experiencias que reportan el mundo del afuera que nos rodea y nos afecta en esa interrelación de nuestro yo interior con el exterior, con el afuera. Sabor pero también verbo, la palabra que dice y anuncia lo emergente.


Abramos un paréntesis para recordar la antítesis de aquel régimen dietético griego que fue Diógenes Laercio, sinónimo de renuncia de los excesos por todo aquello común y envolvente que quita paz de vida a un nuevo hombre revestido de mesura. Ayer salí al mercado y vi tantas cosas que no necesito.  Tanta energía infructuosa gastada, en nuestros días se convoca a una desaceleración del gasto innecesario. Cerramos paréntesis.


Los Diagnosticadores: Médico, Cura y Filósofo


El médico cura las enfermedades del cuerpo, el sacerdote las del alma y el filósofo da paz en el aquí y ahora del momento que nos vive, es un diagnosticador, un analista del acontecimiento, del momento que nos vive, de los cuerpos que llenan el espacio y el tiempo en esos intersticios huidizos que se nos quieren escapar. Nos balanceamos, nos movemos en un eterno presente en donde copulan el pasado y el tiempo que viene, el futuro que se expresa en aconteceres, en acontecimientos, el tiempo que se vive en un nosotros.


Hoy aquellas angustias son delegadas a otras disciplinas en cabeza de la medicina para la enfermedad, los problemas del alma al cura, al sacerdote y más aún a su relevo: el psicólogo o psicoanalista, ellos atentos a la escucha, prestan su oreja, la alquilan para servir de pantalla a aquello esquivo y oculto que no se deja ver y que pasa desapercibido, que está agazapado en todo aquello visible y verborreico. Esa vida contenida pero que clama emergencia en todos sus poros incontenibles.


Las Funciones Expresivas


Función Autor. El autor no existe. Existe la función autor. Todo esto nombrado de una asepsia o dietética del cuerpo tanto de la salud de la carne como del espíritu y que es nombrado por la boca que habla o la mano que escribe, también está en las diversas disciplinas académicas o científicas que registran ese acontecer y ese ser que transcurre en el tiempo y en el espacio. Y que en el hombre, ese ser de costumbres, de hábitos, se refleja y se repite una y otra vez en todo aquello que lo soporta.


Expresiones funcionales llama Michel Foucault a los discursos disciplinares en el hombre que habla, piensa y se manifiesta en sus diversos registros emanados del cuerpo y en esencia filtrado por los cinco sentidos del ver, tocar, oír, olfatear y escuchar. Citemos a Foucault sobre las características de las funciones operativas de los discursos filosófico, científico y literario.


La Filosofía y el Presente


«A diferencia de los enunciados científicos, los de la filosofía no son pues separables del ahora  de su formulación: el aquí, el presente, el sujeto que habla no pueden nunca ser neutralizados por el discurso que se articula a partir de ellos. La presencia de un ahora que la bordea es  indispensable a la filosofía. Y sin embargo, esta presencia no está designada como lo está en el discurso cotidiano. El lenguaje de todos los días se refiere a un ahora mudo —a un punto del espacio, a un instante del tiempo, a un individuo a punto de hablar— que obstinadamente permanece exterior al discurso; entonces son las cosas, los cuerpos, los gestos los que vienen a llenar las formas vacías. Por el contrario la filosofía no cesa de asumir en sí este ahora que ella designa; ella lo restituye en su propio discurso como el punto luminoso del develamiento en la evidencia, como el movimiento de la verdad que ha alcanzado el instante de su manifestación, como la consciencia de sí aprehendiéndose en la pureza de un ‹Yo pienso›. Por esto la filosofía occidental se despliega como doctrina de la evidencia, pensamiento de la historia y teoría del sujeto. (M. Foucault, Discurso Filosófico, Ed. Piedra Rosetta, p.31).


Estructuralismo


Somos seres que se repiten de manera diferente en sus diversas culturas, costumbres, hábitos. Capturar todo esto para derivar patrones es lo que equivale a una estructura, a un estructuralismo llamado así por Foucault: «En cuanto al estructuralismo, él es un método de análisis, es una actividad de lectura, de relacionamiento, de constitución de una red general de elementos.» (M. Foucault, discurso filosófico, 2023, Piedra Rosetta).


En las funciones expresivas, el sujeto señala el reparto en el ser que piensa (filosofía), el ser emite juicios de verdad (ciencia), el ser que crea e imagina (artes). Igual se dice tan sólo somos un pliegue gramatical, nadie está a título personal en su propio cuerpo. Para unos el tiempo pasa, está destinado a huir, y el pensamiento permanece, se detiene. Para otros el tiempo permanece y el pensamiento se mueve. Pensar lo mismo de manera diferente, lo mismo se repite de manera diferente, diferencia y repetición. Lo local universal. El más frágil instante tiene raíces. «El ser del lenguaje es la visible borradura de aquel que habla» (Foucault en Filosofía del discurso, p. 36) la literatura es simulacro, no reproducción o imitación de la realidad. Gilles Deleuze nos dirá que la filosofía crea conceptos, la ciencia funciones y el arte perceptos.


La Borradura del ser, Pliegue Gramatical


Diagnóstico, mirada más fina, sentidos más alertas que van más allá de lo sensible, de lo audible, de lo visible. Somos un pliegue gramatical. Nadie está a título personal en su propio cuerpo. Recordemos a Maurice Blanchot en esa voz difusa, inaprensible y confusa en donde el yo se pierde, se difumina en un otro, es la desaparición de quien habla, es la ausencia del autor para convertirse en aquello que habla en nosotros y que Foucault denomina función autor, o simplemente el se habla de  manera impersonal: «el ser del lenguaje es la visible borradura de aquel que habla», y que todo sujeto sólo dibuja en el lenguaje un «pliegue gramatical.» citemos a Mauricice Blanchot:


Rehusar a ser Yo


«La constancia del secreto se precipita en el momento en que el «yo» que escribe se percata de que no habrá otro lugar para el encuentro que un «lugar en donde no hubiera nadie y donde yo mismo no fuera yo». Abierto ese lugar en el único espacio que lo hace posible (el de la escritura), se hace patente el secreto de una presencia que se rehúsa a hacerse presente, a darse en el presente. Presencia que es imposible traer hasta el presente y que, aunque obliga permanentemente a seguir escribiendo, se resiste a ser dicha con ninguna palabra y amenaza con hundirlas todas en el extraño silencio que reina en la inconmensurable distancia que no ha dejado de abrirse entre presencia y presente (presencia sin presente y presente sin presencia): el NEUTRO.

Por eso, ante la pregunta que «él» repite con obstinación («Describa lo que ve: ¿escribe?, ¿escribe usted en este momento?»), «yo» se escabulle siempre sin poder responder, trabado en una red de negaciones que se tejen sin que se vea el momento de ponerles fin: empujadas cada vez a desprenderse de aquello positivo que las podría sostener, hundidas en el fondo de ausencia de una lejanía que nada de lo que se dijera anularía trayéndola hasta el presente. Sin embargo, todo ha de servir para despejar al fin, en las últimas páginas de este relato, una afirmación real, jovial, feliz, que se desprende en el instante del intento de la descripción, cuando el encomendado a hacerla siente que pierde lo esencial y, circundado por lo que le falta, se encamina hacia su desaparición final, allí donde lo que desparece, en cuanto que desaparece, aparece. ¿Qué va a suceder entonces? ¿Tuve verdaderamente este deseo de sustraerme, de descargarme en alguien distinto? Más bien de sustraer en mí al desconocido, de no perturbarle, de borrar sus pasos para que lo que él ha cumplido se cumpla sin dejar restos, de manera que eso no se cumpla para mí que sigo permaneciendo en el borde, fuera del acontecimiento, acontecimiento que pasa sin duda con el destello, el ruido y la dignidad del relámpago, sin que yo pueda hacer más que perpetuar su aproximación, suspender su indecisión, mantenerla, mantenerme allí sin ceder. ¿Era en otro tiempo, ahí donde yo vivía y trabajaba, en la pequeña habitación en forma de garita, en este sitio donde ya, como desaparecido, lejos de sentirme liberado de mí mismo, tenía, por el contrario, el deber de proteger esta desaparición, de perseverar en ella para llevarla más lejos, siempre más lejos? ¿No era allí, en el extremo desamparo que ni siquiera es el de alguien, donde se me había ofrecido el  derecho de hablar de mí en tercera persona?»

Función autor, estructura dicen bien de todo aquello que se habla en mí, en cada uno de nosotros, que se repite de manera diferente. Y lo más frágil, lo más anónimo tiene su enraizamiento, solo queda buscar, rastrear sus funciones expresivas si se lo quiere saber.


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