Bernard Stiegler y la Política

« Las gentes que pierden el sentimiento de existir votan por el Frente nacional » Bernard Stiegler 

LE GRAND ENTRETIEN

Periodista Nolwenn Le Blevennec, . 27/06/2014

Con el fin de contrarrestar el ascenso del FN, “es urgente que la prensa retome su papel”, y que emerjan modelos económicos alternativos, explica el filósofo Bernard Stiegler. Entrevista. Leyendo el libro de Bernard Stiegles, Amar, amarse, amarnos (Galileo, 2003) uno puede experimentar un sentimiento de desánimo.

El filósofo explica en su libro que los electores del FN son, como muchos de nosotros en esta sociedad enferma, víctimas de trastornos narcisísticos. Para salir de ellos, tienen la particularidad de designar chivos expiatorios. Es un síntoma, una manera de evacuar el malestar.

Es imposible discutir con perturbaciones y síntomas (solos los psicós saben hacerlo). Los periodistas pueden pues continuar agitándose, “fact-checker”, indagando, tratando de comprender a punta de retratos; no enchufan con nada, me dije. 

Me fui entonces a preguntarle a Bernard Stiegler lo que puede y debe hacer la prensa al día siguiente de las elecciones europeas, que han visto al FN alcanzar el 25% de los votantes.

Rue89: En Aimer, s’aimer, nous aimer, Ud. dice que los electores del
FN sufren de una falta de “narcisismo primordial”. Entonces, ¿pueden
ellos cambiar de opinión como una persona racional?

Bernard Stiegler: Yo me hablo con gente del Frente nacional, incluso hay algunos a los que quiero bien. Se lo digo muy francamente; algunos son más bien simpáticos. La mayor parte no son racistas ni antisemitas, sino gentes muy desafortunadas. Pero en cuanto a su pregunta, la respuesta es no. Nunca he tratado de disuadirlos de que no voten por el Frente nacional. Entre más tratara de hacerlo, más votarían por el Frente nacional. Es completamente inútil.

Es tanto más ineficaz en cuanto que, por una parte, no se están equivocando al expresar un sufrimiento. El paranoico, el psicótico, el neurótico nunca cuentan estupideces. Hay siempre un fondo de verdad. El problema es que ese fondo de verdad, que se vuelve patológico, expresa una enfermedad
que no solamente es la de esos electores, es la de nuestra sociedad.

Lo que es específico en la patología de los electores del Frente nacional es que por su voto –que lo quieran o no– ellos se aferran a chivos expiatorios.

¿Cómo comprendió Ud. lo que los hacía sufrir?

En el libro que Ud. cita yo hablo de Richard Durn (1). Me interesé en el sujeto luego de leer un extracto de su diario íntimo citado en Le Monde, y en el que Durn decía “haber perdido el sentimiento de existir”. Estas palabras me han golpeado enormemente. Yo a veces también he tenido el sentimiento de no existir. Y yo también pasé al acto; robé bancos…

Leyendo el artículo me dije: ese tipo era extremadamente peligroso, pero que somos millones como él. Me dije que un día, la gente cada vez más numerosa que pierde el sentimiento de existir terminarán por votar por el Frente nacional en lugar de matar a otros o de robar bancos.

Me escandalizó la actitud de Eva Joly, al día siguiente de la primera vuelta de las presidenciales, que calificó el resultado del Frente nacional como una “mancha indeleble sobre los valores de la democracia”. Este tipo de afirmaciones son vergonzosas.

¿Cómo explicar esta liquidación del narcisismo primordial?

Viene de la organización ilimitada del consumo vía el marketing y la televisión. ¿Ha visto la película “el Festín de Babette”? Es una historia magnífica; una francesa que vive en Dinamarca decide hacer una comida inmensa, suntuaria. La película cuenta la preparación de esa costosa cena por parte de una modesta persona, es extraordinaria.

Cuando era niño, el almuerzo del domingo era  importantísimo. Era corriente en las clases populares hacer festines, como lo hace Gervaise y su ganso en la Taberna, de Zola. Es muy importante recibir a la gente, reunirse.

Es lo que concretamente destruyó el consumismo; ya sólo hay trajes listos
para ponerse, comidas listas para comer, comida chatarra y yo no hay fiesta.

¿Cómo hacerles entender a los votantes del FN que ese sufrimiento
no está conectado con las cifras de emigración?

No sirve para nada decírselos; nunca lo entenderán. Precisamente, entienden otra cosa si Ud. les dice eso. Entienden que Ud. no ha escuchado su problema. Y tienen razón. Aferrarse a un chivo expiatorio (2) es un síntoma.

Horroroso, extremadamente peligroso, y el nazismo es la explotación de ese síntoma a escala del la gran pesadilla del siglo XX. Un tal horror puede regresar; es incluso mas que probable; si nada decisivo pasa, será lo que terminará por llegar. Y de nosotros depende que eso no ocurra; pero no es
insultando a los electores del FN como esto se va a arreglar.

Es totalmente vano decirle a la gente que deje de sintomatizar; hay que cuidarlos, quiero decir ponerles atención (en el sentido que le doy a esta expresión en Prendre soin, 2008) (3), ocuparse de ellos, darles perspectivas, proponerles otro discurso distinto al de François Hollande y al de Nicolas Sarkozy…

¿Cómo pueden los periodistas participar en estos cuidados?

Pienso que es urgente que la prensa retome su rol que es el de defender ideas, de hacerlas que se confronten, y por ahí, construir opinión. Esto quiere
decir hacer escogencias políticas, estéticas, intelectuales, sociales, etc. y asumirlas. Le Monde diplomatique continúa haciendo ese trabajo, y es por esto que no dejo de leerlo, incluso si a veces me enerva.

Actualmente la desesperanza es el fondo de comercio del Frente nacional. Para devolver la esperanza se requiere dar la palabra a los que tienen algo que decir, y que están dispuestos al debate público, y por acá reconstruir un pensamiento, conceptos y perspectivas, y socializarlas.

La idea de que las personas no quieren pensar es totalmente falsa; cuando el Collège de Francia puso en línea sus cursos, millones de horas de cursos fueron descargadas. Ars Industriales, que hace conferencias a menudo difíciles, tiene una amplísima audiencia. Lo que las gentes rechazan no es el
pensamiento, es la jerigonza de donde viene.

Si el capitalismo consumista se hunde, y si no hay un trabajo de invención de una alternativa a lo que fue la base de ese consumismo, a saber: el fordokeynesianismo (el “crecimiento”) que definitivamente está agotado, la extrema derecha se impondrá por todas partes, mucho más allá de Francia y de Europa.

¿Ud. piensa que está a punto de llegar?

En los años 80 pasó algo muy importante. Se operó la “revolución conservadora”, fundada sobre la idea de que bien valía la pena liquidar el Estado y financiarizar al capitalismo, dejando que la producción se desarrollara por fuera de Occidente; este fue el comienzo del desempleo de masas.

Esta liquidación creó una insolvencia de masas disimulada por los sistemas de sub-primas y de “credit default swap” muy provechoso para los especuladores, pero ruinoso para la economía, un hiperconsumismo extremadamente tóxico en el plano medioambiental, una gran miseria simbólica en el plano mental, y una precarización generalizada que provoca un sentimiento de inseguridad bien real y una desintegración social.

Es esta desintegración la que hace imposible la integración, no de los inmigrantes, sino de la población misma en su conjunto, claro que siendo los inmigrantes los más expuestos evidentemente.

La crisis de 2008 ha puesto en claro esta insolvencia y esta fragilidad extrema y estructural. Y ha arruinado de forma duradera la confianza, a lo que Snowden, pero también Fukushima y muchas otras catástrofes, han sumado sus efectos.

Un sistema económico no puede funcionar sin confianza, y este no tiene ya confianza. ¿Cómo se le puede tener confianza cuando el 55% de los jóvenes españoles están en el desempleo y todo el mundo se burla del asunto, mientras que la automatización está camino de reducir más el empleo en todos los sectores y en todos los países? ¿Quién ha hablado de esto en el curso de la campaña sobre Europa?

Las cajeras desaparecen…

Sí, ya no se tiene necesidad de cajeras, y dentro de muy poco ya no necesitaremos choferes de camión, ni muchos de los técnicos, de los ingenieros, etc. Lo que está ocurriendo es la desaparición del empleo. Y si le creemos a la prensa, ni una palabra sobre toda esta cuestión en el recientísimo reporte Pisani-Ferry, como tampoco sobre el reporte Gallois que se presentó hace ya casi dos años… ¡Cuánto tiempo perdido! ¡y cuánto furor acumulado!

La automatización va a desarrollarse de aquí en adelante masivamente, especialmente porque lo digital permite integrar toda suerte de automatismos hasta ahora aislados, y que de ello resulte una baja rápida del costo de los robots.

Jeff Bezos, el patrón de Amazon, está buscando instalarlos por todas partes en sus empresas. Arnaud Montebourg anunció hace un año que iba a lanzar un plan de robótica francesa.

El costo de la automatización va a disminuir, y las Pymes francesas van cada vez más rápido a poderse hacer con ello, incluso si no lo quieren, a causa de la competencia; y el desempleo se va a disparar. Sólo hay una solución para contener el ascenso proporcional del FN, es crear una alternativa al modelo keynesiano, un modelo contributivo.

¿Puede Ud. dar un ejemplo concreto de modelo contributivo?

En la economía contributiva, no hay salario ni propiedad industrial en el sentido clásico. Para darle un ejemplo, trabajé hace algunos años con estudiantes de diseño en un modelo de empresa de modo contributivo. La empresa se volvía un club de aficionados a la moda, en el que algunos contribuían con sus ideas, otros con sus compras, otros con el trabajo de confección, otros en todos estos frentes a la vez o alternativamente.

En épocas lejanas, que hoy se han vuelto míticas y totalmente
desaparecidas, la FNAC era una especie de cooperativa donde los vendedores eran ante todo apasionados de la música y de la fotografía, y donde los compradores de la FNAC no eran consumidores sino aficionados.

Hay gentes que se expresan extremadamente bien en su manera de vestir. Tienen gusto, saben llevar sus trajes. Pienso que su saber bien podría ser compartido y valorizado.

¿Y cómo serían remunerados?

No es a escala micro-económica de la firma donde hay que plantear y resolver este problema; es una cuestión de macro-economía que debe superar la pareja valor de uso/valor de cambio, y promover lo que llamamos valor práctico (es decir saberes) y valores societarios (es decir que refuercen funcionalmente la solidaridad).

Es la valorización mutua, y por medio de una potencia pública reinventada, de lo que Amartya Sen llama las “capacibilidades” <capacidadeshabilidades>, es decir el saber hacer, el saber vivir y los saberes formales, que constituyen la base de una economía contributiva. Es de hecho la generalización del modelo de los “intermitentes del espectáculo” que cultivan sus saberes con la ayuda de sus ingresos intermitentes, y que los valorizan cuando entran en la producción, y que se les querrían destruir en el momento mismo en que se requiere por el contrario generalizar un tal estado de espíritu tan inteligente.

Yo insisto ¿qué rol puede jugar la prensa en esta reflexión sobre el
modelo económico actual?

Ante todo, ella misma debería inventar, por sí misma, dispositivos distributivos. El fondo de ayuda a la prensa debería servir para esto, y los periodistas debería luchar por ello. Luego, es necesario que la prensa hable de la automatización, y más generalmente de lo digital en un sentido profundo, y no como “tendencia”, o en la rúbrica “geek”(4), y que no esté en la denegación. La automatización viene, hay que asumirla, y dejar de decir que se va a invertir la curva del desempleo. Por el contrario, este va a aumentar considerablemente.

Toda suerte de personas reflexionan en escenarios que permitirían entrar en un nuevo mundo; en América latina por ejemplo, pero también en Norteamérica. Es necesario darles la palabra. Y se requiere solicitar la inteligencia de los lectores antes que presuponer que ellos sólo buscan el scoop (5) o la información sensacionalista y vulgar.

De aquí en adelante el FN se presenta también como uno de esos escenarios alternativos al ultraliberalismo…

Sí, es muy maligno. Esta mañana tuve la gran sorpresa de leer una declaración de Florian Philippot (6) que defendía la huelga de los ferrocarriles franceses en Liberation, a nombre del servicio público. Imagínese la desazón de los sindicalistas de la CGT y de SUD.

El Frente Nacional es una ideología ultraliberal disfrazada de anti-ultraliberalismo. Jean Marie Le Pen es un ultraliberal. Todo el tiempo lo ha dicho, y hoy lo es más que nunca. Está absolutamente contra el Estado, contra los funcionarios.

En cuanto a Marina Le Pen, diga lo que diga, ella tiene necesidad del ultraliberalismo para desarrollarse; es su terreno, porque lo que atrae a sus electores hacia ella es la designación que ella hace de los chivos expiatorios, y lo que provoca esta búsqueda de chivas expiatorios es el ultra-liberalismo al servicio del capitalismo financiarizado, pulsional y especulativo. ¿Qué es el FN?  Es el gran especialista en invertir causalidades.

El FN vive en la idea de que el sufrimiento es atribuible a los inmigrantes porque nadie tiene le coraje de ofrecer los verdaderos esquemas de causalidad nuevos que se imponen.

El FN destila miedo hablando de los millares de Mohamed Merah en
latencia. Pero esos chicos que parten para Siria ¿no sufren del mismo
trastorno narcisista que los electores del FN?

Por supuesto. A eso lo he llamado el complejo de Antígona. Antígona es un texto absolutamente fundamental.


Yo sostengo que los terroristas integristas, “beurs” (7) o blancos, nacidos y educados en Francia, que de repente se volvieron musulmanes, son pequeñas Antígonas. No quiero defenderlos diciendo esto. Lo que quiero decir es que un adolescente tiene necesidad de sublimar, y de hacerlo como siempre “a nombre de la ley”. Antígona es una adolescente que defiende la “ley divina”. Merah es también un adolescente.

En un momento, esos chicos tienen necesidad de identificarse con su padre; luego con una figura de ruptura con el padre al que acusan entonces de no encarnar correcta y sinceramente la ley. Buscan entonces otras figuras identificatorias. Pero si no encuentran ya posibilidades de identificación en la sociedad, y si viven en una sociedad que está a punto de hundirse, están dispuestos a comprometerse en lo que se ha llamado una sublimación negativa, que puede conducir a lo peor. Siguen siendo estos síntomas.

Ud. puede hacer todo lo quiera; esto se desarrollará aún por mucho tiempo e inevitablemente, si la sociedad no produce rápidamente capacidades nuevas de identificación positiva sobre ideas republicanas, constructivas y verdaderamente portadoras de porvenir.

Traducción  por Luis Alfonso Paláu, Medellín 27 de junio de 2014.

Notas

(1) Responsable de la matanza del concejo municipal de Nanterre, en 2002, n. de la r.

(2) Lo que Bernard Stiegler llama un “pharmakos”, en la Pharmacologie du Front nacional, Flammarion, 2013. n. de la r.

(3) Poner Cuidado, sobre la juventud y las generaciones. Traducido por Luis Alfonso Paláu C. Medellín, junio de 2008 – junio de 2012.

(4) Geek es un término que se utiliza para referirse a la persona fascinada por la tecnología y la informática...

(5) Una nueva forma de reunir información para mostrarla y compartirla de una forma visualmente atractiva en Internet…

(6) Vicepresidente del FN. n. de la r.

(7) Suena ‘ber’ como beurre (mantequilla). En árabe al poniente se le dice Magreb; de África noroccidental
vinieron los trabajadores explotados en Francia. Se invierte la palabra y se llama ‘ber’ a los hijos y nietos de lo inmigrantes magrebíes…



Read more...

Mucho Territorio Poco Estado

Por Mauricio Castaño H
Historiador
@mauriciojota

Hace poco recordaba un astronauta que la Tierra vista desde el espacio era un montículo compacto, sin fronteras ni delimitaciones, la frontera no era otra cosa que una línea trazada por mojones, una parte pequeña e indivisa, una parte más entre muchas otras de este vasto universo. A renglón seguido preguntaba en un programa de la televisión Deutsche Welle, por el malicioso bípedo que se le ocurrió enseñar a decir esto es mío y aquello es tuyo, desechando el gesto solidario que nos congrega en el planeta, olvidando el polvo cósmico que somos (somos uno solo de muchos millones de años) y que sólo la vanidad nos hace indignos. Hace poco ensayé unas palabras sobre el tejido cultural de que está hecha Colombia. Pero un amigo y colega, el siempre discreto Iván Castrillón, me hizo unas anotaciones.

La primera de ellas refiere a modelos y deja a un lado lo que precisan los números, la supersticiosa estadística. No cree en una polarización política de las elecciones presidenciales en Colombia del pasado 15 de mayo, prefiere hablar, pese a la abstención del 52 por ciento, de dos modelos de apropiación de las rentas extractivas: uno centralizado y liderado por las élites bogotanas y otro regional defendido por el recién partido de ultraderecha mal denominado Centro Democrático. Más bien la confrontación electoral es la reedición de cuatro grandes conflictos del Estado en el periodo postcolonial español, a partir de allí se heredaron: territorios segmentados vinculados a la metrópoli imperial, una renta anexa a la extracción de los metales preciosos, un precario sector agropecuario y un nulo desarrollo industrial.

Sugiere cuatro conflictos postcoloniales, según manda el rigor de método, rutas de análisis de los estudios históricos y de coyuntura. Pues los conflictos militares del siglo XIX, tan sólo son esfuerzos por constituir un Estado Nacional, fallido a la fecha de hoy. El primer conflicto se corresponde con los esfuerzos por la construcción de un Estado Laico, independiente del magisterio del Vaticano, y que al día de hoy se refleja muy bien en las reacciones clericales del actual Procurador Ordónez, representado en el partido Centro Democrático.

El segundo refiere al Proteccionismo y librecambio. Las firmas de los diferentes TLC o Tratados de Libre Comercio y en particular toda la ejecución del ex presidente Álvaro Uribe, fue de puertas abiertas al comercio extranjero, destruyendo toda posibilidad de soberanía tecnológica y alimentaria, entre otras.

La tenencia y usos de la Tierra, es el tercero. Es claro que nuestra vinculación a la economía mundial sigue siendo tercermundista, basada en las rentas de la tierra y su correlato: el deterioro ambiental, la fuerza de trabajo campesina barata y la no defensa de los derechos humanos y socioeconómicos.  No importa que el presidente quiera una paz, una negociación con las guerrillas de las Farc, que facilite un modelo centralizado de apropiación de las rentas, es decir más institucional, enfocado preferentemente en el humus para la gran agroindustria y en el subsuelo para la extracción de minerales y energéticos. Mientras que en el otro bando, el ex presidente Uribe lidera un modelo descentralizado más enfocado al suelo con la ganadería extensiva, el subsuelo minero y energético. Y el tema de la paz negociada no interesa, pues resulta más rentable la confrontación con el apoyo de los gringos y un nuevo formato de Plan Colombia, y de esta manera apropiarse de las rentas de las guerrillas de izquierda de las Farc.

En resumen, el Centralismo o Federalismo, dos modelos representados en el presidente electo Juan Manuel Santos y el ex presidente Uribe. El primero representa un proyecto de Estado Nacional Centralizado, mientras que el segundo prefiere unos poderes regionales fuertes con un Centro débil. Por tanto, infiere que la gran votación en Antioquia en favor del candidato del Centro Democrático,  radica, entre muchas variables, en la mayor acogida del modelo regional que hay allí, pues se tiene en el imaginario y en las prácticas sociales, un sólido zócalo de la cultura del narcotráfico, del paramilitarismo, a lo que hay que sumar una prensa local como el Colombiano que es su porta voz. 

Estas batallas, este batirse humano, me recuerda la expresión de Levi Satruss: lo importante es conocer cómo los mitos se piensan en los hombres, y no al revés. Si bien los análisis metódicos ayudan al entendimiento, no podemos dejar de advertir que lo que se gana en compresión, se pierde en extensión. Los árboles no dejan ver el bosque, aunque lo contrario también vale. Resaltamos la bondad y el gesto solidario de la especie sapiens, más aún cuando nos sabemos efímeros en el paso por la tierra, pronto seremos polvo cósmico.



Read more...

Antioquia la más Violenta

Por Mauricio Castaño H
mauriciojota@yahoo.es
Historiador

De tanto ver ya no vemos. No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, la cotidianidad todo lo vuelve normal, incluso lo que es horrendo el lenguaje lo convierte en apetecible. Todo lo tenemos a la vista, como en el cuento de Borges, tantos años huyendo y esperando y ahora el enemigo estaba en mi casa. En Colombia acaban de pasar las elecciones presidenciales, muy polarizadas ellas, el debate se centró entre el anhelo de paz o la declaratoria de guerra, entre una negociación política del conflicto con las guerrillas izquierdistas o continuar en el rentable negocio del plomo. Como siempre todo el mundo habla de paz, pero todo está en saber qué se pone debajo de la palabra, y por qué seduce tanto los llamados a la violencia como en Antioquia y en Medellín, pese a que sus gobiernos se reclaman alternativos.

Este país nació con la guerra, sus guerras civiles en el siglo diecinueve y su continuación en el veinte con sus variaciones de la violencia al entrar en su segunda mitad con la llamada violencia política, en donde los denominados conservadores se agarraban a machete y bala por defender sus ideologías, que en síntesis consistió en la defensa de un modelo económico sin participación de lo social, razón por la cual la estrategia bipartidista desvió la atención del pueblo y los puso a que se exterminaran unos a otros, crearon enemigos binarios: liberales y conservadores, comunistas e intervencionistas extranjeros, amenaza de la propiedad privada e invasión extranjera, en suma, una estrategia antipopulista pero con el disfraz de populismo.

La cosa ha sido tal, que esta ideología ha penetrado, penetró desde la sociedad entera hasta lo más íntimo de las alcobas hogareñas. No de otra manera puede explicarse esa batalla campal de las elecciones que acaban de pasar por poner el tema de la paz en contrapeso al de la guerra, una votación reñida, por Juan Manuel Santos hubo 7.816.986 votos, por el ultraderechista  Óscar Iván Zuluaga 6.905.001, el 50,95% para aquel y este el 45,00%; mientras que la abstención estuvo por el 52% equivalente a más de 17 millones de indiferentes. 

Esta votación opositora representa las tesis de la guerra, que en palabras llanas es lo que ronda en el imaginario de las gentes, esto es, de no  permitir que las guerrillas le quiten las tierras o las empresas a campesinos y empresarios, de evitar gobiernos comunistas o castrochavismo como le han llamado, es, en resumen, lo que significa la polarización, en poner a operar el dualismo amigo versus enemigo, enemigo interno es el comunismo, el externo es la intervención extranjera, y con ello se ha pretendido impedir cualquier asomo de reivindicación social que obligue a que un país, un gobierno involucre simultáneamente en su variable económica el desarrollo social como lo han hecho la mayoría de las países del planeta en su aplicación de las tesis liberales. 

Aquí en Colombia esto se traduce en disputas de posturas empresariales basadas en la industria unas, otras netamente feudales pero con apalancamiento de la economía criminal, llámese narcotráfico, negocio de armas, microtráfico, en fin toda esa cadena de la muerte de la cual viven muchos terratenientes o empresarios. En el escenario político las disputas tienen que ver con el énfasis que se le ponga al tipo de negocio, si es legal o ilícito. El electo presidente Juan Manuel Santos lo ha resumido bien, en estas elecciones ganó el juego limpio, la esperanza, en contraposición a esa cadena de la muerte que conlleva los tales negocios mafiosos, se señala que lo que se pretende es jugar en las ligas de los gobiernos modernos, caracterizados por sus desarrollo de las tesis liberales, por sus desarrollos simultáneos de la economía y la justicia social, la riqueza irrigada en toda la población, generando equidad social. Por ese motivo el presidente reelegido, es, aquí, un revolucionario… en su reivindicación, repetimos, de las tesis liberales con justicia social.

Pero esta población persistente con esa ideología egoísta y retrógrada, manifiesta en contra de la paz con equidad, y de no ponerse cuidado se la jugará por su fracaso. El departamento de Antioquia con su capital Medellín son campeones en exponer la ideología conservadora y violenta, sus líderes políticos pertenecen al mismo vástago godo y excluyente de lo pobre y de lo diferente, y lo de alternativos es simple palabreja, simple careta que la estrategia de marketing político incorpora para ganar votos, acorde con una sociedad que se mueve en esa ambigüedad entre la modernidad liberal y los valores godos. En esta región se convalidó y se respaldaron las tesis a favor de la guerra con una votación de 1.137.735 contra 704.164 votos. 

Si algo caracteriza esta región es su homogeneidad goda, su particularidad de un pensamiento egoísta, violento. El ser paisa destila odio y venganza, quiere sacar ventaja en los negocios, su himno es conseguir dinero a como dé lugar, el fin justifica los medios, consiga plata mijo como sea, dicen sus madres a sus hijos sicarios o negociantes maliciosos o mafiosos. Las viejitas camanduleras sí que son godas, intolerantes, y con gran capacidad para influir sobre sus criados. Desde los ancestros culturales se etiqueta al adinerado como un ser berraco, el macho, esto es, ideología regionalista, antipopulista, que ha penetrado la ciudadanía, el ser paisa. Cualquier ventero ambulante se cree un orgulloso capitalista, un soldado del Capital dispuesto a combatir con mucho odio a sus adversarios antiprogresistas, a esos chusmeros guerrilleros. 

Este espíritu individualista y violento ha impedido cualquier tipo de asociatividad social o política, incluso la manera como las milicias se conformaron fue la propia de las estructuras criminales. Vale anotar que los paramilitasres eran parte activa de la sociedad, ella se identificaba en su plenitud. En las poblaciones nunca fueron clandestinos, ellos estaban a los ojos de todo el mundo, patrullaban a plena luz del día en el casco urbano y rural, se sentaban a tomar tinto con la comunidad y los funcionarios, con las autoridades locales. Eran gente terrateniente, bonachona, barrigones de sombrero vueltiao y revólver en cinto, en contraposición al guerrillero raso que es flaco,  pobre y clandestino.

Tan hegemónica es la región que los ejercicios por consolidar una sociedad a favor de la paz, no han calado, ejemplo es el municipio de Caicedo, votó mayoritariamente por la guerra, y es emblemático por su marcha de la Noviolencia del entonces gobernador Guillermo Gaviviria Correa, en la que fue secuestrado y luego asesinado por las guerrillas de las Farc, tampoco han servido gobiernos con discursos más bien demagógicos en tanto no existen propuestas alternativas, no han propuesto modelos ni económicos ni sociales que se les parezca, como si lo ha intentado, por ejemplo, Petro en la alcaldía de Bogotá.

Esas lógicas binarias puestas a operar impiden el movimiento social, la movilización ciudadana exigente y garante del desarrollo con equidad. Pero la verdad es que el poder se constituyó con la clase más reaccionaria, más sanguinaria, la generación de las riquezas fue con base en el ejercicio de la violencia, de impedir cualquier reclamo de equidad económica, fue un desarrollo asimétrico. Aquí el poder asume la defensa de la vida, defender la vida al precio de la muerte de otros. Derecho de vida y derecho de muerte. Poder de dar la vida o de quitarla. Pero siempre un derecho disimétrico. Se ejerce el derecho sobre la vida poniendo en acción el derecho de matar. O reteniéndolo, se suspende la muerte pero siempre está latente, se secuestra y se tortura. En virtud de la muerte se puede exigir. Dejar vivir y hacer morir (Homenaje a Michel Foucault). Antaño simbolizado por la espada, hoy por la metralla o la motosierra. 

Recordemos que Antioquia y Medellín han sido escuelas para experimentar la guerra. Aquí nació el sicariato, metodología que se extendió en todo el país para contener la protesta social, los líderes sindicales y de izquierda, exterminaban a todo aquello signado de comunista, fue la suerte del médico higienista Héctor Abad Gómez, que su pecado fue sostener que la enfermedad se curaba llevando agua potable a sus pobladores, a los pobladores pobres.

Este poder violento es derecho de captación: de las cosas, de las personas, de las vidas. Apoderarse de la vida para suprimirla. Un poder destinado más al ejercicio de la violencia que a respetar o hacer cumplir códigos o normas o leyes por las cuales todos se rigen. Por eso la importancia al llamado juego limpio, sin trampas, respetar las reglas del juego en procura de una sociedad con justicia social.

Esta herencia violenta, el hacha que mis mayores dejaron por herencia y la espada que entre mis manos brilla, configuraron el tal espíritu paisa y por supuesto nacional, en donde la cultura del atajo, de la ilegalidad es cosa común y bien vista. Disparen mientras llega la orden. Las vías de hecho son costumbre, la ley simple formalidad. Ejemplo reciente es el despojo de tierras en el país, Antioquia es pionera, al igual que las más de cuatro millones de víctimas mal contadas que ha dejado el conflicto reciente. Matar para poder vivir, sostiene la táctica de los combates, vuelta estrategia de políticos y negociantes, ethos paisa, es Antioquia maleducada, la más violenta.


Read more...

Gobierno de Sí

Por Mauricio Castaño H
Historiador
http://colombiakritica.blogspot.com/

El Estado y sus gentes, el gobierno y el ciudadano, lo macro y lo micro, en suma la democracia con todas sus imperfecciones. Lo común son los descontentos, los desafectos en los que se sumergen, en los que se debate el ciudadano de a pié con ese ultra poder lejano que no le resuelve sus problemas, que más bien es un obstáculo, un travesaño en su existencia: el mendigo que padece las patadas del policía o del pillo que lo quiere quitar de la esquina del comercio porque es hora de que abandone el lugar para no afearlo y no espantar a los clientes, a posibles consumidores del comercio. O del desempleado que padece hambre y en contraste ve a políticos y compinches corruptos en festines y derroches, malgastando lo que se roban de los recursos de la salud, educación, vivienda, en fin de todas esas cosas que deberían ir a los pobladores para que dignifiquen sus vidas en esas mínimas esencias de vida. Y más aún, cuando se reclama los derechos, se reprime, se aplasta cualquier asomo de protesta.

Este desajuste entre un ejercicio incompleto por gobernar y una masa de la población inconforme porque no ve reflejados los recursos que el gobernante despilfarra con su puñado de amigos. Digamos que esta es la fricción, la tensión permanente entre ciudadanos y esa cosa llamada Estado con su mejor invento hasta el momento llamado democracia, no de otra manera se explica el abstencionismo, ese rechazo, esa inconformidad, esa protesta silenciosa de la mayoría de electores de un país, en Colombia, por ejemplo, suman más del sesenta por ciento, equivalente a más de dieciséis millones de personas, con razón se argumenta que hay allí ilegitimidad, pues la gran mayoría no es la electora. 

El problema no es nuevo. En la sociedad en donde se originó el invento de la democracia, también se dieron estos desbarajustes entre gobernantes y gobernados, pero también fue allí donde se vislumbraron soluciones. Michel Foucault nos lo recuerda en sus últimas reflexiones sobre esas formas, esas técnicas alternativas que pretendieron solucionar esa incapacidad de un ultra poder centralizado que administrara la vida, la felicidad de sus gentes. Fue allí donde se dieron los cuidados de sí, formas de gobierno ya no en abstracto sino ya en lo particular, de voluntad de poder sobre uno mismo, ejercer los controles adecuados y necesarios sobre la vida que garantizarían una cierta felicidad. “La decadencia de las ciudades – estado como entidades autónomas a partir del siglo III a.c. es una hecho conocido. Se ha visto en ello a menudo el motivo de un retroceso general de la vida política allí donde las actividades cívicas habían constituido para los ciudadanos un verdadero oficio; se reconoce aquí la razón de una decadencia de las clases tradicionalmente dominantes, y se buscaban sus consecuencias en un movimiento de repliegue por el cual los representantes de esos grupos privilegiados habrían transformado esa pérdida efectiva de autoridad en una retirada voluntaria, dando así cada vez más valor a la existencia personal y a la vida privada. ´El desmoronamiento de la ciudad-estado era inevitable. De manera general, la gente se sentía bajo el peso de poderes mundiales que ya no podían controlar ni si quiera modificar… el azar reinaba... Las filosofías de la edad helenística eran esencialmente filosofías de la evasión y el medio principal de esa evasión era cultivar la autonomía.´ en: Historia de la sexualidad. Tomo 3, página 78-79, editorial Siglo XXI.

En esta Colombia no se ha podido llevar una descentralización del poder, todo intento ha sido fallido, ha predominado estos choques de intereses, en unas clases de ricachones regordetes o estilizados otros, que quieran amasar fortunas en contraste con una inmensa mayoría hambrienta y miserable, comprensible el desafecto, el abstencionismo. Por lo demás, la renta criminal es una fuente de ingresos que envenena esta sociedad,  matones de esquina pronto hace grandes riquezas, hombres emergentes y terratenientes se aferran a negocios ilícitos, son felices llenando sus bolsillos por las vías de los atajos a la ley. No quieren oír nada de socializar riquezas ni mucho menos una sociedad democrática que vibre con sus gentes ejerciendo la democracia, construyendo y reclamando derechos, deseando un país rico en las diferencias. La paz exige tolerancia, la guerra nos mantiene en la terquedad egocéntrica con sus licencias para matar y vivir en lo criminal, no quiero regueros sino ríos de sangre, decía un comandante del ejército colombiano a sus soldados. 

Somos diversos, habitamos la diferencia, es estúpido pretender uniformidades y mucho menos estructuras de poder que quieren homogeneizar la vida. Hoy la vida se define más por los movimientos minoritarios, por las pequeñas causas, luchas de negritudes, de gays, de estudiantes, de trabajadores, de mujeres, etc.  etc. Lo monolítico apesta. Está bien que se trabaje en unos mínimos de respeto por la existencia, esos esfuerzos que pretenden modificar las conductas de los hombres, se le llama cultura ciudadana, pero no sólo basta con intervenir lo propio de las costumbres de los grupos humanos, es necesario preguntarse por el afuera que constituye los ejercicios de poder, de preferencia los micro, más que los desusados y abstractos macropoderes, así sean simples formas que emulan las más remotas mitologías. La descentralización del poder confluye con el gobierno de sí.


Read more...

Cien Años de Antipopulismo

Por Mauricio Castaño H
Historiador
http://colombiakritica.blogspot.com/

De los gobiernos antipopulistas, Colombia sí que lo ha sido. Consiste en tan sólo desarrollar la economía y dejar por fuera lo social, ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres, esto es en esencia el antipopulosmo. La dirigencia no ha contemplado, no ha soportado considerar que la variable económica vaya a la par con el desarrollo social, concepción sui generis en el continente en tanto los demás países si han permitido un pensamiento, una doctrina liberal. Compartimos esta tesis del violentólogo francés Daniel Pecault.

Esto ha significado en palabras llanas exclusión de los sectores más vulnerables de la sociedad, y en esta fricción, en esta puja entre una mayoría carente del goce y disfrute de las riquezas de una nación y una clase dirigente egoísta que no quiere compartir los beneficios. La centenar contención tiene su manifestación más natural producida en la violencia descarnada en cualquier intento de reivindicación social. Jorge Eliécer Gaitán lo hizo con sus discursos engañosos disfrazados de populismo, o en su época, condujeron a la población a que se mataran a machete o a bala por credos políticos, guerra abierta entre liberales y conservadores, entre comunistas y puristas. 

También ejemplo del antipopulismo en Gaitán fue el no apoyo a la huelga sindical en la década del treinta y sus esfuerzos en esta materia por acaparar, para debilitar el sindicalismo y no dejarlo prosperar para las verdaderas luchas reivindicativas. Gaitán estaba en contra de la inmigracion extranjera, xenofobia puesta en operación en la categoría amigo/enemigo. En esta lógica, la Alianza Nacional Popular –Anapo- o el Movimiento Revolucionario Liberal, creaciones políticas de puras estrategias para  contener o acabar con el movimiento popular, con los comunistas decían ellos. Recuérdese que en la historia colombiana la izquierda no ha alcanzado más del cuatro por ciento, y cuando se avizora una posibilidad de alcanzar el poder, sus dirigentes han sido aniquilados, asesinados, fueron los casos de Pardo Leal, Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo.

Sostén de esta ideología antipopulista ha sido el dualismo de amigo/enemigo, categorías usadas al interior del país con las luchas regionalistas, unos se creen mejor que otros, los bogotanos son las élites ilustradas, la Atenas suramericana, y las demás puras y simples provincias atrasadas y con gentes ignorantes. O los paisas son los mejores que los costeños, y así una infinidad de variantes que exacerban racismos que ponen a sus gentes a pelearse unos contra otros, distraídos de los problemas de toda una nación, de todo un país. Pero este dualismo no se agota en el territorio nacional, también es llevado en el plano internacional creando imaginarios enemigos externos, otros gobiernos que no nos quieren dejar gobernar, nos quieren invadir.

Fue en el marco del antipopulismo donde se desarrollaron y desarrollan esas prácticas excluyentes y violentas. Donde se enquistó como parte de la cultura un miedo a un enemigo imaginario que puede estar dentro o fuera, de asustar con la delincuencia que roba y asesinan, haciendo creer que es de ahora y no de mucho tiempo atrás. Los pánicos más modernos creados en la población colombiana son hacia la guerrilla y hacia el chavismo. Es allí donde se nutre la demagogia electorera para asegurar sus votos. Además el más reciente discurso ha explotado la mentirosa seguridad democrática fustigando aún más a la población en acabar con el enemigo, ocultando el verdadero problema de cien años de antipopulismo, de no permitir las reivindicaciones propias del pensamiento liberal, que emerja el pueblo en sus sentidas luchas sociales, en la diversidad que somos. 

Esto ha sido nefasto, pues las estrategias de muerte como el narcotráfico, paramitarismo, los poderes mafiosos han pasado de agache, no han suscitado el menor repudio de la población, más bien en su oscurantismo, hacen del mal, virtud. Contener la población con antipopulismo disfrazado de discursos sociales ha dado sus resultados, el miedo bien instalado está, muchos avivan la guerra que acabará con los males, cuando el enemigo lo tenemos al frente, es el demagogo que nos hace creer que lucha por nosotros, que se hace pasar por una especie de mesías. En esta lógica el conflicto armado posibilita seguir conteniendo la movilización social. El antipopulismo nos tiene en mora de saldar la histórica deuda social. Por eso la solución del conflicto es en clave de paz, para que la democracia vibre en sus divergencias. 


Read more...

Formemos Red

Preferencias de los Lectores

Todos los Escritos

Rincón Poético

Seguidores