Por Mauricio Castaño H
Historiador
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La violencia es matriz de la cultura occidental, tras de cada poblado fundado, de una ciudad, se hallará el asesinato fundador, que lo inaugura. Nuestros orígenes están en Roma, Rómulo mata su hermano Remo. Los dioses pasan delante de los reyes. Un héroe se vuelve dios en los lugares en los que el gemelo se vuelve rey. Hércules sube al altar, Rómulo al trono. Matar asegura la expansión y la conservación del linaje. Se despoja, se desplaza, se excluye. Desde Roma se nos ha enseñado que la violencia es Ley. Se orina el territorio con espada o plomo. Cuando los ídolos se van a disputa y a su alrededor hay adeptos, bandadas de buitres carroñeros, acompañantes de cada quien, esperando devorar al vencido. Muerte desgarrada en medio de los buitres.
Para fundar, para echar raíces en un territorio es necesario matar, linchar, descuartizar, despedazar u otro método, buscar chivos expiatorios, el asesinato busca imponer miedo para la toma de Poder. La muerte, matar, sacrificar no es más que el eterno retorno, motor inmóvil del tiempo. Las disputas a muerte se dan entre contrarios, impulsados por la filosofía de los sistemas duales; si no eres mi amigo, entonces eres mi enemigo. O estás conmigo o contra mí, no se aceptan términos medios. El zorro representa la filosofía, es la sospecha, la Crítica, el Juez. O la post crítica deviene en policías de la academia. Esa tradición dual ha envenenado todo, no hay lugar a las multiplicidades ni a los arco iris. Igual procede cuando se fundan las instituciones del conocimiento, cada quien construye su reino o mafia en las facultades en donde ofrecen espectáculos de rebatiñas.
Se dice de la plata y el oro, son papel moneda equivalentes generales, gran intercambiador mundial. Una suma. Una suma de dinero es el elemento blanco. Blanco es la suma de los colores, se descompone por el espectro del arco iris. Así la ficha blanca puede detenerse en todos los valores. Se puede con ella obtener un todo, comprar el cielo y la tierra, tentar a los dioses y al diablo. Se puede comprender la historia por medio de la economía. Ofrecemos sacrificios, sobre el mismo altar a Júpiter, a Marte, a Quirinos. La Teología, la Violencia y la Economía están sobre la misma línea, o más bien ocupa el mismo espacio, todo el espacio. Marte engendra la violencia: Guerra. Quirinos engendra la violencia: Deudas, obligaciones. Júpiter engendra la violencia: Justicia y soberanía, los hombres de leyes regulan la violencia. De un gemelo linchado nace un rey. Roma es fundada, se dice. Del rey muerto despedazado nace un inter rey; rey muerto, rey puesto. De una hija violada nace la República, otra fundación. De una virgen asesinada por su padre nacela libertad. Allí está la ley: de un cadáver nace la fundación. El Eterno Retorno.
El hombre es un animal político, eso significa que el hombre exclusivamente político es bestial, militante de su reducido grupo, se relaciona con sus tribales, con su grupo familiar, no comparte con otros grupos, más bien les declara la guerra, su religión son esas relaciones humanas. Los políticos continúan y prolongan la violencia despiadada, en sus tronos son buenos aprendices en el arte de las disputas para obtener las mejores ganancias. Absorben hombres que le alaban, obedecen y les guardan respeto desmedido. Ministerio significa un maestro, magister, un amo. Un grande, se rodea de ministros, pequeños Minis. Gabinete de Poder. Todos estos pequeños trabajan en torno al grande. El lobo se hace llamar cordero, engaña para poder devorar sus presas. Manadas de buitres los rodean, carroñeros, quieren el cadáver. La muchedumbre se hace turba, y la turba mata, finalmente los buitres hacen su vuelo. Son secuaces que ordenan asesinatos para quedarse con el botín. Eterno Retorno de los dioses Júpiter, Marte y Quirinos.
Los vivientes humanos precisamos del territorio en donde nos exteriorizamos, nuestra casa nos materializa o refleja el universo que llevamos por dentro. No puede existir colectivo humano sin objeto. No hay objeto sin colectivo, no hay colectivo sin objeto. El animal político es una ficción. El grupo frota localmente, no se fija un poco de tiempo más que por medio de un objeto. Entre más viven los animales en colectividad más forzados están en construir cosas, por fuera de su cuerpo, por fuera de su grupo. El mundo y las cosas son condiciones para la existencia humana. La tradición histórica hizo énfasis en ciertos territorio: Roma es objeto con sus esculturas; Jerusalén Signo con su abundancia religiosa; y Atenas espíritu, la palabra prima, el discurso, el lenguajear.
En lo sólido, en las Estatuas es donde mejor queda grabado el deseo humano, su despliegue espiritual. Por ello se recomienda filosofar a martillazos, estilo nietzscheano, rompiendo, quebrando las piedras talladas, descubriremos nuestros antepasados. Buscar lo que se nos oculta en lo sólido da más certezas que ir a los socavones profundos y oscuros del sólo lenguaje, de esa filosofía guerrerista, de ese sistema dual que todo lo envenena. Hermes es buena ayuda para descifrar y descodificar. También urgen los deseos del sufragio universal. Sufragio. Fragor. Fractura. Despedazar. Trozar. Quebrar. Romper. Dividir. Fragmentar. El fragor produce ruido que impide escuchar lo esencial. ¡Divide y Reinarás! El sufragio universal pretende una unidad, quizás para impedir la violencia, o al menos regularla. Sujeto (yace bajo la muchedumbre), substancia (metafísica), sufragio es distribución. Es posible construir un mundo mejor, alejados de la matriz de violencia. Nos inspira el libro Roma de Michel Serres.
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