Por Mauricio Castaño H
Historiador
http://colombiakritica.blogspot.com/

En su naturaleza el bandidaje social, se caracteriza por la desobediencia, manifiesta odio hacia todo aquello que es considerado el origen de su degradación, una especie de catalizador, de chivo expiatorio en quien descargar la ira, en quien azotar para liberarse de su malestar. Eric Hobsbawm tiene un estudio titulado Bandidos, en donde sustenta este aborrecimiento liberador en lo que él denomina bandolerismo social, siempre desafiante del orden establecido, ejemplo mundial es el ya mito Robin Hood, el justiciero individual, el buen bandido, mito generalizado de gran simpatía en el pueblo, de gran gozo en los desamparados, en los desarraigados, en los miserables. Es mejor infringir la ley que morir de hambre, reza el aforismo chino.

Incluso a los bandidos se les dotan de valores mágicos, el bandido es también símbolo, repotenciado por los mass media “los hombres pueden vivir sin justicia, y en general se ven obligados a ello, pero no pueden vivir sin esperanza” (Hobsbawn). Las leyendas de los bandidos  tienen la capacidad de generar emoción en las gentes. En fin, esto diferencia el bandolerismo de lo antisocial. “El hombre tiene aspiración insaciable hacia la justicia. En su alma se rebela contra un orden social que la niega, y sea cual sea el mundo en el que vive, acusa de tal injusticia o bien a ese orden social o al universo material entero. El hombre posee un impuso natural extraño y pertinaz a recordar, a imaginar cosas y a transformarlas; y a demás lleva dentro de sí el deseo de tener lo que no puede tener, aún solo sea bajo la forma de cuento de hadas. Ésta es quizá la base de las sagas heroicas de todas las épocas, de todas las religiones, de todos los pueblos y de todas las clases sociales” Iván Olbracht, citado por Hobsbawn. Se habla en masculino, pues las mujeres son usadas para satisfacer la virilidad de aquellos, para satisfacer apetitos sexuales o para herir su orgullo, no las involucran en sus filas porque la rivalidad sexual socaba considerablemente la solidaridad de grupo, explicable sus restricciones.

La característica de Colombia es su Violencia, es el recurso metodológico encontrado para resolver todo tipo de diferencias políticas, regionales, económicas. Incluso se ha dicho que de luchas tribales de partidos, en los cuales se catalizaban los odios, se descargaban las inconformidades entre las mismas gentes del pueblo, el saldo fue una sangrienta violencia. La oligarquía le temía a una Revolución Social, puso a que el pueblo se matara entre liberales y conservadores. Esta violencia partidaria muta fuertemente para la década del ochenta con la entrada de la economía ilegal del narcotráfico que abrió grandes flujos de dinero fácil, de enriquecimiento en corto tiempo sin mayores esfuerzos, y así desplazó las otras economías legales como por ejemplo la del café, las gentes se volcaron hacia este nuevo torrente de riqueza, ya nadie quería seguir bajo la amenaza de la miseria. El ethos del hombre honrado y trabajador es ya del tiempo ido. 

El mafioso ocupa el lugar del Robin Hood. El narcoterrorismo con el sicariato como brazo armado impactó fuertemente la sociedad, la vida, el tejido social se vio restringido, era común el temor a salir a las calles, a los espacios abiertos, pues se temía la explosión de una bomba. Recordemos los inicios en las universidades públicas de esta perspectiva social, recuerdo la Universidad de Antioquia con su facultad de medicina en donde se desarrollaron orientaciones de salud pública, llevar agua potable a toda la población. La respuesta a la clase dirigente fue el temor a una Revolución Social y responder con masacres, allí cayó el médico Héctor Abad Faciolince, entre miles y miles.

En nuestra sociedad es un recurso liberador de odio el bandido mafioso, Pablo Escobar gozó y aún es admirado por gentes de toda clase, y más que eso, en el país se tiene una cultura de la ilegalidad, se estila decir la cultura o el país de los vivos, de los avispados, esto es, del tramposo, el que quiere sacar ventaja de los otros mediante el engaño, mediante la falsedad. Es un saldo refinado de esa cultura mafiosa y de cierta ética empresarial que todo el mundo quiere sacar provecho, sin importar el daño que le pueda hacer al otro, así sea mi mejor amigo. Aquí yace una oportunidad para los temas estatales de la Reparación Colectiva, de restablecer un tejido social deshecho. Experiencia la hay con la Comisión de Memoria Histórica, en su momento trazó una temporalidad de violencia y luego escogió unos hitos que la explicarían, así de sencillo.

You can leave a response , or trackback from your own site.

0 Response to " Bandidaje Social "

Publicar un comentario

Formemos Red

Preferencias de los Lectores

Todos los Escritos

Rincón Poético

Seguidores