Por Mauricio Castaño H
Historiador
http://colombiakritica.blogspot.com/

La cotidianidad de la ciudad se refleja en sus calles, en su diario vivir. La ciudad es centro y periferia. En su centralidad se manifiesta, se lee lo que ha sido, lo que es. Cuando se camina uno se encuentra con su espacio público atestado de ventas informales de toda clase, en cuatro astillas de palos reciclados. Tienden un pedazo de tablilla sobre la cual exponen baratijas a la venta, y así son miles de ellas por todo el corazón de la ciudad de Medellín, los censos hablan de tres mil formalizados y unos veinte y tres miles informalizados. Mientras más recorres más observas los caras de la miseria, carretilleros peleándose un posible comprador de una fruta magullada, o de miles de toldillos disputándose en vender baratijas a aquellos que van al rebusque para hacer rendir cuando más tres dólares diarios ganados el día anterior.

La visual es un reguero extendido por toda la ciudad de toldillos, puestecillos, de baratijas. Si reparas en las vestimentas confirmas otro tanto, la pobreza golpea, vestuarios ajados, de mala calidad, lo que permite comprar unas escasas monedas. Y por el trajinar y trajinar de sus gentes de aquí para allá, en busca de pelearse la subsistencia, sus cuerpos cansados y agitados desprenden olores fétidos. Sigo caminando, casi tropieza con una tricicleta o tricifurgoneta, en su parte de atrás lleva un volco cubierto de la propaganda de una empresa reconocida, respetable y exitosa de productos comestibles. Los empresarios también disputan a los miserables sus potenciales mercados. 

Llego a la casa cargado del estrés producido al intentar caminar por unas calles atestadas del rebusque, de los codazos que me dan los ladroncillos ingeniando como sacarme la billetera, esquivando los carros con sus conductores tratando de salir de los atrancos vehiculares, pues los escrupulosos evitan pasar por estas calles, y cuando no pueden evitarlo lo hacen bien encerrados en sus carros. Una ciudad sin calles para caminar, una ciudad sin vías para rodar. Una ciudad con una alma que gime, que se hunde en el tercermundismo. Nos hermanamos con esas ciudades miserables de la India, con quienes se siente están perdiendo la batalla por alcanzar una vida digna.

Llego a mi casa. Quiero descansar de esa dureza de la vida, enciendo la televisión, en un programa emitido para la localidad y la región, de la ciudad de la Innovación y de una Antioquia de slogan la más educada, altos funcionarios sacan pecho del testimonio de un ingenuo muchacho que muestra su gran invento para el mundo: un cucharon de cocina amarrado con pita a un palo, que a su vez se le amarrará a los pies con una cabuya de un discapacitado, faltante de sus manos y brazos para dizque facilitar la maniobra del mouse de un computador. Los altos funcionario toman el micrófono, las cámara enfocan un primer plano, piden a los asistente vivas y aplausos por acabar de ver estos grandes inventores, de talla de exportación, es la Medellín Innovadora. Pero Antioquia no se queda atrás, acaban de mostrar una escuela que tenía deficiencias sanitarias, el gobernador acaba de inaugurar la instalación de unas letrinas, otros aplausos, Antioquia será la más educada de Colombia y el mundo, pero no por sus competencias de rating mundial, ¿de qué entonces? Puede ser porque ya algunas calles de sus miserables pueblos abandonados ya no serán canaletas, cloacas, alcantarillas.

En mi ciudad se irriga una economía tacaña, miserable, los industriales manejan sus negocios desde el exterior para tratar de ganar algún lugar entre los primeros más ricos, pero a ellos no les importa los que viven en la escasez. A los políticos tampoco, son empleados de aquellos, permitiendo legislar para los beneficios del gran capital, ellos reciben sus comisiones. Hasta ahí les llega sus plataformas democráticas. Viva Medellín, Viva Antioquia, viva Colombia, viva la televisión  con sus mujeres bellas y tetonas, así sean huesudas. Las calles de la ciudad reflejan su adentro en su afuera, su espíritu. Mientras tanto todo se vuelve rutina de diario vivir.

You can leave a response , or trackback from your own site.

0 Response to " Las Calles "

Publicar un comentario

Formemos Red

Preferencias de los Lectores

Todos los Escritos

Rincón Poético

Seguidores