Por Mauricio Castaño H
Historiador
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El sistema financiero es lo más parasitario de la sociedad, todo lo engulle y nada da, es el huésped que sólo consume y nada entrega, ni si quiera paga con buenas palabras, por el contrario se comporta con sus comensales arrogante, prepotente y grosero. Se alimenta del esfuerzo ajeno. Él sólo agarra la riqueza, el trabajo producido por los demás y lo hace suyo, tanto que toma el dinero de su cliente y se lo devuelve en calidad de préstamo a costosos intereses, por arte de magia usurera multiplica los panes. Como buen parásito es insaciable, sólo mira la presa con la cual alimenta su holgazanería.
Esa presa tiene el nombre de cliente, el cual apresan, agarran con diversos tentáculos: Cuentas de Ahorros, Tarjetas de Crédito, Hipotecas, Préstamos, Seguros de Salud, de Vida, de Muerte, Planes vacacionales y un sin fín de etcétera, todo lo que un soldado del capitalismo anhela para alcanzar algún día el sueño pequeño burgués. Pareciera un contrasentido del Sistema Capitalista, que en su principialística ataca a los usureros porque viven de la renta, que no producen. Vuelve y juega la holgazanería, amenazando según sabios y teóricos la verdadera riqueza, el verdadero tesoro: El trabajo. Como en la fábula de La Fontaine Trabajad.
Con el dinero, con la banca financiera sucede igual que con el lenguaje, es un recurso simbólico, un medio para poner en circulación, un excelente sistema de intercambios, de síntesis que permite crear, mantener una ilusión que todos creemos verdadera, como una especie de perfomativo, así llaman los lingüistas a los enunciados que tienen capacidad de producir realidades. Basta que un telediario difunda una noticia especulativa para que todo un país entre en pánico. Volvamos a lo del lenguaje: “Puesto que las palabras no son sino nombres de cosas, sería bastante más cómodo que cada uno llevara consigo las cosas que le sirven para expresar los asuntos de los que pretende hablar… Muchos, dentro de los más cultos y sabios, han adoptado el nuevo sistema de expresarse mediante las cosas; el único inconveniente es que, si hay que tratar de asuntos complejos y de índole diversa, uno se ve obligado a llevarse encima una gran carga de objetos, a menos que pueda permitirse el lujo de que dos robustos servidores se los lleven… Otra gran ventaja que ofrece este invento es que puede utilizarse como lenguaje universal que puede ser comprendido en todas las naciones civilizadas… De este modo los embajadores estarían en condiciones de tratar con los príncipes o ministros extranjeros aun desconociendo por completo su propia lengua.” Jonathan Swift, citado por Umberto Eco en: La Lengua Perfecta.
Lo universal es el hombre que se comunica a través de una lengua. Importa es el recurso comunicativo para tramitar el enmarañado, el complejizado universo de las relaciones humanas. Por el momento a la humanidad no se le ha impuesto una lengua, ni siquiera a la Unión Europea, repetimos, el lenguaje es un medio expresivo, no es un fin en sí mismo, ni tan si quiera un mandato, aunque así lo han querido el imperio semiótico. Similar sucede con el sistema financiero, el dinero lo convirtieron no en medio sino en fin, sometiendo a los Estados, a todo un pueblo, pues este sistema declara muerte financiera a un ciudadano, lo reporta y lo bloquea, bien sea porque ellos mismos lo aprietan tanto que los asfixian, es difícil escapar a ellos, sólo los mafiosos y delincuentes que requieren evadir impuestos y autoridad. En Colombia existen tres centrales, tres guillotinas: Sifin, Procrédito, Datacrédito. Sistema bancario, y los otros de Comercio.
Una vez más ilustremos el ultra poder bancario. Los llamados clientes, una vez apresados es difícil escapar de las garras. En Colombia, en Medellín, por ejemplo, la banca Davivienda de manera irresponsable en el 2012 emprende una campaña de entrega masiva o expres de tarje de crédito, unos chicos eran puestos en esquinas de la ciudad, y a transeúnte que pasara lo paraban para embutirle un producto de Tarjeta de Crédito. Así fueron suplantados más de cien personas el año 2013 en tan sólo esta ciudad. En el país miles son estafados por millonadas y pasan años tras años tratando de mostrar su inocencia, pero eso no interesa a la banca, el sólo se fija en no dejar ir el dinero, y por ello atrapa al más cercano: el Cliente. Y los delincuentes son cosa del Estado, de la justicia.
La dimensión es tal que el mismo Sistema de Justicia se pronunció, la Corte Constitucional ya ha ordenado en la sentencia T-803 de 2010, por medio de la cual se protege el derecho al Habeas Data, que mientras dure una controversia entre entidades crediticias y usuarios, el reporte debe ser retirado: “(…) la Corte ha considerado que no se cumple de manera satisfactoria el criterio de veracidad, por lo que no resulta procedente mantener el reporte, junto con sus efectos negativos, mientras no se dilucide con toda claridad si en efecto la obligación existe y se encuentra pendiente de pago en la forma en que lo entiende el acreedor.” Agregó la Corte que “[f]rente a la tensión existente entre los derechos e intereses de las organizaciones que usan este tipo de información y los de las personas reportadas, es necesario anotar que el informe de situaciones discutidas y no suficientemente esclarecidas expone al afectado a sufrir todas las limitaciones y consecuencias negativas de tales reportes (…)”.
Con esta desventaja del cliente, recomiendan cada mes consultar si aún no ha sido suplantado, estafado, para que reaccione con rapidez y mitigar el dolor que se le viene de caer en las garras del sistema financiero. Esa es la Banca Parásita.
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