El Tiempo que Viene

Por Giorgio Agamben 

Intervención de Giorgio Agamben publicada el 23 de noviembre de 2020 en su columna «Una voce» en el sitio web de la editorial italiana Quodlibet.

Lo que está aconteciendo hoy a escala planetaria es ciertamente el fin de un mundo. Pero no —como para aquellos que buscan gobernarlo según sus propios intereses— en el sentido de un tránsito hacia un mundo más acorde con las nuevas necesidades del consorcio humano. La era de las democracias burguesas, con sus derechos, sus constituciones y sus parlamentos, está llegando a su fin; pero, más allá de la corteza jurídica, ciertamente no irrelevante, lo que se acaba es ante todo el mundo que comenzó con la Revolución Industrial y creció hasta las dos —o tres— guerras mundiales y los totalitarismos —tiránicos o democráticos— que las acompañaron.

Si las potencias que gobiernan el mundo han sentido que tenían que recurrir a medidas y dispositivos tan extremos como la bioseguridad y el terror sanitario, que han instigado en todas partes y sin reservas, pero que ahora amenazan con salirse de las manos, es porque temían a todas luces que no tenían otra elección que la de sobrevivir. Y si la gente ha aceptado las medidas despóticas y las limitaciones sin precedentes a las que se ha visto sometida sin ninguna garantía, no es sólo por miedo a la pandemia, sino presumiblemente porque, más o menos inconscientemente, sabía que el mundo en el que había vivido hasta entonces no podía continuar, era demasiado injusto e inhumano. No hace falta decir que los gobiernos están preparando un mundo aún más inhumano, aún más injusto; pero en cualquier caso, de un lado y del otro, de alguna manera se presagiaba que el mundo anterior —como ahora estamos empezando a llamarlo— no podría continuar. Ciertamente hay en esto, como en todo presentimiento oscuro, un elemento religioso. La salud ha sustituido a la salvación, la vida biológica ha tomado el lugar de la vida eterna y la Iglesia, acostumbrada desde hace tiempo a comprometerse con las exigencias mundanas, ha consentido más o menos explícitamente esta sustitución.

No nos lamentamos de este mundo que se acaba, no tenemos nostalgia de la idea de lo humano y lo divino que las implacables olas del tiempo están borrando como un rostro de arena en la orilla de la historia. Pero con igual decisión rechazamos la nuda vida muda y sin rostro y la religión de la salud que los gobiernos nos proponen. No esperamos un nuevo dios ni un nuevo hombre, sino que buscamos aquí y ahora, entre las ruinas que nos rodean, una forma de vida humilde y más sencilla, que no es un espejismo, porque tenemos memoria y experiencia de ella, aunque, dentro y fuera de nosotros, las potencias adversas la rechacen cada vez en el olvido.


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Alhambra

 Comentarios sobre Alhambra, un poema de Jorge Luis Borges
María Luisa Jaramillo
Traductora
Colaboración para ColombiaKrítica

Quizás mi primer encuentro con la Alhambra fue cuando oí la pieza de Francisco Tárrega que lleva su nombre y la carátula de un disco en la casa de unos amigos. Hace cincuenta años la difusión de las obras musicales y artísticas era todavía muy limitada si se piensa en el papel fundamental que ha jugado Internet .

Así que para disfrutar mejor este bello poema me fui a la Biblioteca Digital. Primer hallazgo: un disco completo de los Poemas de la Alhambra de El-Arabi Serghini interpretados por Eduardo Paniagua y otro, muy a propósito del poema, Agua de la Alhambra. En este último se oye el fluir del agua, el croar de ranas y de otros animalitos que se encuentran en una vegetación cercana a un río o a alguna fuente de agua. Poco a poco van llegando la flauta, los tambores y los instrumentos de cuerdas que acompañan los poemas cantados solo por hombres.

El segundo fue la traducción de trozos de poemas que decoran los muros con la hermosa caligrafía árabe:

  Yo soy un orbe de agua que se muestra a las criaturas diáfana y transparente/ un gran Océano cuyas riberas selectas de mármol escogido/ y cuyas aguas, en forma de perlas, corren sobre un inmenso hielo primorosamente labrado. 

Al buscar ejemplos de zéjel encontré uno que ya conocía pero que no sabía que pertenecía a este género y que hacía mucho que no había vuelto a oír: Tres Morillas se enamoran en Jaén. Por la misma época del disco de Recuerdos de la Alhambra, un amigo me lo había grabado en un casete con la interpretación de Teresa Berganza. 

Al mirar el poema en su conjunto vemos como Borges en una corta composición reúne los elementos que mejor podrían describir el lugar: los laberintos del agua, el mármol, la música del zéjel, el rey doliente que sabe que tendrá que irse, la luna, el amor. Los limoneros y el jazmín perfuman el lugar… Se necesita una gran maestría para que el poema no sea solo una enumeración de elementos y conmueva al lector.  

Es de anotar que luego de su visita a Granada se hizo un mural con el poema. 

Es escrito por Borges durante un viaje que hizo en 1976 con María Kodama… ¡el mismo año en el que yo también hice un corto viaje por España! En ese verano también estuve conociendo las Cavernas de Altamira y en 1974 escribe Borges El Bisonte. 



Anexos

Alhambra

Grata la voz del agua

a quien abrumaron negras arenas,

grato a la mano cóncava

el mármol circular de la columna,

gratos los finos laberintos del agua

entre los limoneros,

grata la música del zéjel,

grato el amor y grata la plegaria

dirigida a un Dios que está solo, 

grato el jazmín.


Vano el alfanje

Ante las largas lanzas de los muchos,

Vano ser el mejor.

Grato sentir o presentir, rey doliente,

que tus dulzuras son adioses,

que te será negada la llave,

que la cruz del infiel borrará la luna, 

que la tarde que miras es la última.

Granada, 1976.  

Jorge Luis Borges, Alhambra, Obras Completas. Tomo III, pg. 279. Emecé 2011

Los discos de Poemas de la Alhambra y Agua de la Alhambra se encuentran en YouTube. Lo mismo para la canción de Teresa Berganza.

La traducción del poema de un muro es tomado de AlhambraDeGranada.org .

Hay una canción de música popular latinoamericana compuesta por Rafael Barros, compositor cubano, que cuando era niña todos conocíamos. Se trata de El Limonar.  Fue compuesta para la película Ahora seremos felices protagonizada por Juan Arvizu. 

Por supuesto se la dedico a Jorge Luis Borges.


Medellín 19 de noviembre 2020.


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Ser Patriota es Pagar Impuestos

Yuval Noah Harari: “Ser patriota es sostener un buen sistema sanitario, pagar impuestos”

El pensador más popular del mundo adapta su éxito ‘Sapiens’ —con 16 millones de ejemplares vendidos— al formato cómic, como parte de su campaña por la divulgación científica y contra las teorías de la conspiración

Desde el inicio de la pandemia Yuval Noah Harari (Haifa, 1976), probablemente el pensador más popular hoy en día, parece haber dejado de interpretar el mundo para analizar cómo se transforma. Su posición en favor de un sistema sanitario robusto y de la cooperación internacional ante la crisis económica derivada de la covid imprimen neto carácter político a las predicciones que plantea para un mañana inminente. Sigue sin querer usar un teléfono inteligente. “Me siento más protegido así”, admite.

Vestido de negro, con la única concesión a la coquetería de unos calcetines claros con bordados, la conversación de Harari fluye con brillantez en su oficina de Tel Aviv, un ático con vistas al mar que sobrevuela las azoteas de una urbe aún semiconfinada. La entrevista que ha concedido esta semana a EL PAÍS responde a la publicación en español del primero de los cuatro volúmenes, de Sapiens, una historia gráfica (Debate), que traslada al lenguaje del cómic la obra germinal del historiador israelí, traducida a 60 idiomas y de la que se han vendido ya más de 16 millones de ejemplares.


Pregunta. ¿Un profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, doctorado en Oxford, en formato cómic?

Respuesta. Este tipo de presentación es más accesible y divertida. En tiempos de pandemia es extremadamente importante hacer el esfuerzo de llevar el conocimiento tecnológico a una amplia audiencia para no dejar espacio a las teorías de la conspiración. La ciencia, la realidad, es muy complicada de explicar, y mientras tanto circula el rumor de que Bill Gates creó el virus en un laboratorio para controlar el mundo. Es vital que los científicos encuentren modos de comunicar más interesantes para llegar a la gente.


P. Suele utilizar en su obra un enfoque con gran angular o de visión panorámica. ¿Para mostrar a los demás lo que tienen ante sí?  


R. El método empieza por plantear las preguntas fundamentales. Por ejemplo: ¿por qué los hombres han dominado a las mujeres en la mayoría de las sociedades? No se puede responder, pongamos por caso, enfocándonos solo en la historia española del siglo XVI. Puede que lo que encontremos sea específico para ese tiempo y lugar. Hay que reunir información de antropólogos de diferentes sociedades, de arqueólogos de distintos periodos, investigar en la biología. Solo juntando todas las piezas se puede empezar a responder una pregunta clave.


P. Se le critica a veces por recurrir al relativismo para cuestionar certezas científicas. Incluso ha planteado un cambio de paradigma político en un mundo hipertecnológico.


R. Si me pregunta por cuál será el nuevo modelo, no lo sé. Pero es urgente desarrollarlo. Los cambios tecnológicos están dejando obsoleto el antiguo sistema. Puede que el principal reto que afrontamos sea el que está haciendo posible piratear a los seres humanos, recolectar tantos datos de la gente que un sistema externo pueda llegar a conocernos mejor que nosotros mismos y trate de manipularnos. Las estructuras políticas y económicas actuales se construyeron cuando no existía esa tecnología. Ahora hay que reinventar la democracia y el sistema económico. Lo que sigue existiendo es una base universal absoluta sobre la ética y la moralidad que no cambia. Yo creo que la moralidad no es acatar las leyes, sino reducir el sufrimiento, que es un fenómeno biológico universal. Los medios cambian, porque cambian las condiciones. En el siglo XX la democracia liberal era el mejor sistema político, el más efectivo para reducir una parte del sufrimiento humano, en comparación con el totalitarismo o las monarquías absolutas. No sé qué pasará dentro de 100 años, pero hará falta un nuevo tipo de sistema político, que ojalá sea mejor para liberar a las personas del sufrimiento.


P. ¿Habría que empezar por reforzar la cooperación global, como propugna para hacer frente a la pandemia? Usted habla además de falta de liderazgo internacional, lastrado por el nacionalismo populista de dirigentes como Donald Trump (EE UU), Jair Bolsonaro (Brasil) o Víctor Orbán (Hungría).

R. Suelen venir por Israel [ironiza]. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, es amigo de todos ellos. En esta pandemia hemos visto que es mejor cooperar con otros países para desarrollar una vacuna o impedir la propagación del virus. Trump, Bolsonaro y otros desinforman cuando consideran antipatriótica la coordinación global. Ser patriota es sostener un buen sistema sanitario, es pagar impuestos. Si un presidente que es multimillonario solo paga 750 dólares de impuestos en un año (alude a la declaración fiscal de Trump desvelada por The New York Times), no es un patriota. [Harari y su marido y agente, Itzik Yahav, donaron un millón de dólares en abril a la Organización Mundial de la Salud después de que Trump suspendiera la financiación de EE UU al organismo de la ONU].


P. A muchos su discurso les sonará a intervencionismo keynesiano


R. No. Se trata ya de un acervo común, de una idea compartida desde la segunda mitad del siglo XX. Todos necesitamos un buen sistema sanitario y hay que pagar por ello. Espero que la covid extinga de una vez el modelo de pensamiento que apuesta por la privatización. Nadie puede pensar en serio en dejar al libre mercado la gestión de la salud pública.


P. ¿El tiempo de las religiones ya ha pasado? ¿El desarrollo tecnológico hace innecesario su relato?


R. No creo que tengan necesariamente que desaparecer, aunque deberán adaptarse a las nuevas circunstancias. Para impulsar una amplia cooperación global también hace falta algo de mitología que una a la gente, pero podemos elegir mejores relatos. Las sociedades más prósperas son las menos religiosas. Comparemos España o Países Bajos con Siria o Irak, ¿cuáles son más violentos y menos tolerantes?


P. ¿Habría que sustituir la religión por la meditación y los retiros en India que usted practica?


R. Hay una gran diferencia entre espiritualidad y religión. La primera se refiere a las preguntas fundamentales: ¿quién soy? ¿cuál es el sentido de la vida? Buscar las respuestas es una práctica espiritual. La religión es lo opuesto: ofrece respuestas rudimentarias y nos pide creer en ellas.


P. Durante la pandemia, muchos líderes religiosos han pedido a los fieles que no accedan a los templos, por razones científicas.


R. No debe haber contradicción entre religión y ciencia. Hay choques pero no son inevitables. El Papa pidió a los cristianos que no fueran a las iglesias para no contagiarse y que siguieran la misa online. La actitud de Francisco es positiva, como en el cambio climático. También ha pasado en las mezquitas y sinagogas.


P. Pero los ultraortodoxos han abarrotado los templos judíos en Israel.


R. No funciona igual que con el papa Francisco (risas). Aunque es un asunto más político que religioso. Netanyahu mantiene deliberadamente una estrategia de divide y vencerás. Crea tensión entre diferentes sectores de la sociedad israelí. Incita al odio para fortalecer su base política —hace creer que otros ciudadanos son traidores y enemigos— para que no vote por otros partidos. En tiempos normales se puede gobernar con una parte de la sociedad. En una pandemia se necesita la colaboración de todos. Aunque si se ha propagado el odio durante años no es de extrañar que se produzca esta crisis de confianza en Israel.


P. Durante mucho tiempo usted se ha centrado en los asuntos globales, pero desde el inicio de la pandemia ha hecho oír su voz en la política interna israelí. En una tribuna publicada en la prensa denunció una tentativa de golpe de Netanyahu.


R. Normalmente prefiero mantenerme al margen de la política del día a día, pero se trataba de una situación excepcional. Al principio de la pandemia, con todo el mundo presa del pánico, Netanyahu no podía formar Gobierno por carecer de mayoría. Entonces cerró los tribunales con la excusa de proteger a los jueces e intentó impedir el funcionamiento del Parlamento. Existía la sensación de que intentaba promover un golpe. Afortunadamente, la presión de los partidos y de la opinión pública restauraron el equilibro de poderes.


P. No le gusta ser calificado de profeta o gurú, pero como analista de la realidad formula predicciones.


R. ¿Cómo saldremos de la pandemia? ¿La humanidad saldrá más unida? No lo sé. Lo único que puedo decir es que todo depende de las decisiones que se tomen. Espero que la población reaccione con más cooperación. Pero también pueden tomarse decisiones equivocadas. En mis libros intento detectar diferentes escenarios para el futuro y animar a la gente a hacer la elección correcta. Pero no puedo saber lo que ocurrirá.


P. ¿La pandemia marcará un hito en la historia?


R. En sí misma, la covid es relativamente leve. Causa una baja mortandad. La Peste Negra medieval fue infinitamente peor, mató entre una cuarta parte y la mitad de la población de Europa y Asia. La pandemia de gripe de 1918 a 1919 fue más grave, en algunos países acabó con un 5% de los habitantes.


P. ¿La conocida como gripe española?


R. Prefiero no usar esa expresión. Como país neutral, España tenía una prensa más libre en medio de la censura de la Primera Guerra Mundial y por eso se la citaba siempre como fuente. Al final acabó diciéndose que la gripe venía de España. El mayor peligro de la covid ahora es económico y político, no médico. Las repercusiones de la pandemia pueden ser catastróficas y durar muchos años, con el colapso de regiones enteras, como Sudamérica, y la emergencia de nuevas tecnologías de vigilancia. Países muy cuidadosos en la protección de los derechos de sus ciudadanos están legitimando su uso. Puede que dentro de 50 años, cuando se eche la vista atrás, se la recordará no por el virus, sino por el momento en el que todos empezaron a estar vigilados por el Gobierno. Ese puede ser su gran legado. Sobre todo si existe vigilancia biométrica, no solo para saber adónde va y con quién se encuentra una persona, sino también para observar qué pasa en el interior de su cuerpo: su presión sanguínea, pulso del corazón, actividad cerebral. Los Gobiernos y corporaciones van a ser capaces de conocernos mejor que nosotros mismos; entender nuestras emociones y pensamientos, nuestra personalidad. Es una forma de control social con la que los regímenes totalitarios siempre han fantaseado.

“NO ME GUSTABA SER PERSONAJE PROTAGONISTA DEL CÓMIC”

El proceso de creación de ‘Sapiens, una historia gráfica’ junto con David Vandermeulen (coautor del diseño) y Daniel Casanave (ilustrador) sigue fascinando a Harari. “Ha sido el proyecto más divertido en el que he trabajado en toda mi carrera. Hemos roto con convenciones académicas y experimentado con el lenguaje del relato policiaco, con la imagen de un superhéroe o con las películas de acción y los ‘reality shows’ de televisión para abrir nuevas vías de transmisión del conocimiento científico al público”, relata durante la entrevista con EL PAÍS en Tel Aviv.

“La idea inicial fue suya (de Vandermeulen y Casanave) y llegó a través de Albin Michel, la editorial francesa de mi obra. Es un modo brillante de hacer el relato más accesible, sin que deje de ser científico, y de forma más atractiva y simpática. Hay pocas ocasiones de recurrir al humor que en un libro normal sobre ciencia.


- ¿Puso algún veto o linea roja?


- Hubo mucho debate sobre el uso de mi imagen en los dibujos, como personaje protagonista del relato. Querían que yo apareciera como una especie de guía en el libro. Al principio no me gustaba. Pretendían que fuera la estrella principal, pero llegamos a un compromiso: que hubiera también todo un elenco de científicos, algunos reales y otros imaginarios. Es algo importante. Se corresponde con la idea de que la ciencia no es el trabajo de una sola persona. Y cuando intervienen varios personajes se ofrece una idea mucho más precisa de cómo es en realidad la ciencia.


“Las principales cuestiones políticas son también científicas”, puntualiza Harari en referencia al cambio climático o la pandemia. “Si no se tiene una buena base científica se dicen cosas sin sentido. Hay que construir un puente entre la comunidad científica y el público en general. En caso contrario, las ideas erróneas se implantarán en la mente de la gente”.


Tomado de El Pais.com


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Las Tres Ecologías

Por Mauricio Castaño H
Historiador
Universidad Nacional de Colombia
Colombiakritica


Félix Guattarí escribió Las Tres Ecologías.* Es un manifiesto que advierte sobre lo que denomina el Capitalismo Mundial Integrado que todo lo captura para ponerlo a su servicio, conocer es Poder como se ha dicho con las redes sociales, te conocen a tal punto de la manipulación. Demos un ejemplo, se dice que a la edad de quince años de un joven, facebook tiene a su disposición alrededor de 78 mil datos, se sabe a gran escala como interfiere acorde a sus intereses en las elecciones de un país. 

El concepto ecosofía se propone alternativo a tal poder aplastante. Presentamos algunas citas del texto mencionado con el fin de motivar su lectura y por supuesto su reflexión. Ecosofía llamó a la triada que comporta la misma ecología, las relaciones sociales y los procesos de subjetivación (1996, p, 7). La ecología se propone en una amplitud a la sola estrechez ecolátrica conocida: "Los actuales movimientos ecologistas tienen ciertamente muchos méritos, pero, a decir verdad, pienso que la cuestión ecosófica global es demasiado importante para ser abandonada a algunas de sus corrientes arcaizantes y folklorizantes, (p,50).

Si algún cambio ha de venir no es desde arriba, desde los decididores, desde los gobernantes o burócratas del régimen capitalista incapaces de promover un cambio de raíz que dé solución real a lo que compromete la vida sobre el planeta: "No podemos abandonarnos ciegamente a los tecnócratas de los aparatos de  Estado para controlar las evoluciones y conjurar los peligros en esos dominios, regidos, en lo esencial, por los principios de la economía del beneficio" (32). Pero demos en la brevedad una idea de la ecosofía, de las tres ecologías solidarias unas de otras, son un todo que se complementa.

Los procesos de subjetivación son puntal para edificar nuevas formas de existencias, que si se quiere, tienen que ver con la estética, la ética, pues el sentir, la estesia puede ser un acto creativo que se enriquece en la diversidad y se opaca con la uniformidad u homegenización pretendida por los mass media que operan como sedativos sociales que dictan patrones de comportamiento: "En todas partes y en todas las épocas, el arte y la religión han sido el refugio de las cartografías existenciales basadas en una asunción de ciertas rupturas de sentido «existencializantes». Pero la época contemporánea, al exacerbar la producción de bienes materiales e inmateriales, en detrimento de la consistencia de los Territorios existenciales individuales y de grupo, ha engendrado un inmenso vacío en la subjetividad, que tiende a devenir cada vez más absurda y sin recurso."(40)

"Las redes de parentesco tienden a reducirse al mínimo, la vida doméstica está  gangrenada por el consumo «mass-mediático», la vida conyugal y familiar se encuentra a menudo «osificada» por una especie de estandarización de los comportamientos, las relaciones de vecindad quedan generalmente reducidas a su más pobre expresión…" (p.7). Todos, unos y otros parecen cortados con la misma tijera, sólo algún atisbo de diferenciación con los tatuajes en la piel joven ante avasallador torrente de la moda: jeans, tennis de tal marca, tal corte de cabello, hasta el caminado y el hablar están formateados desde la televisión.

Esto no es para asustarse, el formateo del canal está desde el nacimiento de la humanidad que Guattarí llama el Módulo de subjetivación… "el teatro griego, el amor cortés, las caballerías se impusieron como modelo, o más bien como módulo de subjetivación" (26).

Los procesos sociales no corren mejor suerte, de tal palo tal astilla: "Otra especie de alga, que en este caso tiene que ver con la ecología social, consiste en esa libertad de proliferación que ha permitido que hombres como Donald Trump se apoderen de barrios enteros de New York, de Atlantic City, etc., para «renovarlos», aumentar los alquileres y expulsar al mismo tiempo a decenas de millares de familias pobres, la mayor parte de las cuales están condenadas a devenir homeless, el equivalente aquí de los peces muertos de la ecología medioambiental" (34). Pero no sólo hay amenaza en estos feroces depredadores del neoliberalismo, también quienes le sirven no se ve como voltear la página que libere de la opresión: "Aquí la mayor dificultad  reside en el hecho de que los sindicatos y los partidos, que luchan en principio por defender los intereses de los trabajadores y de los oprimidos, reproducen en su seno los mismos modelos patógenos que impiden en sus filas toda libertad de expresión y de innovación. Quizá se necesitará un período de tiempo considerable para que el movimiento obrero reconozca que las actividades de circulación, de distribución, de comunicación, de encuadramiento" (44).

El reto de la singularizacion, el proceso de subjetivación que libere del formateo homogenizador no es sencillo en tanto que todos evitamos lo difícil y doloroso del pensar, y a cambio nos replegamos en la masa que nos lleva y nos conduce sin tan si quiera cuestionarnos: "Exceptuando el Islam, las grandes religiones tienen  cada vez menos influencia sobre la psique, mientras que en todo el mundo vemos florecer una especie de retomo al totemismo y al animismo. Las comunidades humanas atrapadas en la tormenta tienen tendencia a replegarse sobre sí mismas, dejando a los políticos profesionales la responsabilidad de regir la organización social, mientras que los sindicatos se ven superados por las mutaciones de una sociedad que por todas partes está en crisis latente o manifiesta."(62)

A grandes males, grandes remedios. Es conocido por el mundo filosófico la explosión de juegos artificiales como dice Dagognet de su maestro Bachelard a la hora de producir conceptos disruptivos para lo mejor de la vida. A Deleuze y Guattarí les debemos la liberación de un Yo prisionero del Edipo y nos mostraron los devenires, las líneas de fuga de cada existencia: "ya no se trata, como en los períodos anteriores,  de lucha de clase o de defensa de la «patria del socialismo», de hacer funcionar una ideología unívoca, es concebible, por el contrario, que la nueva referencia ecosófica indique líneas de recomposición de las praxis humanas en los dominios más variados. A todas las escalas individuales y colectivas, tanto en lo que respecta a la vida cotidiana como a la reinvención de la democracia, en el registro del urbanismo, de la creación artística, del deporte, etc., siempre se  trata de interesarse por lo que podrían ser dispositivos de producción de subjetividad que van en el sentido de una resingularización individual y/o colectiva más bien que en el de una fabricación «mass-mediática» sinónimo de angustia y de desesperación" (p, 18)..."Una misma intención ético-política atraviesa los problemas del racismo, del falocentrismo, de los desastres legados por un urbanismo pretendidamente moderno, de una creación artística liberada del sistema del mercado, de una  pedagogía capaz de inventar sus mediadores sociales, etc. Esta problemática es, a fin de cuentas, la de la producción de existencia humana en los nuevos contextos históricos." (p,19)

Se trata, entonces, de echar atajos, de caminar, de extraviarse en la diversidad del planeta, de experimentar el mundo en sus circunstancias: "Lógica que podría denominarse del «tercero incluido», en la que el blanco y el negro son indistintos, en la que lo bello coexiste con lo feo, el adentro con el afuera, el «buen objeto» con el malo…"(53)... "Conviene dejar que las culturas particulares se desarrollen, inventando otros contratos de ciudadanía. Conviene mantener unida la singularidad, la excepción, la rareza con un  orden estatal lo menos pesado posible. La eco-lógica ya no impone «resolver» los contrarios, como lo deseaban las dialécticas hegelianas y marxistas"(49).

 "Ahora bien, esta reconstrucción no depende tanto de reformas desde arriba, leyes, decretos, programas burocráticos, como de la promoción de prácticas innovadoras, la proliferación de experiencias alternativas, centradas en el respeto de la singularidad y en un trabajo permanente de producción de subjetividad, que se autonomicen al articularse convenientemente con el resto de la sociedad. (61). "Un proverbio dice que «la excepción  confirma la regla», pero puede también modificarla o recrearla."....(50)

Éstas son unas simples notas sobre Guattarí que pretenden estimular su re-lectura. Y nosotros a su vez hicimos lo propio gracias al profesor Luis Alfonso Paláu que dedica su curso a la reflexión ecológica, al antropoceno con un ramillete de autores como Serres, Bruno Latuor, Bernard Stegler, entre muchos otros.


Libro Las Tres Ecologías en la web https://www.arteuna.com/talleres/lab/ediciones/FelixGuattariLastresecologas.pdf


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