Esquiva Paz

Por Mauricio Castaño H
Historiador
colombiakritica.blogspot.com/

De la guerra, la paz. Es mejor negociar el conflicto que seguir echando bala. Nadie celebra la destrucción y las desgracias de la devastadora guerra, hasta quienes se lucran de ella, en algún momento han tenido sus lamentos. De darse las negociaciones con las guerrillas de las Farc, y es lo más probable que suceda, por lo menos son diez mil fusiles menos vomitando plomo en los campos colombianos.

Se calcula que la lucha guerrillera, representa un diez por ciento de violencia general que el soporta país, la otra se encuentra en el narcotráfico y sus manifestaciones en bandas criminales que expanden y enriquecen sus negocios con las llamadas Rentas Ilegales, que bajo intimidaciones gravan a pequeños y grandes sectores de la economía. La otra gran tajada porcentual, se encuentra en la violencia intrafamiliar, el Instituto de Bienestar Familiar habla de más de un cuarenta por ciento. Puede verse que la gran complejidad de la violencia, no es endosable a un solo demonio, como muchos de los que viven de la guerra, han querido hacer creer que todos los males son de las satanizadas Farc. 

Alienta el primer acuerdo logrado sobre la tierra, sobre su Acceso y desarrollo agrario, en especial para los campesinos pobres que la quieren trabajar. En sí, es hacer la tan deseada Reforma Agraria, que dinamizaría en condiciones dignas la economía campesina. En el tema político poco se espera, pues a decir verdad, las guerrillas en Colombia han dejado de ser desde hace muchos años para la población, una esperanza que restaure o garantice la justicia social. Hoy nuestros jóvenes y la sociedad en general, han sido permeados por una cultura del narcotráfico, por esa cultura criminal del dinero fácil para comprar comida y algunos lujos, que venga de donde venga, no importa si se mata por ello, nuestra Virgen de los sicarios, está ahí para salvarnos.

La izquierda en Colombia se tendrá que reconfigurar una vez se quite ese lastre de subversión armada, desaprobada por el ciudadano común. Se tendrá que disputar dentro de la misma izquierda unos de esos pocos escaños que tienen en el Congreso. La tarea no es nada fácil para toda esa cantidad de grupúsculos que quieren llevar la delantera política. Y del guerrillero raso, tendrá que pensarse en una desmovilización seria, que no se repita el mentiroso capítulo de la dejación de armas de las Autodefensas, lo cual fue una legalización de su accionar criminal. La tarea no es menor con un sistema carcelario en crisis, no hay cupos, pero el gran problema de siempre es que la cárcel no corrige para hacer el bien, sino que con ella se entra en la universidad del crimen.

Este círculo vicioso de la violencia, en donde algo aporta ese instinto de supervivencia en donde más de la mitad de la población mundial pobre y otra que amenaza con morirse de hambre,  y un sistema capitalista mundial que tiene para distribuir alimento a toda la población, y así nadie padezca hambre, pero no se hace porque la usura está por delante. Falta que la decisión política se levante y se anteponga ante el gran mercado. No subvaloramos el gran trabajo cultural que debe hacerse para desactivar esa cultura de violencia, de muerte, de conseguir dinero fácil, producto de la organización mafiosa. Bienvenida la negociación política.


Read more...

El juego del poder


Mauricio Castaño H.
Historiador

La fuerza y el poder están hermanados. La explicación es simple y tradicional, se ejemplifica de manera evidente por la relación entre el gato y el ratón. Escribe Elías Canetti en Masa y Poder: «el ratón, una vez atrapado, está bajo el régimen de fuerza del gato: éste lo agarró, lo mantiene apresado, su intención es matarlo. Pero apenas comienza a jugar con él, agrega algo nuevo. Lo suelta y le permite correr un trecho. No bien el ratón se vuelve y corre, escapa de su régimen de fuerza. Pero está en el poder del gato el hacerle regresar. Si le deja irse definitivamente, lo ha despedido de su esfera de poder. Dentro del radio en que puede alcanzarlo, con certeza permanece en su poder. El espacio que el gato controla, los vislumbres de esperanza que concede al ratón, vigilándolo meticulosamente, sin perder su interés por él y por su destrucción, todo ello reunido – espacio, esperanza, vigilancia e interés destructivo- podría designarse como el cuerpo propiamente dicho del poder o sencillamente como el poder mismo».

Anexo a esto está el instinto agresivo del hombre, que en la antigüedad se satisfacía con la caza, hoy con la guerra. Se aprendió la rapidez en el agarrar de los felinos. El león, el leopardo y el tigre fueron los modelos. De las aves se aprendió dos tipos de rapidez: dar alcance y agarrar. En el hombre inspiró la flecha, que veloz como un trueno da alcance a la presa. La evolución de estas técnicas no para ni parará. Hoy en las guerras convencionales o no, se usan armas de largo alcance disparados con alta precisión para dar en el objetivo deseado.

A este piso biológico o instintual, se le antepone la cultura que pretende modificar, frenar o mitigar el poder de destrucción que existe dentro del hombre mismo. Son muchos los tratados religiosos o morales que se conocen que invitan a la virtud, a vivir en paz o en sana convivencia con los demás, sin necesidad de acudir a la eliminación física del otro. «No matarás». Si fuera por los catálogos de buena virtud, los hombres hoy vivirían en una especie de sucursal del paraíso.

En el actual conflicto colombiano que vive el propio Estado con las Guerrillas, en el batirse, usan infinidad de calificativos los unos a los otros para justificar su lucha a muerte, al punto, como es propio de la violencia, de quitar la condición humana a quien consideran su enemigo. Por ejemplo, en esta guerra que ya lleva más de medio siglo, con el abatido y temible guerrillero Víctor Julio Suárez Rojas o alias Mono Jojoy, al ser indagado el ministro de defensa por las pérdidas humanas, respondió que la única perdida a lamentar era la perra antiexplosivos 'Sasha', significando con ello, que los guerrilleros muertos eran menos que este animal. En esta lógica de descalificar la condición humana respondían esas guerrillas, según registra la prensa nacional, tratando a la dirigencia del país «de cobarde a esa alimaña de la oligarquía».

Esta lógica o ideología de la dualidad, nutre bien a estos bandos. El enemigo siempre estará al acecho. Un punto de encuentro o de acuerdo será difícil de hallarlo, pues el apetito de la guerra siempre estará ahí mientras se opere con esa binariedad. Parece un chiste que el legendario guerrillero, alias Tirofijo, se haya muerto en su vejez y aún siguiera recordando las tantas gallinas y cerdos que le fueron robados por sus enemigos. Que la memoria histórica dé tanto para la venganza y tan poco para la paz o la reconciliación, es para que la sociedad reflexione.

Hoy un bando puede estar ganando una batalla porque tiene mejores armas, pero la verdadera batalla de la condición humana no está camino a la victoria. La lógica binaria sigue en plena ebullición, amigo versus enemigo, malo versus bueno, no existe lugar para la intermediación. No se vislumbra una propuesta de entendimiento que apacigüe la fiera que hay en cada uno de nosotros. Por lo que vemos, no sabemos dónde está el principio del fin de esta guerra que el actual Gobierno sentencia. Si vemos en el juego del gato y el ratón, un festín que divierte a uno y a otro, y porque no, a expectantes.

Read more...

Estado, Familia y Hampa


Por Mauricio Castaño H
Historiador
colombiakritica.blogspot.com

Sus señorías pillos andan haciendo de las suyas, como en tiempos de la Colonia, apropiándose de la tierrita, la toman para sus posiciones estratégicas para el gran negocio del narcotráfico. Están henchidos del poder que les da una sociedad en donde todo se compra, todo se vende, y ellos a su vez todo lo gravan, lo mínimo y lo máximo. Extorsionan al miserable ventero ambulante que apenas logra su diario sobrevivir, pero también lo hacen con las prósperas empresas, las de transportes, por ejemplo. Tan rentable es el negocio que hoy se habla de zonas grises, esto es, una especie de puerta giratoria que se mueve entre la legalidad y la ilegalidad. En otras palabras, hoy es un gran señor miembro de las élites, pero mañana está desde cualquier escondite avivando la llama de la criminalidad con sus jugosas riquezas, y decidiendo a quien hacer morir o a quien dejar vivir.

De lo inescrupuloso no se conocen límites. Recién en la ciudad de Medellín amenazan con desplazar el poblado rural de San Cristóbal, su población pobre y miserable, los hacen temblar bajo amenazas de muerte. Las imágenes del desplazamiento forzado, fue transmitido por la televisión. Llamó mucho la atención que la fuerza pública, el Ejército y la Policía, ayudaran a las familias en su huida cargando su equipaje, en lugar de enfrentarse a los malhechores. ¿Muestra de impotencia? Y es que la palabra más usada, es la pérdida de legitimidad de la fuerza pública, miles son los casos en que se han ganado esa desconfianza, testimonian que cuando la ciudadanía denuncia ante la policía a los pillos, más se demoran en regresar a sus casas, que los mismos matones en reprocharles la denuncia. Filtración de información, en evidencia la criminalidad y la fuerza pública en sus alianzas.

Y de la sociedad decimosque se encuentra enferma. En casa los padres se pelean como perros y gatos, y a sus hijos, es norma que los violentan, y no es para menos en esta colectividad machista, que golpea a sus mujeres porque reclaman sus derechos alimenticios. El siguiente cuadro deja mucho que desear: En Colombia, 18.770 niñas, entre 10 y 14 años, dieron a luz en los últimos tres años. En este mismo tiempo sólo hubo 1.000 capturas. En los últimos años sólo han condenado a casi 500 responsables, que son menos del 5% de los victimarios (País de violadores libres y de impunidad). El 40% de los adolescentes que ya tienen un hijo; y no es costumbre el uso de métodos de anticoncepción; El 90% de los embarazos en menores de 19 años son indeseados, el 85% de las jóvenes embarazadas tienen un bajo nivel de escolaridad. 

Cuando se trata de bordear una erótica, lo siguen haciendo desde la deseducación. Por estos días está de moda el llamado Carrusel Sexual, consiste en que un grupo de jóvenes en plena rumba en el lugar escogido, deciden jugar a lo sensual, apagan las luces, todos se desnudan, las mures quietas en círculo mirando al centro, los hombres las rondan por detrás en los movimientos propios del carrusel, hasta que una voz dice ¡Paren! Entonces penetran a la que tienen al frente, pierde el que eyacule. Se repite el mismo movimiento circular, cuantas veces dure la rumba. Ésta práctica ha causado escándalo porque de los embarazos habidos, ha sido difícil adivinar quien de tantos, es el padre responsable. 

Aquí queremos llamar la atención en la correspondencia de estas generaciones con el equivalente a tres períodos de gobiernos de alcaldes pasados: Luis Pérez Gutiérrez, Sergio Fajardo Valderrama y Alonso Salazar. Todos los tres gobiernos se reclaman pioneros en educación, pero el tiempo parece no darles la razón. Fuera de la mala administración del sexo que tiene esta sociedad, al estarse reproduciendo de manera indeseada y sin la posibilidad de ofrecer un futuro responsable a los futuros hijos, a los futuros miembros de esta sociedad, quienes apenas nacen y ya no soportan los maltratos de su familia, quieren salir pronto de este nicho de violencia. Pues quienes si están aprovechando esta cosecha de seres sin futuro, sin alternativas, es el hampa criminal, enganchando a los muchachos para que empuñen las armas desde los nueve años, encomendándolos a la virgen de los sicarios.

Leo una nota periodística de México, la criminalidad que no da tregua, entre pillos se asesinan por disputas por acaparar negocios de extorsiones, cobrar cualquier cuota a la población bajo cualquiera pretexto, pues no hay dinero que llenen los sacos de sus bolsillos, un tener sin límites, los griegos, llamaron a eso Pleonexia. Gran  parte del suelo colombiano está entregado a este negocio de muerte. ¿Se le entregarán estos países al hampa?


Read more...

Escuelas de Tortura


Por Mauricio Castaño H
Historiador
colombiakritica.blogspot.com


Todos pescan en río revuelto. Contrario a lo que suele decirse, aquí el pez no muere por la boca. Mueren encima de una mesa por desmembramiento de los cuerpos vivos, a punta de Motosierra. Aquí el pez muere por mutilación de las orejas, luego fritas y engullidas por alias Alacrán. Mueren después de un largo sufrimiento, bien sea porque han introducido hierros candentes, bien sea porque han aplicado sal a las heridas abiertas, o bien sea por el martilleo en los dedos y luego el levantamiento de las uñas con tenazas. Tal parece ser como murió Tiberio Fernández, sacerdote jesuita. Mueren mujeres violadas por sus víctimarios y luego le son cercenados sus senos, como ocurrió con Ana Isabel, por ser la sobrina de aquel sacerdote. Decapitan en presencia de la multitud, en plena plaza principal. Después, juegan fútbol con la cabeza como si fuera un balón o la exhiben en una estaca como Trofeo de Guerra. Cortan las cuerdas vocales para evitar los gritos, para descuartizar en el silencio. Matan y comen del mismo muerto.

Mueren fritos de cuerpo entero en una inmensa paila de cobre como sucedió a uno de los lugartenientes de apellido Galeano en la entonces Cárcel de la Catedral, y a manos del extinto capo, Pablo Escobar Gaviria. Esto fue “vox populi” que después de frito y descuartizado, fue servido y dado a los guardianes para que cenaran. Ayer morían también, por trozamiento de partes del cuerpo y que en la época de la violencia se le llamaba el corte de franela, corte de chaleco; morían niños lanzados hacia arriba y aparados con puñales. Morían señoras embarazadas por apuñalamiento en sus abultados vientres. Ayer las manos autoras pertenecían a los Pájaros, a la violencia entre Liberales y Conservadores, hoy las manos son un híbrido entre mafiosos, políticos, paramilitares, militares e industriales como lo reconoció el reinsertado H.H, y que por lo demás, se desprende del Informe Nunca Más que versa sobre las masacres en el municipio de Trujillo y en el cual se reconoce que en los últimos veinticinco años, los maestros del crimen han ejecutado 2.505 masacres con saldo de 14.660 víctimas. Como sucede siempre estas cifras yerran, por los subregistros, pues los muertos no contados y no denunciados abultarían con creces estas cifras, acrecentando las más de 709.000 víctimas de los últimas cinco décadas.

Vemos en estos asesinos un motor que los anima: la supervivencia. Ellos se sienten amenazados de morir pero, no quieren que ello suceda y tratan de evitarlo. Cuando matan suspenden la amenaza, de que ellos mismos podían haber sido los muertos. El derribamiento de quien ha construido como su enemigo, le hace menguar la amenaza de su propia muerte y en su interior se siente triunfante como superviviente sobre el cadáver de aquel.

La sevicia sobre sus victimas, no conoce de ninguna compasión, todo lo contrario, matan trozo por trozo, como para que no haya lugar a dudas de que el enemigo está acabado, que no respira, que no se mueve. Tiran lo que queda en el ancho y profundo mar. O los entierran en fosas comunes. La muerte se extiende a los cercanos y familiares de la víctima elegida. Mientras tanto, el verdugo vive. Aún existe. Incluso los hombres que le obedecen son otro triunfo cuando caen, pues murieron por él. En tanto que los otros, sus contrarios, son cadáveres de la victoria, dignos de la exhibición. Para él, la vida es un triunfo sobre la muerte, ejecutada con mucha sed de venganza y con promesa de un futuro mejor, sino para él, entonces para sus seres más cercanos, osan decir, mis hijos, mi patria. Su garantía de vivir deviene de matar a su oponente. Ellos, se sienten seguros mientras tengan el poder o el derecho de hacer morir o dejar vivir, en otros casos hacer sufrir para extraer información sobre quienes consideran ser sus enemigos. Cuenta el reinsertado, Daniel Arcila Cardona, que cuando llevaban a las víctimas, era el mismo jefe Alacrán y el Cabo del Ejército, quienes obraban con deleite los descuartizamientos de los sufridos cuerpos. Escarmiento para estos, alerta para aquellos, los otros aún no caídos. Otro campeón de la muerte, Carlos Castaño, y que no nos cansamos de recordar su sentencia: «Me dediqué a anularles el cerebro a los que en verdad actuaban como subversivos de ciudad. De esto no me arrepiento ni me arrepentiré jamás. Para mí, esa determinación fue sabia. He tenido que ejecutar menos gente al apuntar donde es. La guerra la hubiera prolongado más. Ahora estoy convencido de que soy quien lleva la guerra a su final. Si para algo me ha iluminado Dios es para esto».

Ser temido es el propósito y anhelo del violento asesino. Quienes saben de sus atrocidades le temen y le obedecen y se intimidan y se humillan ante él. Y mientras más hombres le teman, más acumula poder. Sus asesinatos macabros tienen la función de crear temor y escarmientos, y mientras más se acumule, mucho mejor, más poder se acumula. Sus actos de horror se propagan de voz en voz, de televisión en televisión, en toda la población, y los pobladores cada vez con más pánico y más aterrorizados, huyen desterrados. Anexo a su poder está también, su opulencia económica acumulando bienes y fortunas que los aprestigian. Sus extravagancias son común denominador: carros ostentosos, reinas de belleza y muchos lujos. Sus regalos comprometedores son igualmente notables, como por ejemplo, cuatrimotos caras, apartamentos y fincas exclusivas.

Las caretas de estos supervivientes son diversas pero, en esencia identificamos dos: el Mandatario y el Héroe. Como mandatario se le obedece, como héroe se le glorifica. Se multiplican fácilmente, dan órdenes en cada momento. Pero, en el fondo siempre es el mismo. Lo vemos con traje de oveja, tiene esposa e hijos por los que lucha para dejarles un supuesto mejor futuro y por los que está dispuesto a morir. Es sensible, recita versos de amor, de patria. Se sienta tranquilo. Mira para el suelo, mira hacia arriba, se queda pensativo. Luego se queda mirando fijamente a las cámaras de televisión, y en un arrebato de honestidad, deja ver sus lágrimas. La periodista casi llora con él. Repentinamente se altera y da manotazos. Pero, si se observa en detalle, en sus ojos pareciese que se agita el mundo. Se siente vulnerado. Aparecen discursos justificadores de la barbarie, el embrujo es colectivo. Un colectivo de gente quiere a su héroe invulnerable.

Estamos frente a una epidemia compleja de la muerte. Estamos frente a una industria muy rentable como lo es el miedo. Estamos frente a una figura henchida de poder. Una pregunta se nos impone: ¿Cómo hacer para desinstalar la máquina de la muerte? ¿Cómo hacer para quitarle su aguijón de muerte? Porque hasta ellos, también tienen su final. Fueron varias las ocasiones que el enemigo estaba a su lado, se mataron entre hermanos y deudos, Vicente mató a Carlos, el deudo mató a aquel. Por lo pronto, se nos ocurre que aprender a conocerlos, es empezar a desenmascararlos por mucho que pueda mutar. Necesitamos sacarlos de sus escondites, develar sus caretas. Para empezar a perderles miedo. Fue el propósito de estas líneas quizá repugnantes, no menos que su lectura. Es tiempo de empezar a desaprenderlo. ¡Prevengamos en picar su carnada!


Read more...

Escuela Incluyente

Por Mauricio Castaño H
Historiador
colombiakritica.blogspot.com


La Escuela reproduce bien la desintegración social. El mundo moderno estimula y premia a quienes son altamente competentes, a quienes logran recibir una educación acorde  a las exigencias del mercado. Unos poquitos salen adelante, son la gente de éxito. Y unos muchos, la gran mayoría, son los marginados del mundo. Son clasificados como incompetentes, los que No entran en la carrera loca del mercado abriéndose paso a codazos,  los fracasados. Es el mundo de la Desigualdad social.

El sistema tiene bien distribuida la escala del progreso. Si eres de entendimiento ligero, irás a la universidad por una profesión. Si no eres de aquellos, y te clasificas por la habilidad en hacer con las manos, te mandan a un instituto técnico. Si no perteneces a ninguno de los dos, irás a parar al mercado laboral de tareas más bien poco valoradas y mal pagas. Pero la gran mayoría que aborta la escuela, van de nómadas por las ciudades, incrustándose en las bandas de pillos o del mundo delincuencial y de destrucción. Van a empeorar el desorden en la ciudad. ¡Expresan su inconformidad! Es quizás el mundo de los vagabundos.

Y el maestro ayuda en esa tarea discriminatoria. De la familia a la escuela pasa el niño. De la vida afectiva a la relación socio-espiritual. Pasa de un aprisionamiento de los brazos de los padres a una relación de pares que encuentra en la institución que lo recibe para impartirle educación. Es en esta función, en esencia, socializadora, en la que la escuela falla. En primer lugar el maestro envenena esta misión con su papel autoritario, proclamándose como jefe de clan, somete a sus iniciados, tanto en sus imposiciones de comportamiento que él estima convenientes como en la elección de temas y de ritmos para la enseñanza. Estimula a unos cuantos que entienden más rápido, y a una mayoría lenta para comprender, los desatiende. Los desanima.

Esta elección pedagógica de autoritarismo y de no privilegiar la sociabilidad, arrastra más al fracaso a quienes no tienen un ritmo veloz de aprendizaje que exige el mercado, dejando atrás a quienes aprenden diferente. Es normal que la escuela no sea un universo tranquilo y armonioso, pero avisamos que esta discriminación acumula odio y resentimiento, que sirve de combustible que agrava la convivencia y perturba el acto pedagógico. Desde luego que esta referencia se acentúa más a las instituciones públicas que atienden a la población más pobre y no de élite.

A ello se suma, la pesadez escolar, que se nota en dos hechos: la pesadez del morral que apenas si pueden elevar el estudiante para llevar acuestas, y la pesadez de un horario rígido. Así las cosas, no puede más que producir repugnancia. Luego la deserción, Finalmente el rechazo hecho resentimiento.

Un método de cooperación, lo vemos bien. A la vez que no se propaga la segregación, se protege el espíritu de comunidad, los niños que entienden pronto, serán encargados de explicarle a su compañeritos pares los avances de clase. Es una vía contraria a los que abrazan la teoría llamada Coeficiente Intelectual. Es una tarea, como dice Dagognet, al que seguimos en estas reflexiones, que pretende anular las disparidades, impide que en la escuela sólo emerja la élite, impide la creación de los excluidos, una especie de semi parias. Evitemos la fractura, la fisura de la comunidad escolar que compromete la función del saber.

En esa vía de cooperación, de dar un papel más protagónico a la comunidad, veo los esfuerzos de la autonomía en la evaluación que proponen los gobiernos. No es caos entregar poder a estamentos representativos que hacen parte del gobierno escolar. Es reconocer el papel de la fuerza juvenil que tiene para autoformarse entre pares. El ambiente juvenil es más formativo, entre camaradas, que los «conocimientos efímeros y desordenados que imparten los maestros». Así estimamos posible y conveniente pensar en retenerlos más tiempo en la vida escolar.


Read more...

Riqueza y Macrocriminalidad


Por Mauricio Castaño H
Historiador


La Explotación de la tierra en Colombia está ligada a la ilegalidad. En el presente existen 22 millones de hectáreas mineras, y vienen otras 20 más en 17 mil solicitudes de títulos, el equivalente al espacio en el que vive la población colombiana. La demanda viene estimulada por lo irrisorio de la tributación, además de la corruptela que asiste al débil Estado que beneficia a los criminales. La referencia viene de un estudio del Banco Mundial, en cabeza de una de las autoridades en la materia como lo es el investigador colombiano Jorge Garay. 

En entrevista concedida a El Espectador, devela lo negativo del modelo extractivista de la tierra en el país, pues la frágil regulación en lo tributario, ambiental y laboral, desconoce derechos fundamentales, al punto tendencial de existir zonas de desgobierno en el sector minero, a diferencia del de hidrocarburos en donde el Estado no renunció nunca a tener su participación. El ejemplo emblemático es el sector petrolero con la sólida marca Ecopetrol, allí además de la tecnología de punta, los que pujan por el negocio son los pulpos más poderosos, quedando el mejor postor. A la inversa se procede con la minería, hay una cláusula del Código Minero que obra de manera irracional con un recurso no renovable cuyo principio orientador es “primero en tiempo, primero en derecho,” con la anotación de la no presencia verdadera del Estado en el territorio nacional.

En otras palabras esta tierra en la que vivimos, en la que habitamos, nuestro hogar, nuestra Pacha Mama, la estamos entregando al maltrato más desmedido por el vulgar negocio, refrendando ese motor de guerra en el cual está sumergido el país en la lucha por el dominio de la tierra desde sus inicios como república por allá en los dos siglos pasados del XIX y XX, luchas etiquetada como guerras civiles, actualmente se apodan Ejércitos Antirrestitución y Parainstitucionalidad. Efectos más visibles son las intimidaciones, violencia y asesinatos a los reclamantes de tierras, desde el año 2005 van asesinados 62 reclamantes de tierras. Prueba grave es también la relación entre las solicitudes de licencia minera y el desplazamiento forzado tradicional, el abandono y despojo de tierras. Donde hay grandes intereses mineros, la violencia es alta, donde hay gran riqueza, el Estado no tiene Legitimidad, es suplantado por los grupos violentos que no respetan para nada la vida de los pobladores. Estado débil, criminales mercaderes fuertes que permean la industria, la política, la justicia y la sociedad. Guerra por los recursos naturales.

El apetito por el mercado de la guerra es mucho más atractivo, cuando sus flujos son internacionales, el mundo Macrocriminal. El ejemplo dado es con “el coltán, un material muy útil en la producción de los celulares y cierto tipo de industria, especialmente demandado en China, país que sirve de receptor de capitales y que vuelven, en el caso de México, convertidos en insumos para la producción de drogas sintéticas. Y se ha encontrado en el caso que estudiamos en México, que China sirve como receptor de capitales: recibe el coltán, se lava el dinero y a su vez de China se traen, insumos para la producción de drogas sintéticas. Esa triangulación con ciertos países donde no hay un estricto control al lavado de dinero y otros movimientos hace que la explotación de minerales y el oro por naturaleza excelente, hace que sea el más apetecible para la ilegalidad.” 

Este marco de ilegalidad, de violencia en el que se desarrolla gran parte de la economía en el país, es el combustible que aviva la guerra, que la mantiene vigente, y aún más, es ya una forma de vida para la sociedad, atraída por el dinero fácil. El Estado colombiano tendrá que ponerse serio en frenar su desgobierno, tanto en la tributación de la explotación de la tierra como en la legislación, pues al día de hoy la criminalidad nada como pez en el agua, dejando, claro está, su estela de sangre.



Read more...

El Mito del Estado


Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombia Krítica


La historia de la humanidad no ha tenido valores humanos definitivos ni progresivos. De un momento a otro se pasa de los más nobles a los más viles. Cuando se creyó superado el horror de la barbarie humana, resurge con más fuerza y con más combustible las dos últimas guerras mundiales. Cada día que pasa, en distintos lugares del planeta, es posible constatar la perfección de actos de violencia que degradan nuestra existencia. Ernst Cassirer, el cual seguimos en estos trazos, bien lo reflexiona en su libro El Mito del Estado.

En la génesis de las ideas, resultó ganando la concepción del desprecio y desconfianza por la naturaleza humana. De la multiplicidad de dioses, se pasó a la adoración de un dios absoluto y supra poderoso. Y de allí fácilmente se resbaló por el culto al héroe. Uno de los máximos exponentes es Maquiavelo con su obra el Príncipe. En él, como en tantos otros, se puede corroborar el principio de que la barbarie, primero es manufacturada por el tamiz de las ideas. Las ideas políticas se convierten en armas fuertes y poderosas o más eficaces que una ametralladora, un cañón, un misil. Las ideas son causa. El posterior rearme es la consecuencia.

La teoría de Maquiavelo es una defensa de la magnífica maldad, tiene por valores de alta estima a la perfidia y a la astucia. Ha sido la guía de la brújula en la trayectoria política del mundo moderno, la mayoría de los políticos son sus herederos, lo concurren con gran frecuencia para hallar iluminación en sus acciones políticas. El político debe ser de mente clara, aguda y fría. El sentimiento hacia los ciudadanos raya con en el desprecio. Esta depreciación no puede curarse con las leyes, se cura con la fuerza. Buen Estado, buenas leyes, buenas armas. Lo censurable no son los crímenes, sino los errores. ¡El fin justifica los medios!

Pero puesto que las leyes buenas son ineficaces sin las armas, y por otra parte, las armas siempre apoyan a las leyes, es conveniente al príncipe comportarse como bestia y como hombre. Las crueldades son necesarias, han de hacerse pronta y despiadadamente, sin vacilación, sin transigir. La política es un intermediario entre la bestialidad y la humanidad. Es inútil aplazar o mitigar una medida cruel, hay que aplicarla de un solo golpe, sin consideraciones por los sentimientos humanos. No se puede permitir que ningún hombre o mujer se interpongan en el camino, debe extirparse, incluso a la familia entera. Todas las cosas pueden considerarse vergonzosas; pero en la vida política no puede trazarse una línea divisoria bien marcada entre la virtud y el vicio. Ambas cosas cambian de lugar frecuentemente. Aquí puede afirmarse que la palabra DEBER no está en la agenda del gobernante. Sólo basta con distinguir lo útil de lo inútil. Para el gobernante no hay prescripciones morales.

Esta concepción en la que considera de antemano que todos los hombres son malos por naturaleza, hace posible la devaluación del ser humano para que se cifre esperanzas sólo en una minoría selecta de hombres, ora aristocracia, nobleza, caudillos, dictadores. Por las venas de todos ellos circula la «buena» sangre, azul, propia de los prohombres. Una especie de semidioses, de raza superior, prevaleciendo la distinción de los plebeyos y del vulgo. De allí deviene la activación de las concepciones de que los derechos humanos son una invitación a la anarquía permanente, a la rebelión, a mantener esa condición frágil de la naturaleza maligna del viviente sapiens.

Hegel, gran filósofo, quedó engarzado en esa concepción, llevándose el trono de haber diseñado el más claro y duro programa fascista. «En cada época de la historia, hay una nación y sólo una que representa el espíritu del mundo, y esta nación tiene el derecho de regir a todas las demás». Un sistema de ética y filosofía del derecho desenfrenado o agente del espíritu del mundo que considera que los hombres son bastante necios para olvidar la verdad, en consecuencia se precisa de héroes que los gobiernen.

En nuestra época aún preñada de esa concepción de la devaluación humana, seguimos firmes en la creencia de leyes naturales invariables, condenados a destinos por fuera de la órbita humana. Nosotros, amplia ola de deseo colectivo, seguimos delegando nuestro porvenir a los prohombres, a los caudillos, maestros en la manipulación, hacen creer que son los hombres indicados para satisfacer las necesidades de la gran masa, dócil, sin ninguna resistencia, cae vencida sin el mínimo percato. Mientras sigamos en esa línea, el mundo político será un permanente caos, «un volcán que en el inesperado momento surgirá súbitas erupciones».

Los griegos fueron desconocidos en la advertencia aún válida sobre la pleonexia, el anhelo de más y más, que destruye todas las medidas y hace que la voluntad de poder prevalezca sobre los demás impulsos, conduciendo necesariamente  a la corrupción y destrucción. «La justicia es la virtud cardinal que incluye a todas las otras cualidades nobles y grandes del alma; el afán de poder trae consigo todos los defectos fundamentales. El poder nunca puede ser un fin en sí mismo; pues sólo puede ser llamado bien lo que conduce a una satisfacción definitiva, a una concordia y a una armonía».

Read more...

El Cuerpo

Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombia Krítica

El cuerpo ha sido y es el escenario en el que mejor se grava o esculpe la cultura, ruta por la cual transitan nuestras vidas. Hoy nadie pone en duda la universalidad de las expresiones emocionales como la cólera, la risa, la sorpresa o el disgusto, son iguales en Alaska que en la Patagonia. Su etimología nos orienta más de lo que parece, Cuerpo viene del latín corpus, corporis, y de allí la familia: corpulencia, incorporar. Pero este corpus designaba a su vez el cuerpo muerto, el cadáver, la carroña incluso, por oposición al alma (anima). Del griego se usaba dos términos: el soma para el cuerpo muerto, y hoy en la ciencia se usa somatopsiquismo, la somatognosia, la somatización. Una vez más, nos inspiramos en François Dagognet con su libro El Cuerpo Uno y Múltiple.

En la lengua greco latina tomó fuerza la separación entre cuerpo y mente, para rebajar lo corpóreo, que se pudre, y elevar lo espiritual. Así el cuerpo es una corporación que reúne muchos elementos, el cuerpo es forma, evidenciando la contradicción que favorece a lo espiritual. El cuerpo se compone de carne, de lo carnal, en griego sarx, que deriva carnicero, sarcófago y sarcoma. También la piel, el cuero, la carne que envuelve la corteza cerebral.

En sí, la palabra cuerpo se aplica a los seres auténticamente materiales, a lo que es sólido, a lo que se deja moldear. El cuerpo ha sido fuente de pecado, ha entrado al mundo de la sospecha. Será el platonismo quien desarrolle una desvalorización del cuerpo en contraposición de un ascetismo espiritual. El platonismo liga el cuerpo a lo perecedero, a lo inestable, a lo insignificante. De allí que se proponga emanciparse de él. El cuerpo es la cárcel del alma. Sabemos de quienes quieren el abandono de la carne con el fin de acceder a lo verdadero. El cuerpo humano ha sido negado por entero.

Pero entre el cuerpo y el alma existe una complementariedad que los intensifica. Nuestros gestos corporales son subsidiarios del habla. El comerse la uñas, balancear las piernas, mostrar una parte del cuerpo más que otra, alberga una significación, estas particularidades en la cultura nos develan, nos delatan en lo que somos. Dice Freud "aquel que se calla, charla con las puntas de sus dedos; se traiciona por todos los poros. Por esto la tarea de hacer conscientes las partes más disimuladas del alma, es perfectamente realizable."

El significado de Persona, indica el orificio bucal de una máscara que debían llevar los actores del teatro, con miras a la declamación. Ello ha terminado por denominar al sujeto mismo, la persona. Somos ante todo una Voz. Sólo ella es suficiente a veces para nuestra identificación. 

Se trata más que de oír, de escuchar y de descubrir lo que hay bajo la lengua, que obra como una pantalla que oculta pero que también proyecta esas resonancias pulsionales, esa fuerza de los movimientos interiores. Por ello se distinguen las voces sonoras, armoniosas, en las que se distingue perfectamente el discurso. Otras, como las nuestras, están hechas para el murmullo de los divanes. ¿Recuerdan al humorista de lo hablantinoso, a Cantinflas, que habla y habla, como el predicador religioso, para en últimas no decir nada?

Los ojos son las ventanas del alma. Lo que se quiere ocultar, no hace más que manifestarse, pues al tratar de ocultar, se revela por dos veces. Por una parte los signos y por otra parte la energía, la vehemencia con que se rechaza. Recordemos esa típica escena de la película Doce hombres en disputa, aquel vehemente dogmático que sin clemencia reclamaba castigo para el supuesto joven infractor, poco a poco fue observando que no era más que su propia pantalla en la que se proyectaba el mal padre que era el mismo, que ejercía violencia hacia su propio hijo, hacia su propia familia. 

Algo similar podemos leer en esos puros machos, esos ultra godos que se van lanza en ristre contra el homosexualismo, una fuerza interior de comprimidos sexuales los devela. Ilustra la frase que detrás de todo reprimido se esconde un potencial a favor contra el cual luchan. Todo cuerpo tiende a exponerse, la urbanidad, sus reglas, lo obligan a replegarse. Tapar la boca al bostezar, no hablar demasiado cuando se come para moderar la abertura. Sonarse con discreción. Y sobre todo evitar mucho el contacto, lo más próximo termina por seducirnos. La contigüidad favorece en demasía la aparición de lo instintivo. Está excluida la promiscuidad. Además, si nos expandimos demasiado, les impedimos la vida a los otros. La personalidad se agazapa allí en esos movimientos mínimos e involuntarios. El cuerpo lo arreglamos, lo vestimos para disponerlo a la mirada de los otros que son próximos y nos rodean, que nos permite la seducción, amenaza o sumisión. Pero lo que perturba al individuo compromete también a la suerte de la ciudad.

Read more...

La parresía o decir la verdad


Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombia Kritica


La parresía es un término griego que significa «libertad para decirlo todo», libertad para hablar con toda la verdad pensada. Quien encarna estas grandes calidades morales y sociales se le llamaba parresiatés. El parresiatés no oculta nada, más bien abre su corazón y su alma en decirlo todo con toda la franqueza, lejos de cualquier: persuasión, retórica, sofisma, falsedad, adulación o silencio. Él es un hombre virtuoso habilitado para conocer y comunicar la verdad así no sea del agrado de los demás, sin importar el riesgo que pueda correr.

Su motivación es decir la verdad sin ningún temor a un otro de una investidura superior a la de él. La parresía viene de abajo y no de arriba. Es la regla de la asimetría necesaria para que haya parresía. Es por ello que el parresiatés, además de sus cualidades morales para decir la verdad, tendrá que tener valor para enfrentarse al demos. Pues tal ejercicio conlleva riesgos de exilio o muerte al provocar una posible ira de su interlocutor.

El recurso de la parresía era más bien de un ejercicio crítico y pedagógico que servía a los mejores intereses de la ciudad, y tuvo sus desarrollos en el ágora de la cultura grecorromana cinco siglos antes y cinco siglos después de nuestra era. Digamos que en los primeros cuatro siglos se vivió tal y como lo hemos descrito. En términos de sociedad, fue un mecanismo que sirvió para regular las modalidades de la existencia tanto de los cuidados que tiene una persona consigo misma como con los otros, el gobierno de sí y el gobierno de los otros, una frontera en la que viene a coincidir la ética con la política. Pues el poder ilimitado estaba relacionado directamente con la locura.

La caracterización de la parresía es anti demos o antidemocrática. Pues no todo ciudadano puede ser parresiastés, tal calidad sólo la pueden ostentar algunos pocos. Fue precisamente esta contradicción, la que la hizo que fuera expulsada en la madurez de la sociedad democrática de la Atenas de finas del siglo V. El problema era identificar o reconocer quien es capaz de decir la verdad en un sistema institucional como lo es el modelo de la democracia en contraposición a uno monástico. En una sociedad democrática nadie puede ser privado de hablar para decir la verdad, todos gozan de la igualdad para expresarse. Si tal función fuera de unos cuantos, se increpaba, se puede correr el riesgo de tener un hablantinoso o ignorante, que habla como un loro o «hasta por los codos», que dice mentiras, y ese, es el sentido negativo de la parresía.

Es pues una crisis que emergió con la pregunta por la democracia, la verdad, el poder, la educación. Es así como la parresía se quiebra en su interior. La parresía es capturada por el demagogo, por el político que no dice la verdad sino que miente, halaga y adula con palabras bonitas al pueblo. Así que la parresía no es posible donde existe la democracia. Foucault cita a Isócrates en donde éste dice de la perversión que ha hecho la democracia de la parresía, donde no hay logos común: «La democracia se ha convertido en una falta de autocontrol; la libertad se ha convertido en una ausencia de la ley; la felicidad se ha convertido en la libertad de hacer lo que a uno le plazca…» la cita está en la página 117 del texto de Michel Foucault titulado Discurso y Verdad en la Grecia Antigua de ediciones Paidós del año 2004, y es una serie de conferencias dadas en sus últimos años de su vida.

En la actualidad, nosotros herederos de la cultura occidental, el expediente de la democracia en Colombia y en otros terruños del globo, no goza de buena salud. Más bien se puede constatar grados de degradación en sus aparatos institucionales que pretenden cuidar o decir la verdad. Son muchos los Gobiernos que se han valido de la manipulación de la verdad para asestar golpes a la democracia (para provecho de sus propios intereses), son muchos los gobiernos que usan las instituciones para liquidar a quienes consideran sus contradictores.

Colombia lleva alrededor de 800 mil asesinatos desde 1948, época conocida como la violencia. Pero en la actualidad, con el capítulo del paramilitarismo, van contabilizadas más de 170 mil víctimas. Los aparatos que cuidan de la verdad han resultado al servicio del aparato criminal como ha sido la Fiscalía y otro tanto los aparatos de seguridad. Para no mencionar todo el período Republicano, cuya constante son las guerras de violencia civil agenciadas por la misma institucionalidad.

Pero el panorama no es para lamentar del todo. Fue el mismo Foucault quien sugiriera una tercera línea que es precisamente el cultivo de la libertad que cada individuo está en capacidad de construir, para evitar un enfrentamiento cara a cara con el Poder gubernamental o con la institucionalidad encargada de producir verdad. Por más que estos poderes quieran atrapar, capturar, siempre habrán líneas de fuga por las cuales escapar, por las cuales ser libres.

Libres para reír, incluso para estar tranquilo con uno mismo. Libres para lograr una armonía entre la razón y una ética del cuidado de sí, que puede manifestarse en el marco de pequeños grupos o en un contexto de vida en comunidad; puede manifestarse en las relaciones humanas que se desarrollan en la vida pública, finalmente, en las relaciones personales individuales. Libres para convencernos a nosotros mismos más que para convencer en una Asamblea.

Read more...

Michel Foucault


Por Mauricio Castaño H
Historiador
Colombia Kritica


Buen estimulo para el pensamiento y la investigación social de rigor, es Michel Foucault, Sa Pensée, Sa Personne, un bello libro de la pluma del historiador Paul Veyne que lo rumió durante 20 años, y que el profesor Luís Alfonso Paláu tradujo, a la espera de algún editor. Es un libro pequeño, de once capítulos, que logra con maestría una radiografía intelectual de uno de los hombres más influyentes de la historia crítica del pensamiento contemporáneo. A Foucault le correspondió haber revolucionado, en lo fundamental, la manera de trabajar el campo de las denominadas ciencias humanas. Mientras que unos apuntalaban su trabajo en principios abstractos y rectores con pretensión de universalidad, Foucault  partía de un procedimiento empírico de los hechos particulares y de allí desprendía principios y conclusiones, válidos sólo para tales procesos.

De su trabajo derivó que las posibilidades de homo oeconomicus, el homo faber, el homo loguens forman a los hombres en cada momento y en cada lugar. Sobre el homo a secas, no se encontrará en la naturaleza, éste homo sólo se reduce a dispositivos en los cuales se enmarca, al igual lo que lo expresa como las palabras, los escritos, provenientes no de una naturaleza humana, sino de aquellos dispositivos que se han configurado en un tiempo y lugar determinados, pues los hombres no existen en estado salvaje, viven y son presos de su tiempo y espacio.


Este proceder es contrario a la mayor parte de las filosofías que arrancan de la relación del filósofo o de los hombres con el ser, con el mundo o con Dios. Foucault mostró que no sólo era posible hacer otras historias distintas a las batallas, los reyes y las instituciones, de la economía, sino que también se puede hacer la historia de los sentimientos, los comportamientos, de los cuerpos, de la locura, del castigo, de la sexualidad, del poder. Bebiendo, desde luego, en el pasado de la humanidad, basto cementerio de grandes verdades muertas.

Ni principios abstractos, ni universalismos, ni verdades absolutas, ni finalidades monótonas y aburridas. Sólo existen singularidades y verdades construidas en cada época, discontinuidades: He ahí su gran logro. «Una noche- recuerda Veyne- en que hablábamos del mito, me decía: que la gran pregunta para Heidegger era saber cuál era el fondo de la verdad; para Wittgenstein era saber lo que se decía cuando se decía la verdad; pero para mí la pregunta es: ¿de dónde viene que la verdad sea tan poco duradera?» Los conceptos también son constructos y son devenidos al igual que las realidades. De allí que fue posible develar a quienes se cubrieron con un pretendido humanismo liberal, hitleriano, estalinista, leninista, quienes no cesaron de justificar sus masacres a millones o miles vidas humanas, por supuesto, a nombre del humanismo, para vergüenza de Rosseau y Marx.

Frente a la debacle de las morales y de ciertos poderes que pretendían administrar la vida de los hombres, trazó un horizonte liberador para el individuo despojado de los grandes mitos, reflexionó sobre El cuidado de sí, sobre una ética y una estética de la existencia. Se vive sin ningún discurseo, simplemente porque sí, por el mero placer de vivir, pues las justificaciones son sofismas. No, por favor, él no era ni relativista ni un pesimista amargado que soñaba con dinamitar el planeta. Era más bien como un pez rojo que daba vueltas, y desde la distancia, con bocal desprendido, observaba para luego ejercer su labor crítica.

Esta vida de Foucault fue toda una experiencia estética. Su enseñanza y escritura eran su razón de vivir: «Escribo para cambiarme a mí mismo, y ya no para pensar la misma cosa que antes». Su escritura cuidadosa semejaba el trabajo del pintor, cuidaba muy bien sus trazos para lograr una cierta perfección. Se sabe que las multitudes que lo escucharon y leyeron, era más bien seducidas por la musicalidad de sus palabras que por sus contenidos. «Sus libros… Han sido escritos con espada, con sable, por un samurai, seco como un sílex, cuya sangre fría y circunscripción no tenía límites». Como todo samurai, lleva una espada larga y bien delineada como la silueta misma de nuestro personaje, y otra corta, para disponerla, como todo buen samurai, en una soberana decisión de la existencia individual. Claro, su existencia se equipara a la inmortalidad, que se ha exteriorizado en su obra, la cual está abierta para quien emprenda esa labor de contribuir a un mundo, más ético, más estético… en todo caso, menos vergonzante.

Read more...

La Ciudad Hipertrofiada


Por Mauricio Castaño H
Historiador

Despampanante la ciudad, es referente y centro del progreso, como buen huésped, parasita el campo, sus productos se compran casi por nada y sus mercaderes, obtienen las mejores ganancias. Pero de donde se obtendrá su mayor flujo de dinero, es del renglón del narcotráfico, y en menores proporciones de los clúster de la construcción o la medicina. En fin, el tono de su dinamismo lo va a poner el mercado con sus excesivos Centros Comerciales, y subyugado a lo mercantil, está la sociedad, y mejor aún la política. Nuestra referencia está pensada más en la ciudad de Medellín, aunque con sus diferencias, puede sugerirse el mismo modelo aproximado a las demás ciudades de Colombia.

Si el dinamismo del progreso que pone la marca es el narcotráfico, y doblegado a él está el poder político que administra la ciudad y que para nada le disgusta su buen flujo de billetes que aquel proporciona, ello desprende, necesariamente unos comportamientos, unas prácticas de la sociedad en general. Recordamos que desde los años de 1980, se arrecia este negocio ilegal. Una pregunta puede hacerse frente a este problemático progreso y su poder político que lleva el timón de la ciudad ¿Cuál es la ciudad que ha creado y cuál es el tipo de ciudadanía que ha formado?

Para hacernos a una idea, recordemos el dato proporcionado por un estudio del banco mundial en el cual da el promedio de duración del período de los alcaldes era de 1.9 años, antes de darse la elección popular de alcaldes con la Constitución de 1991. En esos escasos meses en los que medianamente gobernaba un alcalde, sólo los empleaba para defenderse de sus adversarios, de sus carroñeros políticos, y cuando lograban tumbarlo, su enemigo se subía al trono a destruir lo poquito bueno que se había hecho. En otras palabras el ritmo estaba marcado por la desaministración,  gracias a la ambición del poder por sí mismo y a sus voraces enemigos que como hienas, destrozaban a su presa, hasta consumir la última carroña.

Vale anotar, en esa droga más peligrosa que es el Poder, que esa manía, esa obsesión por hacerse al poder, por tenerlo, poseerlo, viene muy alimentado por las vanidades de las estratificaciones sociales y del poder. El tema de las familias patricias y prestantes, siempre han querido tener en su parentela alguien que ocupe aprestigiados puestos como los de ser Alcalde de una Ciudad y ojalá en la alta dignidad de ser Presidente de Colombia, alguien de quien sentirse orgulloso. Por ello la expresión común de que Colombia pertenece a unas cuantas, a unas pocas familias: Los Santos, Samper, Lleras, Restrepo, López, Barco, Pastrana, y como buenos asociados se alternan el poder en la famosa Fila India, ajustados a las modernas reglas democráticas, se preparan en las justas elecciones, gana quien más burocracia ofrezca, quien más disponga de dinero, quien más cheques gire para comprar más votos.

Es una ciudad hipertrofiada por la política, por las gruperías de poder más que por una deliberada democracia del pueblo, que por una ciudadanía construida, en donde han hecho de la burocracia, el botín perfecto para hacerse a los votos necesarios para ser elegidos. Y reiteremos, cualquiera sea el elegido, estará a disposición, sometido a los grupos económicos, quienes son los que verdaderamente ponen las condiciones. A decir verdad, el desarrollo de infraestructura de la ciudad, se debe más al beneficio económico que tiene el sector de la Construcción que a ideas geniales de Alcaldes, bien sea que vengan del bipartidismo o de los alternativos, todos ellos muy comprometidos con sus familias industriales. Y lo que viene de impacto social o demás valor agregado, ha sido pura chepa, encontrado al azar, más que por una generosidad o inteligencia de políticos o de mercaderes. Aplica para los Metrocables, parques bibliotecas o toda esa infraestructura de la que sacan pecho todos estos politiqueros.

En suma, nuestra city está envuelta por esa inercia de la inútil e inercial burocracia al servicio del gran mercado, incluso ese ilegal que es el narcotráfico, y el tema de lo alternativo, de lo nuevo, es sólo una estrategia de mercadeo para conseguir votos, en esta gran plaza de ciudadanos que quieren estar abrigados de la modernidad, y entonces el político aparece como el más vanguardista, y ojalá con un traje muy distinto a la vieja careta clientelar, entonces viene a bien el descomplique, no ponerse corbata, usar jeans, pies cruzados para las entrevistas, crespos algo largos, en fin vender lo que la gente quiere consumir en este vasto imaginario de la modernidad. 

Eso sí, el ciudadano mínimamente espera un refrigerio antes y después de la elección, es la sensación de lo público que se tiene, dame y tome, de andenes para el peatón nada nos importa, importo yo de puertas para adentro, fuera de mi casa, es la selva de cemento en donde salgo a defenderme, a sobrevivir.





Read more...

Formemos Red

Preferencias de los Lectores

Todos los Escritos

Rincón Poético

Seguidores