Tapabocas o Placebo

Por Mauricio Castaño H
Historiador Universidad Nacional de Colombia
Colombiakrítica.







Recuerdo hace unas décadas una tonta discusión entre motociclistas y el Estado Colombiano sobre el uso de chaleco que según éste prevenía sus muertes por accidentes. Ripostaban aquellos que el chaleco no era el que mataba sino los asesinos al volante, bien fuera por pérdida de reflejos o simplemente por estar borrachitos, los asesinos al volante. Todo terminó en dar la razón al sentido común: llevar o no puesto la insignia del chaleco reflectivo, en nada incidía en tanto muerto tirado en las vías, el asesino estaba en otro lado, allá mismo al volante. Así se dijo adiós chaleco, adiós medidas tontas.

Otro tanto sucedió en siglos pasados cuando Pasteur evidenció los microbios de estar por todas partes. Los muy asépticos y las medidas gubernamentales, entonces muy francesas, en ver el demonio microbial por todos lados y en el aire que se respira, todo fue pánico y exageraciones en el cuidado (Daniel Raivargh historió el hecho). Hasta cuando se evidencia que todo lo microbial es constitutivo de la vida, los mejores quesos salen de la fermentación, de la descomposición microbianas, el queso y los gusanos, allí, las mejores delicias para el paladar. Entonces todo vuelve a la tranquila normalidad, también se dijo adiós a las innecesarias medidas que alertaban en temor.

Y ahora, se repite lo innecesario, quieren llamar prevención a la medida obligatoria del uso del tapabocas pero éste tan sólo es placebo, puro efecto psicológico. Es de lógica la Imposibilidad de contener la metralla en regadera de millares de micropartículas esparcidas por cada boca humana con tan solo hablar, reír, llorar o algún necesario bostezo. Ni tan siquiera un mudo puede librarse de esto tan natural como es abrir y cerrar la boca, bien sea para lo necesario del comer o del comunicar con el lenguaje articulado o por señas, tan necesario todo esto. Imposible lo uno como lo otro, lo microbial esparcido por acá o por allá, lo del vivir que consta del necesario comer y comunicar.

Para contener lo microbacterial, sus olas de aerosoles, sería preciso usar máscaras diseñadas para una guerra bacteriológica muy similares, muy sofisticadas a las usadas por el personal de la NASA o aquellas que usan para evadir los gases lacrimógenos en las reyertas represivas. Esto para decir de los imposibles y absurdos de estas prevenciones que promueven los Estados con la complicidad de los epidemiólogos. Razón les asiste a todos aquellos que sienten en todo esto un  simple y llano absurdo de contrarrestar lo viral con pañitos de agua tibia y por el contrario es hasta contra producente al tragrar el propio monóxido, son ellos los manifestantes contra el tapabocas y los políticos estatales. Nuestra composición es microbiana, un huésped más en nuestra mesa, bien recibido, adaptado, lo ganamos como amigo en esa inmunidad de rebaño o natural, mientras se da espera a su antídoto, la vacuna.

El miedo paraliza y anula el uso de razón, y se adviene lo delirante, lo histérico y paranoico. Sin juicio propio la persona es un borrego que se dejará arriar sin reparos por quienes conducen el rebaño. Los políticos ignoran las soluciones de ciencia pero hacen creer que dirigen para salvar las vidas. El tapabocas no tiene probación científica que diga de su efectividad para contrarrestar el Covid con sus nubes de aerosoles microbióticas, más sin embargo lo pasan como tal, el recurso demagógico es perfecto en la ignorancia generalizada. Con humor se dice que es más aceptable salir desnudo a la calle pero con tapabocas, lo contrario ni se ocurra, a ese nivel se ha llegado. Esperemos hasta cuándo dura el placebo.


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Para terminar con la victoria

Por Laurent Sutter


Lo débil es el lugar de lo fuerte: lo que permite comprender la com-
paración de la idea de pop-filosofía con el concepto de seducción
defendido por Baudrillard es que la intensidad con la cual soñaba
Deleuze puede adquirir un rostro inesperado. Como sugirió Garcia,
el rasgo definitorio de la intensidad es su tensión en dirección a lo
infinito; es intenso lo que aspira a una intensidad más grande, hasta
el absoluto que anularía toda intensidad futura en la eternidad del
éxtasis. Pero la importancia del afuera en la pop-filosofía implica
que la intensidad que se despliega en ella, en vez de tender al infinito, puede perfectamente tender hacia el cero, bajo la condición de que no llegue nunca. Los objetos, en cuanto que débiles, obligan a conexiones frágiles, equívocas, inestables-conexiones cuya entera
electricidad pucde limitarse a un cable delgado siempre susceptible
de quebrarse-. La potencia de transformación del afuera no conlleva
entonces la exigencia de una fuerza absoluta, de una intensidad
que mira con codicia el lado de lo ilimitado; al contrario, lo casi nulo puede ser fuente de transformación en la misma medida que lo inmenso. La pop-filosofía descansa sobre una aceptación casi taoísta (Dcleuze diría casi Zen) de el debilitamiento extremo
que es a veces la mejor manera de desplegar una fuerza o de recoger sus beneficios6. Pretender sacar una significación de lo que uno lee es, precisamente intentar ser el más fuerte; es forzar lo que es,a que entregue un secreto que, sin embargo, solo existe en la cabeza del que considera necesario, e incluso útil, ese forzamiento. A la inversa, la lectura en intensidad que anhelaba Deleuze es una lectura que renuncia a adoptar la posición del más fuerte, del que cree que solo el triunfo sobre lo que se lee puede dar lugar a saber. Aceptar ser menos fuerte que el afuera, por débil que sea; esa es la condición que hay que satisfacer si uno desea producir algo distinto que la simple reiteración de una victoria que es imposible no conseguir. Desde el momento en que los términos de la prueba son planteados por aquel que la toma, es en efecto imposible salir de otra manera que a través del fracaso -puesto que incluso el éxito implica el reconocimiento de la supremacía de quien juzga-. Terminar con la lectura envasada exige terminar también con la confusión entre la fuerza y la victoria.

¿Qué es la pop-filosofiia? p. 15

Ver columna https://colombiakritica.blogspot.com/2020/07/la-pop-filosofia.html

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El Signo

Por Guy de Maupassant
Traducción de Luis Alfonso Paláu C

La pequeña marquesa de Rennedon dormía todavía, en su recámara cerrada y perfumada, en su gran lecho suave y bajo, en sus sábanas de batista liviana, fina como un encaje, acariciadora como un abrazo; dormía sola, tranquila, con el feliz y profundo sueño de las divorciadas.

La despiertan voces que hablaban vivamente en el pequeño salón azul. Reconoce a su querida amiga, la baronesa de Grangerie, disputándose por entrar con el ama de llaves que defendía la puerta de su señora.

Entonces la joven marquesa se levantó, quitó el cerrojo, giró la cerradura, abrió la puerta y mostró su cabeza, solo su cabeza rubia, oculta bajo una nube de cabellos.

— ¿Qué te pasa como para venir tan temprano? Todavía no son las nueve.

La joven baronesa, muy pálida, nerviosa, afiebrada, responde:

— Necesito hablarte. Me ocurre algo horrible.

— Entra, ma chérie.

Ella entró, se abrazaron; y la marquesa se recostó mientras que la mucama abría las ventanas, ventilaba e iluminaba. Luego, cuando la doméstica partió, Mme de Rennedon reanudó:

« Vamos, cuenta.»

Mme de Grangerie se puso a llorar, vertiendo sus bellas lágrimas claras que hacen más encantadoras a las mujeres, y ella balbuceaba sin enjugarse los ojos para no enrojecerlos: «Oh, ma chère, es abominable, abominable, lo que me sucede. No dormí en toda la noche, ni un minuto; me oyes, ni un minuto. Mira, toca mi corazón, como palpita».

Y tomando la mano de su amiga, la coloca en su pecho, sobre aquella redonda y apretada envoltura del corazón de las mujeres, que les es suficiente a menudo a los hombres y les impide buscar nada bajo él. En efecto su corazón palpitaba fuerte.

Continuó:

«Esto me pasó ayer por la tarde ... hacia las cuatro ... o a las cuatro y media. No sé precisamente. Conoces bien mi apartamento, recuerdas que mi saloncito, ese en el que permanezco siempre, da a la calle Saint-Lazare, al primero; y sabes que tengo la manía de ponerme en la ventana para mirar pasar la gente. Es tan animado ese barrio de la estación de tren, tan emotivo, tan vivo... En fin, ¡eso me encanta! Pues ayer, estaba sentada en la silla baja que me hice instalar en el apoyo de mi ventana; esa ventana estaba abierta y yo no pensaba en nada; respiraba el aire azul. ¡Recuerdas como estaba de bello ayer!

« De pronto noto que, al otro lado de la calle, estaba también una mujer en la ventana, una mujer de rojo; yo estaba en malva, tu sabes, mi bella toilette malva. No conocía a aquella mujer, una nueva inquilina, instalada hace un mes; y como llueve hace un mes, yo no la había reparado aún. Pero me dí cuenta inmediatamente que era una muchacha alegra.

Al comienzo me chocó sobre manera de que ella estuviera en la ventana como yo; y luego, poco a poco, me entretuve en examinarla. Estaba acodada, asechaba a los hombres, y los hombres también la miraban, todos o casi todos. Se hubiera dicho que ellos estaban avisados por algo cuando se acercaban a la casa, que ellos olfateaban como los perros husmean la presa, pues de repente levantaban la cabeza e intercambiaban pronto una mirada con ella, una mirada de francmasón. El suyo decía: «¿Quieres?»

El de ellos respondía: «No tengo tiempo», o bien: «En otra ocasión», o bien: «No hay plata», o bien: «Ocúltate, ¡miserable!» Esta última frase la decían los padres de familia.

«No te figuras cómo era de divertido verla hacer su presentación, o más bien su oficio.

«Alguna vez ella cerraba bruscamente la ventana y yo veía a un señor aparecer tras la puerta. Lo había pescado de la misma manera que un buen pescador atrapa a un pez globo. Entonces comenzaba a mirar mi reloj. Se quedaba de doce a veinte minutos, nunca más.

Verdaderamente terminó por apasionarme esta araña. Y no estaba nada fea la chica.

«Me preguntaba: ¿Cómo hace para hacerse comprender tan claramente, tan rápido, completamente. Añadía a su mirada un signo de cabeza o un movimiento de mano?»

«Y tomé mis binóculos del teatro para darme cuenta de su proceder. ¡Oh! era bien simple: primero un guiño, luego una sonrisa, después un pequeño gesto de cabeza que quería decir:

«¿Subes?» Pero tan ligero, tan vago, tan discreto, que se requería verdaderamente mucho chic para lograrlo como ella.

«Y me pregunté: Podría yo hacerlo tan bien, esa pequeña alzada de cabeza, atrevido y gentil; porque era muy agraciado su gesto.

«Y me puse a ensayarlo ante el espejo. Querida, lo hacía mejor que ella, ¡mucho mejor!

Estaba encantada; y volví a ponerme en la ventana.

«La pobre muchacha ya no conseguía a nadie. No tenía suerte. Cómo debe ser de terrible eso de ganarse su pan de esa manera, terrible y divertida a veces, pues finalmente hay algunos que no están mal, esos hombres que se encuentran en la calle.

«Ahora pasaban todos por mi acera y ninguna por la suya. El sol se había pasado. Ellos venían los unos tras los otros, jóvenes, viejos, negros, rubios, grises, blancos.

«Los había muy muy queridos, querida, mucho mejor que mi marido, y que el tuyo, tu antiguo marido, puesto que te divorciaste. Ahora puedes escoger.


«Me decía a mí misma: ¿Y si les hiciera el signo, me comprenderían, a mí, a mí que soy una mujer honesta? Y de pronto me dieron unas ganas locas de hacer ese signo, pero unas ganas, unos deseos de mujer del todo... unas ganas terribles, tu sabes, de esas ganas... ¡qué no se pueden resistir! Algunas veces soy así. ¡Qué bestia decir esto! Creo que tenemos alma de micos, nosotras las mujeres. Y fue un médico el que me dijo que el cerebro del mono se parecía mucho al nuestro. Siempre tenemos que estar imitando a alguien. Imitamos a nuestros maridos, cuando los amamos, en el primer mes de casadas; y luego a nuestros amantes, nuestras amigas, nuestros confesores cuando están bien. Adoptamos sus maneras de pensar, sus maneras de hablar, sus palabras, sus gestos, todo. Es estúpido.

«En fin, pues yo cuando estoy demasiado tentada a hacer algo, siempre lo hago.

«Me dije pues: Veamos, voy a tratar con uno, uno solo, para ver. ¿Qué me puede pasar?

¡Nada! Intercambiaremos una sonrisa, y eso es todo, y no lo volveré a ver nunca; y si lo veo no me reconocerá; y si me reconoce negaré, ¡por Dios!.

«Comencé pues a escoger. Quería uno que estuviera bien, muy guapo. Y de pronto veo venir a un mono, a un muchacho bien bonito. Me encantan los rubios. Tu sabes que amo los monos.

«Lo miro, me mira. Sonrío, sonríe; hago el gesto; ¡oh! Apenas, suficiente; él responde «sí» con la cabeza y helo ya entrando, ¡ma chérie! Entra por la gran puerta de casa.

«¡No te imaginas lo que me pasó en ese momento! Me estaba volviendo loca. ¡Oh! ¡qué miedo! Piensa no más, iba a hablar con los domésticos! Con Joseph ¡tan devoto de mi marido! Joseph habría creído ciertamente que yo conocía a ese señor desde hacía tiempo.

«¿Qué hacer? Me dije. ¿Qué hacer? Ya iba a timbrar en un segundo. ¿Qué hago? Pensé que lo mejor era correr a su encuentro, decirle que se equivocaba, suplicarle que se fuera. Tendría piedad de una mujer, ¡de una pobre mujer! Me precipité pues a la puerta y la abrí justo en el momento en que ponía su mano en el timbre.

«Balbuceé, completamente loca: «Váyase Señor, váyase, Ud. se equivoca, yo soy una mujer honesta, una mujer casada. Es un error, un terrible error; lo confundí con uno de mis amigos al que Ud. se parece mucho. Tenga piedad de mí, Señor».

«Y de pronto me muero de la risa, querida, y él responde: «Hola amiguita. Sabes, ya conozco tu historia. Eres casada, son dos luises de oro en vez de uno. Los tendrás. Muéstrame el camino»

«Me empuja, cierra la puerta, y como yo estaba ahí, aterrada, frente a él, me abraza, me toma por el talle y me hace entrar en el salón que estaba abierto.

«Y luego, se pone a mirarlo todo como un comisario-investigador, y recomienza:

«Demonios, que es bonito esto aquí, muy chic. Tiene que ser que estás muy en la olla, pucha, ¡como para estar buscando en la ventana!»

«Entonces comienzo a suplicarle: «¡Oh! Señor váyase! ¡Váyase! ¡Mi marido está que llega! ¡En cualquier momento, ya es la hora! ¡Le juro que Ud. se está equivocando!»

«Y él me responde tranquilamente: «No te preocupes, querida, ya no hay necesidad de más. Si tu marido llega, le daré para que vaya al frente a tomarse un café»

«Y como vio en la chimenea la fotografía de Raoul, me preguntó:

«— Es él tu... ¿tu marido?

«— Sí, es él.

«— Tiene aire de mal educado. ¿Y esto qué es? ¿Una de tus amiguitas?



«Era tu fotografía, querida, sabes aquella en la que están en levantadora. Yo ya no sabía que decía, balbuceé:

«— Sí, es una de mis amigas.

«— Está querida. Me la tienes que presentar.

«Y el reloj comenzó a dar las cinco de la tarde; y Raoul regresa todos los días ¡a las cinco y media! ¡Piensa no más que pasaría si regresara antes de que el otro se hubiera ido!

Entonces... Entonces... se me fueron las luces ... completamente ... Pensé ... pensé ... que... que lo mejor... era ... deshacerme de este hombre lo ... lo más pronto posible ... Pronto terminará ... comprendes ... y... y entonces... Entonces... puesto que lo necesitaba ... y era urgente querida ... y él no se iba a marchar así no más ... Entonces pues ... yo... le eché llave a la puerta del salón ... y ya...»

La marquesa de Rennedon se echó a reír, pero a las carcajadas, la cabeza en la almohada, sacudiendo el lecho por entero. Cuando se calmó un poco, preguntó:

— Y... t... estaba bonito el muchacho ...

— Pues sí.

— ¿Y te quejas?

— Pero... Pero... el problema querida es que ... dijo ... que regresará mañana ... a la misma hora ... y yo... tengo un miedo atroz ... No tienes idea de lo intenso que es ... y voluntarioso ... Qué voy a hacer... dime... ¿qué hacer?

La marquesa se sentó en su cama para reflexionar; luego dijo bruscamente:

— Hazlo detener.

La baronesa quedó estupefacta. Balbuceó:

— ¿Cómo? ¿Qué dices? ¿En qué estás pensando? ¿Hacerlo detener? ¿Con qué pretexto?

— ¡Oh! Es muy simple. Vas a la comisaría y te quejas de que un señor te sigue desde hace tres meses; qué tuvo la insolencia de subir a tu piso; que te amenazó con una nueva vista mañana, y que tu solicitas protección a la ley. Te asignarán dos agentes que lo etendrán.

— Pero, querida, y si él habla ...

— No le creerán, tonta, porque tu te has adelantado con tu historia al comisario. Y te creerán una mujer del mundo, irreprochable.

— ¿Oh! No soy capaz.

— Habrá que hacerlo, querida, o estarás perdida.

— Piensa no más ... que él me va a insultar ... cuando lo. detengan

— Pues bien, tendrás testigos y lo harás condenar.

— ¿Condenar a qué?

— A perjuicios. En este caso, ¡hay que ser despiadadas!

— ¡Ah! y a propósito de daños ..., hay algo que me molesta mucho ..., pero mucho ... me dejó ... dos louises... en la chimenea.

— ¿Dos louises?

— Sí.

— ¿Sólo eso?

— Imagina.

— Miserable. A mí también me habría humillado. ¿Pues bien?

— ¡Eh qué! ¿qué hay que hacer con esa plata?

La marquesa dudó algunos segundos, y luego respondió con voz seria:

— Querida ... Hay que ... Tenés que hacerle ... un regalito a tu marido ... es justo.



Reseña histórica

Le Signe fue inicialmente publicado en la revista Gil Blas del 27 de abril de 1886, luego en  larecopilación Le Horla en 1887

Resumen

Se vuelve a encontrar a la pequeña marquesa de Rennedon y a su amiga la pequeña baronesa de Grangerie que ya conocíamos en los cuentos La Confidence & Sauvée.

Con lujo de detalles la Señorita de Grangerie le cuenta su última desventura: la baronesa de Grangerie observa a una prostituta que, desde su balcón, invita a hombres a su casa por medio de algunas miradas cómplices, una sonrisa y un famoso signo de cabeza (por esto el título del cuento). La baronesa trata de  reproducirel famoso movimiento ante su espejo como para probarse que ella conserva toda su belleza juvenil. Está muy contenta de constatar que lo logra mejor que la mencionada provocadora, y lo ensaya con un hombre que pasa por debajo de su ventana. Este entra y la mujer, desesperada, trata de hacerlo ir antes de que su marido regrese. El hombre se niega y ella piensa que el mejor medio de hacerlo partir es dejarlo proceder.



El Horla (recopilación, Ollendorff 1895)/El Signo


Guy de Maupassant

Le Signe (1887)

Le Horla, P. Ollendorff, 1895 (pp. 163-178).


Traducido por Luis Alfonso Paláu, para la conversación del 18 de junio de 2019 en la Alianza

francesa del centro de Medellín, Envigado, junio 10/19

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Desconfianza Ciudadana

Por Mauricio Castaño H

Historiador Universidad Nacional de Colombia

Colombiakrítica

Lo absurdo emerge sin reparos. Recién iniciada la alerta de la pandemia en Colombia, los mandatarios nacional, regionales y locales se alinearon de un todo y por todo a las políticas de su tratamiento imperantes en los principales países de Europa esencialmente. Y lo hicieron sin tener mayores fundamentos científicos, sólo lugares comunes y algo así por entrar en la onda del control social, de la biopolítica, de controlar los cuerpos, de controlar los ciudadanos con la facilidad que da el terror y el chantaje, de meter miedo con un virus que a decir de algunas exageraciones era casi exponencial, no se sabe a qué cálculos humanos le cabe tal ocurrencia, eso exponencial era algo monstruoso a las imaginaciones ingenuas, pues en la práctica era algo así que la población mundial, la de cada país amenazaba con su extinción.

Este episodio liderado por los mandatarios deja un sinsabor de improvisación e ignorancia sobre el virus, o mínimo se prestaron a los juegos de las grandes multinacionales farmacéuticas que hoy disputan quien se queda con el monopolio de su antídoto, con la vacuna. Recuerdo las intervenciones televisivas de algunos mandatarios con cara de serios predicando el apocalipsis, predicando la verdad que tenían agarrada de la cola según ellos, con voces y posturas ensayadas, algunas veces ponían cara de curas salvadores y medio dramáticos, otras del gobernante firme en sus decisiones que no dudará en hacer recaer todo el peso de la ley sobre aquellos infractores que pasen por alto las entonces medidas de cuarentena, esto no es charlando, este virus es el demonio propio, decían no sé si charlatanes aunque creo más bien ignorantes gobernantes.

Y acá viene a bien traer un concepto de la confianza analizado por el filósofo francés Alexandre Lacroix (en Magazine Philophie  Nº 142, septiembre de 2020 traducción de Luis Alfonso Paláu). El grado de desconfianza aumentado con el mal manejo de la crisis. Y claro, es entendible que la desconfianza se deteriore por parte de los ciudadanos hacia sus mandatarios por la simple razón de que no fueron honestos en el tratamiento de la crisis pandémica. Cómo más puede llamarse a alguien que no tiene información, que ignora sus principales causas como sus posibles soluciones y solo se le ocurre echar mano de medidas autoritarias que incomodan y reprimen al ciudadano. A decir de nuestro autor, los gobernantes desaprovecharon una bonita oportunidad de acercarse al ciudadano con humildad y sinceridad y expresar que estaban frente a una situación compleja y que no se tenía de información certera y que por lo tanto acudían a su ayuda para que entre todos encontrar la mejor solución posible. Nada de esto sucedió y la improvisación fue ley.

Metieron susto a la ciudadanía y el saldo claro está: los grandes ganadores es la industria farmacéutica tienen asegurado el negocio con toda la población sensibilizada. Y de carambola, dicho arriba, los gobernantes probaron lo fácil que es encerrar a la población, volverla prisionera en su propia casa, la mal llamada cuarentena fue el experimento. Y todo este cuestionar porque no se explica que de la noche a la mañana, sin inmunidad de rebaño ganada, levantan las medidas para que toda la gente salga a la calle, es contradictorio si ha de tenerse en cuenta todo el pánico generado casi al grado tal de la paranoia. Pero bueno, otros son los intereses a beneficiar, y no hay otra explicación que la presión ejercida por los gremios económicos.

Y en medio de todo esto está una ciudadanía incrédula, maltratada pero sobre todo con un nivel de desconfianza por las nubes hacia todo lo estatal, hacia todo aquello que sea gobierno y gobernantes. Mientras tanto, en las calles tendremos miles de microempresarios quebrados, miles de familias empobrecidas, la delincuencia disparada en las ciudades, los informales acrecentados así como la mendicidad. Y un saldo de desconfianza aumentada.


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Salvar el Pensamiento

Mauricio Castaño H
 Historiador Universidad Nacional 
Colombiakrítica 
En el azar y la necesidad: La Invención. Lo contrario es el ocaso del pensar, su resequedad.  Una nueva raza ha advenido: los expertos metodológicos, los objetivólogos (excusas por la palabreja). Por estos tiempos ha llegado a las universidades el imperialismo del formateo, los especialistas en metodologías, que se imponen sobre el contenido, le quieren matar, lo quieren muerto, lo están matando, lo mataron. Con lista en mano tachan: esto sí, aquello no, la pregunta de investigación cumple... no cumple, y así en lo sucesivo con lo demás de objetivos concordantes, fundamentos, marcos teóricos. Razón tiene Michel Serrres cuando afirma que la categoría mata el pensamiento en tanto lo encierra, lo vuelve preso para emerger lo aburrido, lo reseco, lo estúpido y repetitivo.

La estupidez no es un error ni una sarta de errores, es una forma de ser, anota Deleuze. Pobres de los metodólogos, porque de ellos no será el reino de la invención. He allí, en todo esto, un negocio: La Certificación. La anotación es del historiador Iván Castrillón. A la gran mayoría de las universidades les interesa mucho el graduar, el certificar sin importar la promoción del pensamiento, de contenidos.  Por fortuna existe lo contrario, poco pero existe, sólo muy pocas universidades promueven la investigación y pertenecen a las grandes ligas del mundo, por citar algunas: Harvard, Stanford, la Sorbona...

Es ejemplo ilustrativo de formateo masivo la televisión. Esta no promueve el pensar, por el contrario, impone el propio interés de los grandes poderosos para ganar obediencia, hacer esclavos. Esto es el imperialismo de la forma y el ocaso del contenido. Formatear el pensamiento a favor de, puesto al servicio de los grandes intereses. Sin pensamiento adviene la idiotez. Serres distinguía las tecnologías adelantadas de las atrasadas: las adelantadas son todas aquellas (aparatos, dispositivos, etc) que te obligaban a tirar el cuerpo hacia adelante. Las atrasadas por el contrario obligan a tirarlo hacia atrás, por ejemplo, la televisión, en el sofá o en la cama el cuerpo está tendido hacia atrás, está consumiendo el cerebro, lo está formateado, recibiendo órdenes de qué consumir, cómo comportarse. Por eso la recomendación de liberarse de la estupidez yendo rápido, muy rápido y apagar la caja de tv, y mejor hacer otra cosa que active el pensar.

No soy un hombre, soy dinamita, así definió Nietzsche su ser, su prosa fluida y turbulenta, móvil, nunca quieta, creativa, inventiva. Rebeldía necesaria para saltar por encima de las rigideces de los formatos que encuadran el pensamiento, que lo formatean. El azar y la necesidad conducen por lo inédito. Se precisa ir en serendipidad, el inventar exige estar libre de amarras. El método es no tener método. La velocidad, se dice es femenina, suave y discreta ella y la duda le es más común a las verdades absolutas. Y la intuición me vale más que lo ecléctico. Lo petrificado hiede a cadáver. 

Será la libertad, la creatividad, la confianza en los seres que son afectos, todo ello, será la roca firme sobre la cual se edificará, se construirá lo aventurado. Construir es una bonita palabra, sugiere movimiento, aprestarse sin formas preestablecidas. Por lo demás, saber es sabor, saborear, degustar. Ha de comprenderse que el viajar conduce a descubrir sabores. Conocer es saber y es viajar, y a éste le viene a bien sus extravíos. Todo esto es condición de posibilidad para emerger, para salvar el pensar.


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Salud Pública Glocal y Modelos de Negocios

 Por Iván Castrillón A

Historiador

Colombiakrítcia 


wiki commons. By Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires - This file, part of the Collection of the Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires,

─ Biopolítica Local y Global (Glocal)

La biopolítica y en ella las políticas asociadas a la salud pública hay que visualizarla bajo dinámicas glocales. Es decir, es necesario entender, en este caso, cómo la oferta de servicios de salud o sanitarios está determinada por dinámicas locales, que a su vez, están insertas en contextos nacionales cobijados bajo la denominación de Sistemas de Salud Pública fuertemente influenciados por flujos internacionales en su doble flujo: por un lado está la circulación de afuera hacia adentro, visible en la asistencia institucional que los países desarrollados ofrecen, a través de una compleja red mundial de empresas privadas, ONG y entes transnacionales, a los países tercermundistas para mejorar la organización, la infraestructura, el funcionamiento y sostenibilidad de los servicios de salud; y de adentro hacia afuera estos territorios nacionales afectan la salud de los demás Estados. Por eso hay que evaluar permanentemente las amenazas de los patrones endémicos que resultan de la interacción pobreza-salud-enfermedad de las infecciones transmisibles por vectores principalmente artrópodos, a aguas y alimentos sin la adecuada bioseguridad, a la desnutrición y a las débiles infraestructuras sanitarias, agravado hoy por la resistencia a los antibióticos.

Los 13 desafíos de la salud mundial en esta década resumen bien los debates globales sobre las nuevas pandemias generadas por retrovirus de origen silvestre, los efectos del cambio climático y los conflictos relacionados con la producción, distribución y consumo de psicofármacos a los cuales hay que sumar el tabaco y el alcohol, entre otros. 

─ La Salud Pública, responsabilidad del Estado.

Aquí algunos criterios para evaluar un sistema de salud. Estos se agrupan entre dos extremos, los totalmente públicos propios de los países de economía planificada ─Corea del Norte y Cuba ─  y los liberales diseñados en función de la demanda y el aseguramiento como en los Estados Unidos. Entre ellos se tienen los mixtos organizados bajo dos grandes modelos: el Bismarck alemán o de seguridad social donde el Estado regula el sistema costeado con los aportes de patronos y trabajadores y el servicio es operado por agentes privados; y el Beveridge inglés subvencionado con impuestos y la oferta es preferencialmente pública. Y se habla de los segmentados donde los trabajadores y empleadores constituyen un subsistema donde los operadores suelen ser privados y el Estado asiste a los que quedan por fuera como en el caso colombiano. Ahora bien los modelos liberales, se dice, favorecen la innovación e incorporación de las nuevas tecnologías pero generan dos problemas: uno asociado a la inequidad en el acceso y el otro en prolongar la vida con estándares de calidad de vida cuestionables pues apuntan más a una medicina paliativa que preventiva.

Si se analiza  las 10 principales causas de defunción para el año 2016 los cuadros comparativos muestran que hay una estrecha correlación entre los niveles de desarrollo y el acceso a los servicios de salud pública. Mientras que en los países de ingresos bajos predominan las enfermedades infecciosas porque el riesgo está en el medio; en los de ingresos altos predominan las enfermedades catastróficas donde la amenaza reside en el organismo.

Presentado de otra manera los factores ambientales actúan de dos maneras. En unos el riesgo está relacionado con el saneamiento ambiental, las zoonosis, la seguridad alimentaria y la movilidad en las grandes urbes; entretanto los otros el mal se explica por los estilos de vida donde incide significativamente la nutrición. En suma, en los países de bajos ingresos los sistemas de salud se centran en modelos positivos de percolación-prevención que buscan, sino erradicar por lo menos, controlar los focos y la propagación de las infecciones. Pero como los países desarrollados ya superaron este estadio la percolación es negativa pues la salud es un negocio cuya rentabilidad se garantiza al dificultar el acceso a la biotecnología de la curación y la medicina paliativa de alto costo. Entrecerremos aquí anotando que el covid-19 puso en la agenda global el tema del envejecimiento saludable y en la medicina geográfica visibilizó los negocios del turismo sanitario y de salud sobre el cual nos extenderemos próximamente.

─ Tendencias e Incertidumbres en la Salud Pública.

La coyuntura covid-19 por su impacto global ha potenciado, en principio, la innovación y permitido mejorar la coordinación de la salud glocal. De tal manera que sin invertir en infraestructura se optimizó la existente mediante la adecuación de los protocolos y guías de atención a pacientes, uso incremental de la telemedicina, integración y coordinación de los prestadores de servicios sociales y la puesta en operación de espacios flexibles intermedios entre lo ambulatorio y los policlínicos.

Pese a las barreras que imponen las regulaciones nacionales, que por norma siempre responden a intereses privados y geopolíticos, se tiene una globalización digital que facilita la colaboración entre los Estados lo que estimula tendencias en la medicina que transforman los niveles de atención asociados al diagnóstico, la intervención, la prevención, la farmacia con la irrupción de nuevos fármacos, la incorporación de nuevas plataformas digitales y diseño de dispositivos ─válvulas cardíacas, imagenología digital y dispositivos de impresión en 3D─, aquí se tiene un renovado mercado en desarrollo como son los wearables que pese aún a sus limitaciones avivan la gran tendencia hacia la personalización o servicios médicos a la medida anclados en la economía del dato con efectos ya visibles en el aseguramiento y cuidado de la salud. Por ahí se puede recuperar el médico de familia, pues las plataformas de telesalud si empoderan al paciente hace converger la historia clínica con la gestión de la información médica, de esta forma la algoritmia avanzada, integra la medicina predictiva y de precisión y se mejora la reacción frente a posibles emergencias, el cuidado de pacientes crónicos, la bioseguridad del personal sanitario, etc. Desde esta perspectiva Enrique Dans plantea tres condiciones para reformar el sistema glocal de salud: reconocer la necesidad del cambio, adoptarlo y transparentar el  uso de los datos.

─ La biotecnología y su apropiación para la Salud Pública

Buena parte de la investigación médica se agrupa bajo el nombre de biotecnología pero ésta cubre un espectro amplio de tecnologías que comprende desde las máquinas diseñadas a partir de la mecatrónica para diagnóstico y tratamientos con una técnica muy importante como es el uso de rayos X, hasta el I+D en ingeniería biológica soportada en la biología celular, molecular y sintética. Estas biologías son el núcleo de la cultura de los biohacker con las promesas y de acuerdo con Rob Reid las aterradoras amenazas que se pueden imaginar.

Sobre estos saberes se recrean las terapias génicas y celulares las cuales han dado paso a las denominadas ciencias ómicas que abarcan entre muchas la farmacogenómica que mapea cómo los genes modulan la respuesta individual a las drogas, la genómica que se aplica a precisar la estructura, función y evolución del genoma y, la epigenómica que opera activando y desactivando los genes denominados basura, y de aquí se desprende la nutrigenómica que contiene entre otros la lipidómica y la glicómica  temas a los que les dedicaremos todo un post. Todas ellas están siendo potenciadas por la IA para generar medicamentos inteligentes. La cuestión es ¿la apropiación será incluyente o solo para una élite? ¿Se abrirá el conocimiento y empoderará a las comunidades o será un saber de caja negra?

Por su parte las Big Tech expanden sus seudópodos al gran negocio de la salud y rompen el gran oligopolio de las farmacéuticas las cuales han reaccionado invirtiendo en startup para participar en el I+D+i que se resume por año en miles de patentes sobre dispositivos médicos hápticos, los wearables para la salud personal, la tecnología de imágenes, los hogares inteligentes y la IA con énfasis en diagnóstico y diseño de nuevos medicamentos.

Por ejemplo, Apple con sus wearables detecta la fibrilación auricular y la glucosa en sangre para el control de diabetes. Por su lado Microsoft invierte en la tecnología biofarmacéutica concebida en laboratorios húmedos y combina la computación en la nube y la genómica para lograr la cura del cáncer. A su vez, Google invierte en tecnologías hápticas, en el desarrollo de vacunas, en terapias con células y diseña un sistema de IA que reemplazará a los radiólogos experimentados para diagnosticar cánceres de mama en etapas tempranas. En cuanto a Amazon monopoliza la cadena de suministro farmacéuticos, a la vez que, impulsa para empleadores servicios de aseguramiento para sus trabajadores que combina la telemedicina con información sensible en la nube, monitoreo y acompañamiento en el hogar. En suma están transformado los negocios asociados a la Salud.

─El modelo de negocio de las farmaceúticas y el sector sanitario solo es altamente lucrativo si se «deja morir»

En el webinar titulado Taking Health back from Corporations ─Rescatar  la salud de las Corporaciones─ auspiciado por TNI se orientó a promover las  luchas por una salud pública equitativa y universal, por un nuevo derecho de acceso a la medicina y a la farmacia, y a la gobernanza mundial de la salud. Las grandes corporaciones han expropiado a la ciudadanía mediante tácticas como financiar los programas sanitarios a cambio de imponer sus condiciones, eluden impuestos y se apoderan de los fondos públicos para la investigación pero la tasa de retorno es totalmente privada. Evaden las responsabilidades mediante donaciones, reducción de precios y licencias voluntarias. Así mantienen el control decidiendo quién obtiene los medicamentos, cuándo, cómo y a qué costo. Acuden al sistema de propiedad intelectual y obligan a los gobiernos a imponer legislaciones que favorecen el monopolio e impiden el conocimiento abierto. Manipulan la opinión argumentando que cualquier producto que esté por fuera de estos formalismos es peligroso. Pero cada vez, como en España, se levantan más voces contra depositar el liderazgo del bienestar en el sector privado. En Chile se denunció como el mercadeo de la salud se basa en la manipulación y la desinformación. Por eso vamos a abordar dos casos que ejemplifican bien los riesgos de entregar el cuidado de la salud a empresas privadas bajo políticas neoliberales muy de la mano con la no transparencia de la información.

─ La farmacia y el sofisma del mercado la competencia perfecta.

La industria farmacéutica es un buen ejemplo de la corrupción y la falta de responsabilidad social del sector corporativo, de ahí la importancia de traer aquí el caso del Daraprim que en el 2015 Shkreli compró la patente y elevó el precio de la pastilla de U$13,5 a U$750. Por supuesto esto abrió un amplio debate sobre el modelo del libre mercado que no posibilita la justicia distributiva. En Colombia desde el 2006 se liberó los precios de los medicamentos bajo el axioma de que el mercado se autorregula, salvo que este es monopolista, por eso para el 2010 se dijo que los colombianos pagaron por sus medicinas los precios más altos del mundo y para el 2015 se sostenía que la desregulación a la colombiana y sus efectos perniciosos era paradigmática a nivel global. Pero el asalto por parte de las farmacéuticas se robustece, además del lobismo que les es consustancial, con tres estrategias: empoderando y fidelizando a los pacientes con tratamientos de sostenibilidad para enfermedades crónicas mediante programas de apoyo y seguimiento personalizado. Que son reforzados mediante asesoramiento legal para que entutelen el Estado y éste asuma los costos. Dos, cooptando a los médicos para que prescriban sus medicamentos y tratamientos enganchandolos con capacitación continua, invitación con gastos pagos a eventos académicos, pago en efectivo o en especie de acuerdo a metas alcanzadas. Y finalmente se acude a la presión diplomática defendiendo el sistema de patentes, poniendo condiciones para el ingreso a entes como OCDE sin dejar de lado los TLC.  De ahí que en Colombia fuera admirable la labor que el ministro de salud Gaviria de manera ejecutiva impulsó para enfrentar a estos monstruos con una política soportada en tres acciones: regular los precios, fomentar los tratamientos basados en biosimilares y enfrentar la falsa innovación exigiendo que demuestren la efectividad, este último elemento quedó pendiente. En suma, la mejor táctica es fomentar la competencia y quebrar los monopolios a lo cual el sector farmacéutico no va renunciar sin luchar. En este contexto la academia ha presentado dos propuestas para informar y educar a la comunidad y empoderarla para que actúe en favor al acceso a los medicamentos esenciales: por un parte tenemos el Centro de la Universidad Nacional Medicamentos, Información y PoderSalud Visible de Unidandes.

─ Las Vacunas entre proteger o hacerse Rico

El BID ha dicho cuáles deben ser los criterios que debe cumplir la producción y distribución de la vacuna contra el covid 19. El riesgo sanitario debe primar sobre el riesgo financiero pues es evidente el enorme potencial del negocio y un sistema global de distribución y adjudicación de ahí, a primera vista,  el valor de un proyecto como Convax. Pero señalemos lo difícil de cumplir con dichas condiciones. Por una parte las contradicciones de la OMS pues denuncia lo contraproducente de los nacionalismos porque las vacunas deben ser tratadas como un bien común de la humanidad y sin embargo ataca con los Gates la vacuna Sputnik V cuando es evidente los esfuerzos de los rusos por colaborar en los ensayos clínicos y producción con Latinoamérica. El otro riesgo es el geopolítico asociado al esfuerzo de los gobiernos por apresurar la entrega de la vacuna a sus ciudadanos por razones de prestigio y soberanía tecnológica. De ahí criticable la actitud del presidente Trump al sancionar los institutos rusos que la han producido, y la manipulación de la gran prensa por la crítica al registro de la vacuna sin pasar la fase III, cuando se olvida que hoy se dispone de herramientas y aplicaciones digitales que desbordan, por estar más acá, el contexto en el que se formuló dicho protocolo.

Pero todo esto se explica si entendemos que la geopolítica finalmente refleja los intereses y el control que las grandes corporaciones tienen sobre las naciones. Y cerremos denunciando al gran Bill Gates que lidera una de las estrategias de marketing más agresivas y más efectivas de la nueva soberanía corporativa a partir de constituirse en una autoridad global en el tema de las vacunas como los indican dos amplias charlas en TED en plena crisis del covid 19 ─la primera en marzo de algo más de 51' ¿Cómo debemos responder a la pandemia de coronavirus? y otra en julio ¿Cómo la pandemia dará forma al futuro cercano? de 43'─ pero lo que no dice y encubre es su esfuerzo por monopolizar la producción de vacunas al colocarse como el principal donante de recursos de la OMS, práctica corriente mediante la cual las farmacéuticas le imponen las condiciones a la OMS y a través de ella a los países del Tercer Mundo condicionado y redirigiendo sus sistemas de salud pública, a la vez que, los convierten en grandes laboratorios de prueba in situ como lo denuncian Jeremy Loffredo y Michele Greenstein: Detrás de un velo de relaciones públicas de los medios corporativos, la Fundación Gates ha servido como un vehículo para el capital occidental mientras explota el Sur Global como un laboratorio humano. Es probable que la pandemia de coronavirus intensifique esta inquietante agenda.

─ ¿Qué hacer, cómo defender la Salud como un bien común Glocal?

Proponemos algunas acciones sin agotar su enumeración. Aprender a consumir información confiable por ser verificable he aquí ocho aspectos a tener en cuenta que permiten filtrar y valorar la calidad de la información. Conocer los estándares de calidad de los servicios de salud, por ejemplo los Estándares Dorados en Atención al Final de la Vida. Distinguir aquellos que atacan las drogas genéricas para favorecer sus empresas como el caso del médico Sapan S. Desai, que benefició la Ivermectina contra la hidroxicloroquina para tratar el Covid 19. Identificar editoriales especializadas como Mary Ann Liebert, Inc. que dicen divulga el conocimiento de punta con los mayores estándares de confiabilidad. Adueñarse de iniciativas de la academia como las descrita para Colombia...

Finalmente la salud glocal como bien común depende de la formación de los smartcitizen y la ciudadanía en general de su empoderamiento en los temas de salud, para que evalúen, proyecten y decidan de manera inclusiva el futuro de los servicios en Salud. Que estén en capacidad de cuestionar o apoyar el compromiso de Google durante esta pandemia del covid 19 para mejorar y facilitar la información y la interacción bajo un enfoque de salud publica, facilitando la identificación de recursos, el acceso a proveedores, la evaluación del impacto del distanciamiento social, el rastreo de contactos preservando la privacidad. Finalmente  integrar comunidad, servicios de salud e investigadores en la búsqueda de la vacuna y de la salud en general,

Lecturas Recomendadas

  • Así funciona la industria farmacéutica en colombia
  • Salud y Fármacos: Salud y Fármacos es una organización internacional que se creó en 1998 para diseminar información sobre acceso y utilización adecuada de medicamentos entre la población hispano-parlante. En 2005 se incorporó como organización sin ánimo de lucro en Texas, EEUU.
  • El Programa de Líderes en Salud Internacional Edmundo Granda Ugalde (PLSI), El Programa de Líderes en Salud Internacional Edmundo Granda Ugalde (PLSI) es un programa de formación desarrollado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para contribuir a fortalecer la capacidad nacional en salud internacional


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