Por Mauricio Castaño H
Colombiakritca
Una lectura de Estatuas de Michel Serres, traducción de María Cecilia Gómez
"Abandonaré la vida como me he levando mil veces de la mesa. Habré percibido un ruido en la puerta, interrumpirá el festín, lo reconoceré. No sé si suene una campana, o si resonará una voz; no sé si un ventarrón hará la señal. Sólo sé que comprenderé. / Será preciso que me dé vuelta un momento. Antes de seguir aquel llamado, buscar con mis ojos al anfitrión, y él sonreirá, ser cortés, no abandonar los lugares sin haber dado las gracias a quien me ha invitado." Michel Serres. El Parásito.
El hombre deriva de la raíz humus que también significa tierra que a su vez es la materia, la madre. Es decir, la tierra nos parió, estamos hechos de humus y en polvo nos convertiremos, somos materia, polvo estelar se lo dice más común. Dice Serres: "La piedra es el hueso de mi madre la tierra." (p.115) materia se refiere a la madre." El sujeto nace del objeto." (117). "Decretamos la teoría y las lenguas para atribuirnos hombres y cosas." (p.119). Pero está carne con huesos, este cuerpo habla, simboliza, crea herramientas que extienden su mano y todo su ser. Estamos hechos de materia, somos objeto pero también somos lenguaje, duro y blando, hombre que habla y a la vez hace cosas con sus manos. El ser se devela con la palabra y con los artefactos que crea. Pensar significa pesar, poner en la balanza lo duro y lo blando, el objeto y lo pensado. En el libro Estatuas están todas éstas reflexiones o mejor excavaciones que exhuman al hombre que se sabe que va a morir pero que también sabe matar, asesinar en clave de sacrificio, quiere morir matando, una manera de regular el circulo vicioso de la violencia. Son ideas a resaltar.
El hombre es el único animal que sabe de su muerte y que teme morir, poco tolera que volverá a ser polvo estelar, a ser caldo cósmico. Está resistencia al morir nos ha hecho querer prolongarnos queriendo ser eternos. La Violencia sacrificial ha sido un recurso milenario que alivia el tormento de llegar a ser nada, que el tiempo pasa y el día de ser humus, de ser polvo, pronte vendrá.
Estatuas, Humus, Hombre
¿Qué es una estatua? Las estatuas y las momias son piedras que recubren nuestra carne en los deseos de preservarnos. Están allí para develarnos en nuestro ser y en nuestra cultura que nos identifica. Nuestra existencia deja huellas, el cadáver, la misma muerte hace que nuestras ciudades estén vivas en la sociedad que fue por sus modos de vivir. "Nuestro mundo se recoge en lugares esenciales.." (p.48) "la muerte vela en nuestras ciudades vivas." (p.38)
"La tierra absorbe los restos y nosotros no pensamos más en ellos. Ella da y recibe, suprime o borra los balances. Arca fundamental, es decir caja negra capital. Gracias a ella hacíamos como si nada fuera. Como la madre y más todavía, ella es el complemento de toda operación parasitaria; mejor aún, la donadora universal que por no exigir jamás pago, ni reprocidad, vuelve al parásito posible." (p.20)
"La tierra es el arca de los muertos al mismo tiempo que el conjunto de los objetos." (p.19) "Los habitantes del nuevo planeta no cambian de hábito."
Nuestro cuerpo es materia, partículas, somos seres que nacemos, crecemos y morimos, volveremos a ser polvo estelar que fuimos. Nos transformamos, desapaceremos en la forma que hemos sido, llegaremos a ser nada. "Venimos de las cosas antes de nacer de la palabra, provenimos de la piedra inerte y tumular, estela o columna miliaria que detiene al transeúnte ante el obstáculo sepulcral." (p.33)
"Una región o una ciudad dejan ver a veces varias capas de historia en las que los más antiguos viven todavía de manera extraña. Desarrollando a lo largo del Nilo su banda verde, ancha o estrecha, en medio del desierto desnudo. Egipto muestra el antiguo estrato faraónico, de cuarenta siglos, la capa copta, la más arcaica de la era cristiana, la musulmana que da la lengua y las costumbres dominantes, y la contemporánea, carros, radio, ruidos y máquinas. De ésta usted verá o habrá visto el Cairo, ciudad de seis mil años o de algunos meses, fantásticamente viva y muerta. Pero al llegar o antes de partir, entre el aeropuerto y el centro de la capital, deténgase en el cementerio, vaya allí a caminar algunas horas, todo Egipto se resume allá." (p.36)
Ese polvo al que estamos destinados a ser y que otros muchos ya lo son, son fuentes, son objetos vivos que están allí para entregarnos de lo que fuimos en el pasado, de lo que hemos sido hechos. Se trata de barrenar un pozo para acceder a su interior. "De eso se trata el empirismo" (p.49). Es clave el significado de la palabra pensar, quiere decir pesar, poner en la balanza el objeto y lo que se dice de él, es guardar un equilibrio entre la cosa estudiada y lo que se dice de ella. La escultura es un testimonio milenario de la génesis antropológica de la experiencia general. "Ella talla, barrenar y abrir. Rodin tiene razón: la puerta es el verdadero nombre del arca de escultor." (p.50). Por lo demás, el escultor sólo hace un trabajo de representar esa cultura vivida por la sociedad. La piedra por ser sólida permanece más en el tiempo, más perceptible para los sentidos, otros estados son más volátiles, más inaprensibles: "La tierra lleva, el viento empuja, el río y la multitud desbordan, el cielo y la ciudad envuelven, la piedra sostiene, la casa cubre, el agua corre lo mismo que la arena, pasan el fuego y la historia y el saber." (p.51)
El Fetiche
"La palabra fetiche quiere decir artificio: fabricado, hecho por la mano del hombre, imitado, reproductible. Puerta postiza, crisol para multiplicar los postizos." (p.57)
El hombre que trabaja se exterioriza, es decir los objetos representan sus imaginarios. Se dice también fetiches, de hacer, de simular, de representar un ser u objeto. El contacto con un real, con un tangible, hace más confiable el conocimiento que se pueda producir, la interpretación que se pueda aventurar. El objeto siempre debe ser el referente para construir conocimiento, para conocernos en lo que hemos sido, somos y podemos llegar a ser. Por eso la famosa expresión de Nietzsche de filosofar a martillazos, de tener siempre el objeto a la mano, barrenarlo, concilarlo para aprehender mejor. Es también el trabajo del arqueólogo que va capa tras capa tratando de descubrir lo que se oculta en sus pliegues, en los subterfugios. "El conocimiento viene del choque de la piedra levantada por encima de la tumba… Nuestras ideas vienen de los ídolos." (p.79) "El tiempo colectivo o individual se involuciona en las momias y las estatuas acostadas, levantadas, mostradas, ocultas, a través de las necrópolis."(p.81)
Tememos a la muerte
El Objeto nos consolida hasta invadirnos
Somos espíritu hecho y soportado por la materia hecha cuerpo. Los símbolos, el pensamiento se refleja en la carne, la moldea. Nuestra mano fábrica artefactos a imagen y semejanza nuestra. Los objetos son obra del espíritu, y fabricamos tanto al punto que nos asfixiamos con tanto cachivache, es el precio pagado por querer perpetuarnos en el tiempo, queremos semejar la inmortalidad de nuestros dioses. Tememos a la muerte, el cadáver, en nuestros tiempos, se convierte en un objeto despreciable que pronto debe desecharse. Acostado, Ocupa más espacio que un vivo, además en su descomposición putrefacta, empieza a inundar la atmósfera con olores nauseabundos que se tornan insoportables. Se precisa, entonces, deshacerse del objeto que es el cadáver. La violencia Sacrificial ha sido una técnica inventada por la misma sociedad, por el religare, para aliviar el miedo a morir. Hoy la muerte es artefacto que cobre miles y miles de vidas como por ejemplo con los accidentes de tránsito, aéreos o los simples asesinatos, son simples sacrificios, ofrendas hechas a nuestros dioses, otros mueren por nosotros.
"El objeto inunda al sujeto." (p.91) ¿Cómo el objeto vino a la hominidad?" (p.92) "ahora bien, nuestro cuerpo mezclado, sujeto en todas partes de manera móvil, objeto de parte a parte, de repente se solidifica sin recurso, rígido por la muerte.
El cadáver fue para los hombres el primer objeto. Plantado ante ellos como un problema y un obstáculo, yaciente. No importa que otra cosa, árbol, piedra, bestia pudiera entrar en la propiedad, individual, colectiva, privada, pública y en este último caso mercancía o fetiche. Ante el cuerpo muerto, todos los sujetos retroceden: el yace allí, recortando su espacio, más grande acostado que de pie, más terrorífico muerto que vivo. Primer sólido también: rígido, duro, riguroso, coherente, consistente, absolutamente estable, primera estatua de piedra.
Pero por descomposición o corrupción el muerto continúa emitiendo flujos líquidos o aéreos que invaden y pueden ensuciar el entorno: el sujeto yaciente prosigue y sin control aumenta la sujeción del espacio alrededor. Ninguna violencia podría detenerlo..
El trabajo sobre el cuerpo muerto lo objetiva y lo solidifica más. Todo el conocimiento y todas nuestras prácticas se embrionan allí. Cómo el creador en el primer minuto del mundo o como el filósofo que prepara minucias analíticas en condición del pensamiento, el momificador separa los sólidos de los fluidos, lo consistente de lo vaporoso, lo estable de lo inestable, la forma del caos, lo distinto de lo confuso, los huesos de las entrañas. Emergencia y constitución, yo entiendo por esta última palabra estabilización de los cuerpos y el nacimiento de las estatuas."
Momia: segunda estatua después del cadáver; primer objeto trabajado o producido, analizado, segundo sólido. (p.92)
Purificación, lavar manchas
"En el rito de la extramaunción, el sacerdote unge con santo crisma el cuerpo casi cadavérico del agonizante sobre los ojos cerrados, orejas, narices, la boca, las manos y los pies, diciendo: por medio de esta unción y su muy clemente misericordia, que el Señor os perdone las faltas cometidas por la vista, el olfato, el gusto, el tacto. (93)
"Salimos de nosotros mismos, el verbo experimentar, lo dice por sí mismo." (95)
"El objeto se integra al objeto mal que bien, el sujeto más o menos, se apropia del objeto, como un injerto con o sin rechazo. Pero una parte insensible, frígida, anestesiada puede jugar el papel de objeto: ¿Cuántos llevan brazos y piernas, espalda o pies, sus músculos, su sexo como postizos? (p.97)
Una estatua es un cuerpo vestido
La violencia Sacrificial
La televisión transforma en Rito el acontecimiento, lo reproduce ante concurrencias gigantescas. (p.4)
"En el siglo VI antes de Cristo, en Sicilia, un tirano de Agrigento que llevaba ese nombre había hecho esculpir o ensamblar un enorme toro de bronce, hueco, colocado en el centro de la plaza pública, y que un brasero ponía al rojo cereza después de que se lo llenó de enemigos. Se acudía en multitud a oír bramar la bestia." (p.4)
"Al Otro lado del mar, en Cartago, los llamados enemigos de los agrigentanos asistían a veces al culto de Baal, ese dios múltiple y fascinante que los textos judíos y cristianos condenan bajo los nombres de Belfegor o Belzebú, dios del estiércol, señor de las moscas. Su estatua sobrepasa en varias espaldas a murallas y fortificaciones; en el campo se le veía desde muy lejos; para sacarla del templo, había que derrumbar los muros; se la arrastraba sobre deslizaderas paralelas y cilindros." (p.4 s)
"No, no se trata de sacrificio humano sino de un accidente solamente. No oímos esta letanía, hoy. ¿Y por qué sin embargo retomar tan complacientemente estos muertos en la televisión para que todo el mundo se sacie y se entretenga a su gusto?
Sacrificio es el Gesto de la Expulsión
Una tecnología para regular la violencia
Las culturas, las lenguas son fuentes que develan nuestra historia y sirven para no morir, para regular la violencia. Una pregunta flota aquí y allí ¿Para qué, qué función tiene el sacrificio, para que tanto muerto, tanto asesinato?
Víctima quiere decir reemplazo, un inocente es tomado para pagar o lavar una culpa por otro cometida. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, así todos son culpables y a nadie se lincha, se acepta el sacrificio más allá de un asesinato. Es una víctima sustituta, es ofrenda para saciar a los dioses. Pero ¿qué hay más allá del asesinato? Nos hicimos humanos por expulsión de nuestra base bestial pero seguimos siendo bestias… antropología religiosa. Protección pero a la vez muerte o amenaza colectiva. (Citar p 12)
Religión significa unir, relugar, religare, comunidad, comunión
"Pero hemos aprendido después a nombrar antropología a lo que las Luces rechazaban en las locuras o las tinieblas; y que la exclusión nos conduce a lo sagrado porque el gesto de expulsión caracteriza precisamente al sacrificio. Al rechazar como bárbaro este culto y está escena corremos el riesgo de comportarnos como los Antiguos lo hacían. (p.7)
El Conocer
Saber es sabor, los cinco sentidos captan, procesan información a la misma existencia. Esto es también experiencia, experimentar, el ser que está afuera (ex), la experiencia es lo empírico, fuente directa del objeto. Los dioses despedazados, los pedazos divinizan. (111). Sobre las estatuas, sobre las piedras quedan las huellas de los hombres, el tiempo nos vive. "El tiempo colectivo o individual se involuciona en las momias y las estatuas acostadas, levantadas, mostradas, ocultas, a través de las necrópolis." (p.81)
"La filosofía comienza por la experiencia y, se dice, por la sensación; un examen razonable de los cinco sentidos se abre por el tacto porque él envuelve el cuerpo entero." (78) "No, el conocimiento no viene de los cinco sentidos sino del choque de la piedra levantada por encima de la tumba. En Condillac, todo viene de la estatua y de ella solamente. Nuestras ideas vienen de los ídolos, lo que era necesario demostrar." (p.79)
No hay que hablar nunca de la cosa, sino hacerla, dejarla hablar. Que la fenomenología no discurra sobre el fenómeno, sino que la apariencia, que la propia aparición hablé. Que el ángel venga y anuncie. Que el día se aclare sin mí. Y la muerte ante mis ojos al arrebatar la claridad devuelve al día que mancillaba toda su pureza. Ver con los ojos del día, abrir la boca de la cosa." (p.91)
La fabricación vino al hombre (p.114)
"Este libro habla de las estatuas, estéticamente, de los dioses, de los ídolos y de Dios, religiosamente, busca sobre todo decir las cosas, metafísicamente. La realidad inevitable, constante, equilibrada, de las cosas mismas. Toda la antropología que plantea, por los mitos, las artes y las religiones, precede y condiciona a la ciencia y la filosofía." (p.113)
"La piedra es el hueso de mi madre la tierra." (p.115) materia se refiere a la madre.. " El sujeto nace del objeto." (p.117). " Decretamos la teoría y las lenguas para atribuirnos hombres y cosas." (p.119)
Artificio, expulsión, exteriorizarse
"El sujeto se sujeta a la empresa de quién lo moldea y lo pierde. Sí, lo mata. El objeto existe solo y yo no soy nada: yace delante y yo desaparecía debajo. El solo marca el lugar del cual yo no soy ya su referencia. Yo pienso, luego el objeto invade la existencia de la cual yo acepto ser excluido. ¿Cómo marcaré el lugar? El conocimiento, el pensamiento, la atención obedecen al precepto de perder el alma para salvarla. El sujeto aparecerá sí y solamente si desaparece, aniquilado por el objeto incluso antes de aparecer. Agonía, lucha breve: yo consiento en el atropellamiento. El sujeto yace bajo la referencia del lugar, piedra tumular. Objeto: estela, cupo, losa. Sujeto: cadáver enterrado.
Muerto. Desciende a los infiernos, tampoco existe ya bajo la forma de una sombra. Nunca nadie ha conocido, pensado, puesto atención sin esta muerte, sin este descanso. El objeto entero ha tomado su lugar entero, sin residuo. Muerto. No nace, renace. Resucita. Una especie de fantasma evanescente se levanta de la piedra mortuoria, llega de debajo de la tierra como si dejara la muerte tras sí, sobrenaturalmente rejuvenecido. Yo pienso, luego considero en morir en manos del objeto, en yacer bajo la piedra, enterrada. Yo pienso, luego desaparezco. Yo pienso, luego resusito. Salgo de la tierra, nazco, renazco del humus. El sujeto se constituye en esta humildad. De esta manera y solo de esta manera accedo a la apelación de hombre, reservada en nuestras lenguas a aquellos cuyo cuerpo se esculpe de tierra, humildes, inhumados." (p.120)
La estatua sucede a la piedra tal cual, ésta antigua, aquella reciente, porque el objeto comienza una historia que el sujeto, constituido por él, continuará: esparciéndose tanto más fácilmente cuanto que es débil y fantasmático, existiendo a duras penas, y tanto más agresivamente cuanto que tiene miedo de morir como cualquier animal." (p.120)
"Cuando remontamos nuestro pasado, en pos de todo lo que nos condiciona o fundamenta, el acuerdo parece hacerse sobre una equivalencia entre lo originario y lo religioso. La placa más baja y mejor enterrada, en el sentido de la geología, la que se mueve poco pero sobre ritmos multicelulares lleva en su seno lo mágico, lo sagrado, fundamentales, primitivos. La filosofía trascendental construye castillos encantados o fabrica estatuas automáticas si prescinde de esa placa abisal.
Ella no nos suelta. Seguimos siendo arcaicos en los tres cuartos de nuestras acciones y la casi totalidad de nuestro pensamiento: los más religiosos entre los hombres no se cuentan, ni de lejos, entre los practicantes de una confesión: como si la práctica, activa, despojara de lo religioso al resto de los actos, como si su ausencia lo volviera a difundir. Lo usual pues, lo ordinario, lo cotidiano mismo siguen siendo primitivos - y rituales. El geólogo sondea lejos para conocer las capas bajas, al filósofo de conocimiento no le es difícil descubrir un originario poco oculto. Contrariamente a las opiniones difundidas, solo lo nuevo, sólo lo contemporáneo, raro, progresivo, se disimula, se aprieta, latente, poco sabido, muy inconsciente. (p.121)
Pensar es pesar, poner en la balanza lo duro y lo blando, la materia y el lenguaje, las fuentes primarias y las secundarias. Pero el lenguaje le tiene horror a las cosas. Filosofar a martillazos es salir a excavar, a cavar que hay bajo tierra, que subyace en las estatuas cubiertas de la materia, del caldo primitivo que nos compone. (p.122)
"La distancia innombrada entre mujer y cráneo, lengua y cosa, que separa el objeto del sujeto, esa separación abandonada por el lenguaje es, que yo sepa, el espacio donde sucede el conocimiento." (p.131)
"El héroe vive en la calle, en la plaza pública, mientras que el de las tablas se reduce a la máscara."(p.150)
Víctima
Sustitución, Remplazo quiere decir víctima
"La palabra sustitución, así como la palabra sustancia, dicen literalmente lo que se tiene bajo la estatua, lo que se oculta en su vacío hueco o bajo sus accidentales apariencias. La esfinge, en el museo del Cairo, sostiene entre las manos, bajo la cabeza de cordero, una caja que expone el problema en la que contiene la solución."(p.159)
"Sería necesario introducir en filosofía el operador elemental de sustitución tan conocido y señalado en lógica o matemáticas.
Isaac yace bajo el cuchillo de su padre Abraham y de repente el cordero lo reemplaza. En el momento en que el sacrificador, obedeciendo a Dios, levanta el brazo, su hijo está acostado sobre el altar o la piedra. Aquí yace la víctima cuando el puño sostiene la cuchilla en la carne palpitante del agonizante, el corta la garganta de un animal. Observamos de forma continua el brazo de Abraham mientras cae violentamente sobre el cuello de ese yacente y a éste al mismo tiempo: sobre la mesa de ofrenda el hijo se retira cuando entra el animal. En medio del proceso, cuando la mano que sostiene el puñal llega a la mitad de la trayectoria ¿Quién yace sobre la piedra, en la detención del movimiento, sino ese monstruo semianimal semihombre que representa el Egipto antigüo? El relato bíblico lo hace olvidar. La sustitución, elemental y discontinua, pone un animal en lugar del hijo: vemos el cordero, vemos a Isaac, exclusivos el uno del otro, como dos fichas que no pueden mantenerse juntas en el mismo lugar, en virtud del principio del tercero excluido: es imposible, decimos, que el hombre y el animal estén en el mismo lugar al mismo tiempo. O el uno o el otro. Ciertamente. Observemos no obstante un momento medio, aquel precisamente en el que el reemplazo se está haciéndose: la duración de la operación hace aparecer el cuerpo mezclado. El tiempo borra toda contradicción."(p.158)
"Qué es una estatua? Un cuerpo viviente recubierto de piedras… un cuerpo de piedra lapidado". (p.179)
"Todo cristalino al celebrar sus pascuas, hombre nuevo, resucita. Y debe considerarse como salvado de la muerte, salido de los infiernos, sacado de la tumba, por la gracia divina, arrancado de un lugar donde no hay que permanecer, la tumba, pero a dónde la ley vital humana lo precipita. Exilio para todos nosotros, hijos de Eva, en la tierra sobre la cual o bajo la cual estamos de paso."(p.183)
"La filosofía habla gustosamente la lengua griega o hebráica, frecuenta sobre todo esas dos culturas de la palabra y de la escritura, pero cita rara vez a Roma y a Egipto, hacia los cuales es prohibido darse vuelta. El lenguaje olvida la muerte y el objeto." (p.184)
"Estatua objetiva, música sujeto. Cuando ese barullo discreto se extinga, cuando las ondas se igualen en lo llano, el yo sé desvanece o muere y vuelve al objeto: entonces el cuerpo muerto deviene estatua. La agonía siente a la música huir, vivir y pensar consisten en oírla, caliente. Trabajar en general designa la relación de un cierto canto con la piedra inmóvil, entre la música y la escultura.
Lo esencial de ésta, el ser de su sustancia, es el silencio.(p.193)"
El lenguaje no habla de silencio
"Cómo las estatuas permanecen en el silencio indefinidamente, los monoteismos de la palabra y de la escritura se alejan de ellas como de los infiernos, expulsándonlas, y ordenan a sus sectarios odiar a sus ídolos, romperlos. Así el lenguaje toma su lugar de origen. No sé encontrará así mismo, en la historia, ni en la tradición, ningún rasgo filosófico general sobre la escultura o las estatuas. El lenguaje no habla de silencio." (p.195)
Vivir es empezar a morir, pero tememos por el día y la hora en que sucederá. Antes los otros que mueren, nos regocijan porque fueron ellos y no nosotros. El sacrificio, el asesinato se ha vuelto inútil con los nuevos dioses que mueren por nosotros y que nos vuelven eternos en esto de que somos polvo estelar, somos humos, somos la tierra, la materia, la madre que nos brota y nos acoge, nos da la vida y nos recibe.