Comunidades Autónomas

Por Mauricio Castaño H
Historiador
Magister en Educación
Los hechos referidos son fieles a la realidad. Los personajes son anónimos para no comprometer la perpetuación de sus vidas. Sucedieron en una localidad municipal que tiene por nombre Cáceres, está en el departamento de Antioquia, Colombia. Para dar una idea del centralismo del distrito capital que es Bogotá y de las alejadas regiones que son su periferia, citamos una frase dicha por un indígena a un alto funcionario que en su momento quería ser presidente de este país: "Bogotá queda muy lejos de Colombia." Dicen que por cada cien pesos que se producen en Colombia, ochenta se quedan en Bogotá, los veinte restantes se distribuyen para las demás regiones. De allí vienen los reparos que dan en llamar inequidad de la distribución de los recursos, de cómo el Centro de un país se queda con la mayor parte y lo muy poco para la periferia.

Todo lo anterior ha servido para justificar una cierta protesta de las personas que se asocian para defender en armas economías ilegales como lo son los cultivos ilícitos de coca y la extracción de oro. Llegados a este punto, exponemos la consideración muy personal y es que la política también es la manifestación en armas. O dicho de otra manera: la guerra es la continuación de la política. Desde la antigüedad se nos ha enseñado que los dioses Marte (la guerra) y Quirinus (la economía)  están sometidos a la Política que los usa para sus designios. Ningún acto humano, y en especial si vienen de los hombres de poder, es ingenuo, cualquiera que ellos sean, configuran una intención del codiciado poder. 


Pero demos la voz a los anónimos personajes que no sólo reflejan sometimiento u obediencia a estos designios de poder, sino que también son fruto de esa deriva biológica que nos señala el camino para cuidar y preservar la vida frente al riesgo de morir. Y es de conocimiento general que producir miedo y matar es un recurso del más fuerte para hacerse obedecer. 


Para dar algo de contexto diremos que en Colombia existen territorios que son como repúblicas independientes del Estado. Renglones arriba se insistió en las zonas remotas que son del olvido de dios (en minúsculas porque puede se cualquier dios) y en donde el poder lo codician las guerrillas de derecha y de izquierda. Una anotación necesaria que dan los estudios: el poder nunca permanece vacío, siempre hay alguien que lo copa, que lo ocupa, recuérdese la repetida frase: a rey muerto, rey puesto. La ausencia estatal es copada por los alzados en armados.


Y da una mayor comprensión, si se precisa que el territorio en mención es caldo para la extracción del oro así como para el cultivo de la hoja de coca. Ambos productos son el combustible para el ejercicio de la violencia entre los hombres que codician el poder y que regentan cualquier marquilla o brazalete que los acredita de este o aquel grupo paramilitar, cualquiera sean ellos, van detrás del botín de riqueza que los apalancarán para proveersen de más y mejor armamento, porque hacerse odedecer es a través de la fuerza de la bayoneta. Pero estos a su vez son la mano invisible de la política. De hombres muy adinerados que nunca dejan ver su rostro. Viven en las metrópolis de este globo terráqueo.


Esta corta introducción da pie para uno de los comentarios de una de tantas conversaciones que nos fue referida y hace explícita referencia a la poca valía de la existencia humana en estos territorios. La referencia es fiel: la vida vale seis mil pesos (uno punto cinco dólares), es lo que vale una ojiva, una bala de fusil. La muerte es moneda corriente, el más tonto error se paga con la vida. Es la manera como el poder político se conserva. El asesinato y el miedo se propagan en la población, es un recurso eficaz para intimidar. El muerto, el asesinato es propaganda efectiva y directa que se irriga entre los vivos con efecto ejemplarizante que los advierte. Quién no guarde obediencia no se le niega la muerte. Esto explica porque el silencio y la prudencia son pilares para preservar la vida. Vivir es ser prudente y silencioso, no hablar más de la cuenta.


Las guerrillas de izquierda o de derecha son los que tasan en bien o en mal la balanza de la justicia. Dejar vivir o hacer morir, es potestad del hombre armado, pero recordemos que quien apunta es el político, y quién aprieta el gatillo es el soldado. Otra anotación: El Poder es la droga más alucinante y peligrosa de las que existen, por encima las otras como el trabajo, los alucigenos y los mas media.


La mitad del reino a quien comparta mis decisiones y tan sólo tres paladas bastarán a quién se oponga, es una expresión borgiana. La muerte es moneda corriente. Quién manda, manda, así lo haga mal. Ilustra bien los testimonios sobre la disposición de la tierra, de las propiedades en donde están estos grupos: "nada es de nadie, sólo por el momento quienes exploten la tierra por ejemplo. Lo más usual es la palabra empeñada, sólo aplica para  el momento, tiempo y lugar mientras la persona permanezca en el territorio... si se va, ya no tiene nada. Por eso ponen en duda la existencia de la propiedad privada, todo es de todos pero de nadie en particular. También refuerza esta aseveración la condición de la población minera itinerante, quienes van de aquí para allá, según el vaivén de dónde se avise con el grito triunfal hay oro. Y sólo tienen un rancho que sirve de morada itinerante.


Referimos de nuevo la expresión: la vida vale seis mil pesos. Es el costo de una ojiva y el gatillero es lo de menos, muchos quieren derramar sangre para honrar la causa de los guerreros enojados. La historia fue referida por alguien que sabe que la muerte es moneda corriente. Advertía de saber manejar la información y cuidarse de la toma de decisiones sea colectiva y no individual para así blindar la frágil vida. La información vale la vida entera. Pero no es aquella de la famosa sigla Gafa: Google, Amazon, Facebook, Apple…. No es esa la referida, la nuestra es el voz a voz, porque el uso de la telefonía celular no es usual, bien sea porque no está permitida o bien sea porque la tecnología aún no llega en estos remotos lugares.


Se dijo de cuidarse pasa por el silencio y el estar protegido en comunidad. La decisiones colectivas respetadas son propias de los espacios autónomos y están referidas a comunidades en general. Llama la atención la palabra autonomía y su connotación no es otra que poner de relieve y hacer respetar las costumbres e idiosincrasias de los pueblos. Sí esto es lo que moviliza el concepto, debería suponerse que está contrarrestando las fuerzas que le impiden ser ellos mismos, que amenazan su esencia. Y no es simple prevención, se tiene por espejo el hecho histórico de la borradura de esa esencia existencial y cultural de los pueblos indígenas y negros. A sangre y fuego eliminaron a quienes se resistieron y sometieron a los capturados. (Por la fuerza de superioridad técnica poseían la pólvora, el caballo y armas) que daba la ventaja técnica en mejor armamento y luego impusieron su lengua idiomática. Es una historia muy conocida. Razón hay entonces para defender las autonomías de los apetitos de poderes que quieren someter y así sumar más poder. Es una paradoja del Poder que por mucho que quiera abarcar poco aprieta, por sus fugas expresadas en grupos al margen, en la ilegalidad. Pero en está corta reflexión todo es una misma expresión del poder, así se perciba de formas diferentes.


La política comanda la guerra y la economía, es en suma lo que se ha querido expresar. Que el hombre de hierro sea el que hable y exhiba su rostro para halagar o causar desagravio, no quita nada al protagonismo del político y su mano invisible. Hacer morir y dejar vivir es la manifestación de poder quizás algo inescrupulosa. De cualquier forma es la ausencia del monopolio de la Fuerza Estatal que no alcanza la periferia, o mejor aún, es otra de las formas en qué ejerce su poder oscuro.


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Contexto Político Colombiano

Por Mauricio Castaño H.
Historiador y Magister
Universidad Nacional de Colombia
Colombia Krítica

En el acontecer sobre el Contexto Político Colombiano, muchos nos hacemos preguntas y quisiéramos escuchar voces que conocen y arriesgan una explicación de ese complejo, huidizo y oscuro mundo de la política. La democracia desde los griegos ha nacido inacabada, por tanto estamos abocados, de una u otra manera, a participar de su construcción permanente. De cualquier forma y por imperfecta que sea la democracia y por mucho que los dirigentes y grupos de poder hagan mal uso de ella para favorecer intereses particulares, aún así, la democracia sigue siendo el mejor invento para decidir y administrar los asuntos humanos, para resolver los problemas en procura de la mejor solución posible que favorezca a la mayoría. Llegados a este punto de responsabilidad en el que la democracia es asunto de todos, vale decir que los gobernantes que tenemos son nuestras criaturas hechas a nuestra imagen y semejanza, son nuestros hijos que nos merecemos. La democracia se soporta bajo los hombros de cada uno de los ciudadanos que la legitiman para lo mejor y para lo peor. Ningún mal gobernante, déspota o tirano, sale de la nada, ellos descansan sobre las bases sociales que  le dieron su nacimiento. 

Si bien es responsabilidad nuestra todos los gobernantes que tenemos y aunque, esto puede incomodar, puede molestar el tener que pagar por otros los platos rotos, los desastres cometidos, algo puede aliviar esta carga compartida. La referencia es a la voluntad humana que es endeble y manipulable y que termina siendo doblegada por el marketing político, que con habilidad y destreza, amalgama y dispensa odios, amores, miedos y los pone en función del mejor postor y según sea la conveniencia. En consecuencia, los candidatos más opcionados son los que mejor logren posicionarse en esta forma mediática. Hoy más que nunca, y en contraste, la democracia se las tiene que ver con múltiples problemas que pueden resumirse con el bienestar y acceso de los ciudadanos a sus mínimos vitales que  procuran su existencia, esto es, tener garantizados un goce efectivo de los derechos modernos tales como Techo,  Alimentación, Salud, Educación, Trabajo, Conectividad. 

En un país, esto se mide por la calidad de vida de sus ciudadanos, y la palabra más usada es la EQUIDAD. Un Estado, una democracia es la administración de sus recursos, y no sólo ésto, sino que es la condición de posibilidad para garantizar su distribución para la mayoría de sus pobladores. Si esto suena tan simple ¿por qué se hace tan difícil distinguir, y mejor aún, definir el gobernante políticamente correcto? Y acá es donde viene lo ruidoso y nuboso que distorsiona e impide que la democracia esté por buen camino. Entonces, acá, en el camino más visible, aparece aquello del Marketing Político que puede hacer invisible lo visible, lo peor se presenta como mejor, y repetimos, doblega y direcciona la frágil voluntad humana en sus sentimientos de odio, miedo o amor. Así las cosas, digámoslo de una vez, en esta lógica, la democracia es un instrumento del mercado. Sobre este complejo mundo, sobre este contexto político colombiano se tienen unas voces que tienen algo para decir. Sin más preámbulos, presentamos las sinopsis de tres panelistas. 

Tres voces, tres posturas diferentes pero todas coinciden en las falencias, problemas y grandes impedimentos por los que pasa la imperfecta democracia colombiana. En otro aspecto coinciden en mayor o menor grado: la democracia colombiana vive un hecho inédito con un candidato que se sale del gran formato tradicional de las clases dirigentes retardatarias que han demorado las reformas propias y mínimas de un Estado Moderno y en particular cuando se refiere a sus libertades y derechos ganados por las burgos o esas nuevas clases citadinas propulsores de la sociedad industrial. Pero ni siquiera esos valores impregnan las clases dirigentes colombianas, las nuestras siguen ancladas en valores feudales, señores terratenientes que se oxigenaron con el narcotráfico y se apalancan con ejércitos de paramilitares y así hacerle el quite a esas reformas propias de los ya dichos Estados Modernos. Así las cosas, van en contravía de lo progresivo industrial y de sus mejoras que desencadena en los diferentes frentes de derechos sociales y políticos. Pero nada, estamos viajando en una máquina de otro tiempo modelo siglo dieciocho y diecinueve. Por eso los reparos a tantos esfuerzos hechos y no se ve se vaya para ningún lado: he ahí una bicicleta estática.

Tres posturas diferentes pero confluyentes en la misma dirección de la necesidad de profundizar en los senderos de la democracia. La primera de ellas es la de Pedro Santana que da una mirada crítica y constante del quiebre de las instituciones para favorecer a la clases dirigentes más retrógradas del país. La otra, la de Jorge Mejía,  tiene que ver con unos máximos democráticos prometidos en esta nueva contienda electoral pero que con la composición política tradicional está por verse que tanto puede ser posible, que tanto las clases de poder tradicionales estén dispuestos a tolerar se les mengüe sus zonas de confort. La tercera postura es la de Juan Pablo Durán quien presenta el término Relato construido por las clases de poder para explicar unas realidades a medias, y que en esencia es cómo pasar de agache con las economías ilegales, en esencia del narcotráfico con sus ejércitos privados que han aplastado las voces críticas en especial las alternativas. Pero veamos las notas resumen que tomamos de cada uno de ellos: 


Pedro Santana: 

Colombia tiene por reto avanzar en reformas democráticas liberales propias del mundo moderno en un contexto de pobreza política entre una derecha que elude el debate acusándolo de propuestas populista y una izquierda que adolece de realismo político. Son necesarias la reforma agraria, la seguridad social,  la necesidad de la renta básica, la importancia del compromiso con el cambio climático. En medio de estás carencias, se resaltan los avances en la democratización del actual congreso.

Jorge Mejía. La democracia económica y social, base del proyecto del pacto histórico. No es posible con la actual  balanza de pagos deficitaria, con una producción con poco valor agregado, el modelo energético anclado en los fósiles que no favorece superar el cambio climático, en suma un modelo no inclusivo e insostenible, Por eso hay que generar empleo teniendo como horizonte la gobernanza para el bienestar.  


Juan Pablo Durán: Institucionalismo de North mal leído, propio del banco mundial y proyectos de centro, porque no se pregunta  quiénes son los dueños del Estado y  el rol de las grandes instituciones internacionales globales como el Banco Mundial. Por eso en Colombia dicho enfoque permite repensar el impacto del narcotráfico  que transforma la dinámica económica y de poder  y la narrativa que oculta. 

Los datos del narcotráfico unos emergentes que afectan el estatus quo antes de los 70 rompen el equilibrio anclado en el poder del Imperialismo estadounidense y las élites económicas tradicionales.  Explica el conflicto entre estos emergentes y los grupos tradicionales y el reacomodo que irradia el narcotráfico hacia suramérica y reorganización del mercado norteamericano. Y una narrativa que dice que el problema del narcotráfico se ha superado y se traslada el problema a la guerrilla. Y se ocultó la gran distribución de la tierra que benefició intereses nacionales y transnacionales y por aquí la mafia se toma el Estado bajo grupos de poder (paramilitares).

En suma el Estado colombiano se reorganizó con los nuevos recién llegados al poder. Por eso la narrativa que la legítima se ha quebrado por dinámicas como las redes sociales y la acción de algunos políticos como Gustavo Petro.



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